El
Papa y El Rey
El
Toro en México
Por
Bardo de la Taurina
En esta tierra, en la que a uno de sus toreros más
emblemáticos Rodolfo Gaona se le impuso la Tiara Papal, a
Silverio Pérez se le corono como
‘Monarca’ y Manolo Martínez fue subrayado como un ‘Demonio de pasiones’, pues no
es raro que este fin de semana la Ciudad de México, recibiera a Porta Gayola a dos personajes de
extranjería, uno argentino vestido de blanco ostia y al que la gente aclamaba
al son aquello de ‘Papa Curro’ y el otro ataviado de seda y oro, cual
corresponde a un peruano que en el apellido trae la insignia Roca Rey.
Encuentro similitud entre ambos comenzando en que los dos
están en el mundo de los negocios, uno en el de la religión y el otro en el de
la Fiesta Brava, en el entorno de ‘Papa Curro’ la cosa llega a tal extremo al
grado que en la Catedral Metropolitana instalaron una máquina traga monedas, la
cual en trueque por el parné, le arroja desde sus entrañas, unas medallitas seguramente chinas, pero al fin y al cabo
medallas, con la efigie inmaculada, además en ese medio se maneja la presencia
o lenguaje de una paloma, de un cordero y desde luego de los borregos.
Igual en el mundo del
toreo tampoco falta el símbolo de la paloma ‘Del
cielo vienen bajando palomas blancas…’ letra del ‘Huapango Torero’ de Tomasito
Méndez y también recuerdo, aquella paloma blanca, que el inmenso pintor taurino
el maestro Cristóbal Álvarez, en un acto lleno de temeridad, le entregó a un
presidente de la república de mano dura, cuando el país estaba ensangrentado. Por
acá los animalitos también están presentes comenzando por el toro y sus degradaciones que llegan
hasta la pederastia, los caballitos que se pandean y los borreguitos inocentones
que están alineados al fanatismo del ‘Mártir de Galapagar’, el que por cierto
es oriundo de un lugarcito muy cercano al ‘Valle de los caídos’… bueno solo una
coincidencia.
Para la presentación de ambos personajes El Che y El Inca,
los boletos fueron codiciados, lo mismo en el cáliz de concreto, ese que del
nivel de la banqueta se mete hasta las
entrañas de la tierra y simultáneamente nomás que al revés se eleva hacia lo
celestial y que se le conoce como Plaza México, o en la Catedral donde los jardines abandonados
por años fueron empastados y sembrados de flores pa’ la ocasión, evento que
confundió a mi menda por esas palabras del ‘Papa Curro’ que nos traía un mensaje de paz cuando aquí lo
que rifa son los Cuernos de Chivo, y advirtió que no venía a ‘pasar la charola’
pues obvio si pa’ eso tiene a su cuadrilla a la que les dijo que ‘cuando miren a la gente lo hagan
de frente, que en esto no se necesita andar en lo oscurito’, además le recordó
que no son príncipes, pues pa’ ‘Príncipe’ Silverio Pérez.
Y bueno ya que andamos con los de las sotanas y los de las
coletas, unos pasajes del recuerdo en los que la fiesta fue referente
además pa’ no olvidar que los políticos y los del clero, no siempre
estuvieron unidos por el ‘Día de San Valentín’: Hace tiempo, un domingo en la
tarde el general Álvaro Obregón se dirigía al Toreo de la Condesa cuando sufrió
un atentado del que salió ileso, tiempecito después y ligado con aquel
aberrante acto el sacerdote católico y
actor intelectual de un crimen Miguel Agustín Pro, bendijo la pistola de un asesino y las bombas
con que sería acribillado el político sonorense (Roberto Cruz en la Revolución
Mexicana, Editorial Diana)
Ahora el eclesiástico mayor de la Ciudad de México con las manos llenas de polvo o ceniza,
rechaza la violencia y en cambio no explica ¿Por qué no se llenó la Plaza del
Zócalo para la presentación del ‘Papa Curro’, lo cual sea dicho sirvió de alivio o consuelo para la empresa de la Plaza
México, pues quedo demostrado que llenar
cualquier plaza en la capital ‘No es enchílame otra’, sobre todo cuando se
preferencían intereses alejados del pueblo, entre ellos la reventa, el exceso
de fuerza pública y muchas otras cosas como la desinformación oportuna y
precisa y ahora sí que como en el albero de Insurgentes nos ocultan por
capricho o temor a los toros hasta el último momento, acá le ocultaron a la
gente, le regatearon información y hasta la confundieron sobre el ‘Toro Grande’
en el ombligo de la ciudad.
Y ahora si vamos con Andrés
Roca Rey de quien hay que decir que llegó a tierra extranjera con la espada
desenvainada como también el ‘Papa Curro’ el que se refirió a esas tres
tentaciones de la riqueza, la vanidad y el orgullo con lo que ha de ver puesto
a parir chayotes a mucho más de uno de los que se visten de color obsidiana,
bueno volvamos con el torero éste quien
ha hecho votos de convencimiento, entrega y valor y con esos le va a bastar pa’
que muchos le besen el anillo.
Arturo Macías fue esta tarde del cursiliento 14 de
febrero, otro de los co- celebrantes y
tuvo el gesto de vía micrófonos brindarle al huésped del Vaticano,
cuando lo que debió de hacer es solicitarle un exorcismo pues en este altar
mayor hace tiempo que trae el santo de espaldas.
Sergio Flores a semejanza de Juan Diego le sigue
faltando presencia, dirección, empaque, determinación, pues tuvo todo pa’
llenar el ayate de peludas y rabos y se conformó con muy poco y como este escribano no es partidario que ningún ser
se arrodille ante otro y menos de los que se esconden en una caja que llaman
confesionario pa’ vomitar los temerosos e intimidadores pecados, solo recomendarle al tlaxcalteca que
se vea a futuro en donde tiene la disyuntiva de llegar como un torero
interesante o como un jornalero más.
Toros de Barralba algunos con porte y atributos como para
verse ido sin hartos retazos en una tarde en que la afición esperaba mucho más
incluyendo un toro de regalo con el cual se les hizo bolas el engrudo.
‘La Fiesta Brava es un arte católico’. Autor; Pepe Alameda.
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