miércoles, 12 de enero de 2011

LA DÉCIMA DE LA TEMPORADA ENERO 9 - 2011

Doña Graciela Olmos
 ‘La Bandida’ mujer enamorada de la fiesta,..  Mecenas de toreros y confidente de figuras del toreo que gozaron
de su Casa de Suripantas frente
al Toreo de la Condesa

<Hablando de mujeres y traiciones se fueron consumiendo las botellas, pidieron que cantara mis canciones y yo cante unas dos en contra de ellas> diría el michoacano Martín Urieta, de las mujeres obviamente no de las botellas que la más canija es una diosa como tampoco todas las mujeres son traicioneras pues las hay peores y mejores y en su valer son equiparables con los ‘gachós’ en casi todo menos definitivamente en el vestir el sacro terno de luces que les debería de estar vetado no por falta de valor sino por mancillar un rito  propio del hombre cojonudo donde una de las retribuciones es la conquista y la idolatría de las hembras como consecuencia de jugarse la vida al adorno del arte y la entrega de un hombre que  se eleva por encima de un Dios llamado toro,  y es que el respeto a las tradiciones y al clasicismo ¡Es el Respeto! Como también se deben respetar las costumbres que nacen al cobijo de la femineidad ¿o será cachonderia? Como por ejemplo  el parir,  y las artes inherentes al metate y al petate, y todas las que van bien con las enaguas como añillo al dedo y no por esto se vaya a pensar que  rubrico la misoginia taurina en todos sus brotes  ¡No! solamente en la ejucion de luces y alamares ¿O que a las toreras el rito de apretarles los machos, lo vamos a cambiar por el de apretarles los ovarios o las tetas? ¿O que chingaos? Y en lugar de pasarse al toro por la faja se lo pasaran ¿Por el liguero o por el corpiño? Por lo demás soy un admirador y alabador de mujes que con su actuar y su conducta han sido lentejuelas en la vida de toreros, ganaderos, cultura y sobre todo en el adorno que por siempre le han brindado con su presencia al tendido.
Y ya metido en los encajes de las hembras se me trepa al tintero con justificación y derecho de ser recordada esa mujerona que lo fue  la bautizada  como Marina Aedo y rebautizada por ella misma como Graciela Olmos y encumbrada a los altares de la gloria como ‘La Bandida’ mujer revolucionaria en el más amplio sentido de la palabra nacida en 1898 y enfriada en 1962, es oportuno subrayar que lo de ‘La Bandida’ no le viene por sus malas mañas, sino por las de su ‘viejo’ a quien mentaban ‘El Bandido’ cuenta la leyenda que ‘La Bandida’ fue mujer respetada por los presidentes desde Calles hasta López Mateos con la excepción de Cárdenas a todos lo conoció cuando apenas empezaban a trotar.
¿Y por que no habrían de respetarla? Pues porque cuando alguien se dedica a regentear ‘Güilas’ pues como que no es muy bien aceptada sobre todo por la sociedad moralista y cuando en su ‘Casa de Putas’ se expendía de todo, pues mucho menos y cuando además Doña Madrota era una mujer que a través de sus corridos arremetía contra medio mundo, eso si, de ‘los gallones’ pa’arriba y que además gozaba e imponía su ley e influenciaba en todos los ámbitos del país, pues todo ello era seña inequívoca que estábamos ante una mujerona que el día que nació se rompió el molde.
Más si a todas esas pirotecnias le sumamos que su legendaria ‘Casa de Meretrices’ y también ‘Nido de Lilos’ (Recuerditos Ámbar ¡nadie tan chulo como tu!) se encontraba situada ombligo con ombligo con la histórica Plaza de Toros del Toreo de la Condesa precisamente en la calle de Durango, por lo que resulta fácil imaginar que Doña Graciela era visitada por taurinos de prosapia y sobre todo por toreros desde los de la legua hasta los figurones y es que Doña Graciela era antes que nada una mecenas de toreros  y además cobijadora en su ‘Leonero’ de los hombres de seda y oro quienes con su presencia se convertían en luminarias de atracción de ese lugar mágico que se encontraba frente a lo que hoy es el Palacio de Hierro, por cierto cuyo dueño es  el  ganadero y empresario más importante de este país Don Alberto Bailleres, pues monopolio como el de él ¡No hay otro!, bueno el caso es que por la Casona de ‘La Mami’ o ‘La Reina’ como solían los allegados mentar a  Gracielita se veía a figurones de la talla de Manuel Rodríguez ‘Manolete’ quién como era aficionado a todos los excesos de la vida como los que relucían en ‘Casa de la Bandida’ pues hizo del prostíbulo uno de sus sitios predilectos y se sentía tan aquerenciado ahí y gozaba tanto de las bohemias y los cantares de Graciela Olmos que en señal de gratitud una noche le regalo una finísima guitarra que ex profeso trajo de España para la señora, la cual más tarde La Bandida regalaría a Marco Antonio Muñiz para que este se fuera a cabalgar por los senderos de la gloria.<Quien sepa de amores que calle y comprenda>
Mención y lugar aparte merece desde luego el consentido de la casa Luis Castro ‘El Soldado’ de quién fue su confidente  y estaba tan encariñado  con la ‘Mexican Madame’ que muchas tardes en la recamara de la señora esa que estaba atrás junto al arbolote de follaje cobijador se vistió de luces el ‘Torero de Mixcoac’ y nada más se atravesaba el camellón y ya estaba en la Puerta de Cuadrillas de donde regresaba a lamentar o a celebrar las tardes que dejaban huella en correspondencia a esa veneración que Luis Castro sentía por ‘La Olmos’ esta le compuso su corrido al que titulo ‘Soldadito Valiente’.
Híjole que a todo dar que ante lo poco o nada que los toreadores Manolo Mejía, Pedro Gutiérrez ‘Perico Capea’ y Mario Aguilar dejaron de hacer ante los toros guapetones de Real de Saltillo en la décima de la temporada pues hubo chance de recordar a Doña Graciela Olmos ‘La Bandida’
‘Y hablando de mujeres lo que si ¡No tuvo madre! fueron los nombres con el que criador de los animales bautizo a sus toros con nombres idénticos a bureles que mataron o provocaron la muerte de toreros, hay muchas formas de llamar la atención desde luego la mejor en el ruedo hubiera sido que los toros de la ganadería de Real de Saltillo criados por Carlos Peralta Quintero hubieran sacado un ápice de bravura, pero como esto no siempre es posible y menos cuando la crianza de los bureles es de dudosa reputación, pues con alevosía  y premeditación se busco que los animalotes llamaran la atención, lo que si logró el ganadero… con repulsión.


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