jueves, 15 de octubre de 2020

A morir o morirse

 BARDO DE LA TAURINA

Arte Ángel Bernal


La Fiesta es un derecho, la afición una elección

Juan Luis Silis – Paulo Campero – Luis Conrado

La palabra, la religión, la comida,  la lectura,  la educación a  los hijos, el amor, la libertad de prensa, las fiestas populares, son un derecho de los ciudadanos y el elegir que le gusta a  cada quien es muy del gusto de las personas, y no estará condicionado que las preferencias de cada uno dependan del gusto de los otros, es mas no sé ni siquiera si hay que respetarlas o simplemente con ignorarlas es suficiente, cuando menos es más práctico, porque a final de cuentas que le importa a uno que el vecino vaya y se arrodille ante una imagen del negrito Fray Martín de Porres o  del bigotón  Jesús Malverde, cada quien con su blazer el que más le acomode mejor.

Taurinamente aplicaría muy bien eso de que; ‘La Fiesta es un derecho, y la afición una elección’, la frase o cita salió echándome el otro día unos tacos, ahora que los anti taurinos me están sonsacando pa’ que me les una como chapulín  a propósito de los tacos les decía que porque mejor no protegen a los marranos porque cuando les meten el puñal por el sobaco los cerdos gruñen o gurrean de una manera espantosa como si les estuviera doliendo hasta las pezuñas, y la respuesta fue -Es que si no se les matara pues no comeríamos unos deliciosos tacos de carnitas- ¡ah!, pues entonces es igual con el mole porque cuando les retuercen el pescuezo cacaraquean o cloquean muy canijo, las gallinas.

¿Entonces por qué se ocupan tanto de los toros y no de los rastros?, ¿por una moda? -Es que son obligados a sufrir-, ¿entonces no están contra el arte? sino contra el sufrimiento,  ¿o no será que como dentro de la Fiesta Brava  hay tanto exhibicionismo, que ustedes quieren parecerse a ellos?

En esa estaba cuando uno de los seres más cultos en lo global que es el Lic.  Luis Eduardo Maya Lora el progenitor de *Maximiliano de América,  gentilmente dio respuesta a la pregunta de ¿qué le parecía eso de que ‘La Fiesta es un derecho, y la afición una elección’?,  cito su respuesta tal cual por ser una invitación a la reflexión, -El arte en el más amplio sentido, más que un derecho, es una condición de la naturaleza humana… aficionarte a cierto espacio del arte es del tamaño de la sensibilidad personal que deriva de la libertad de espíritu. Que la naturaleza humana aun encarcelada físicamente sigue siendo libre de pensar y sentir ahí está la raíz del arte.-

*´Maximiliano de Habsburgo y las Corridas de Toros´; Gaceta Taurina una estela sobre la mar de la cultura, ábrala y navegue por donde los ignorantes sucumben por falta de academia. https://www.bibliotoro.com/gacetas

 


Bueno volvamos con el sufrimiento preguntándonos ¿Por qué mejor no atacar a los padrotes, lenones, cinturitas, a las madrotas que hacen sufrir más a seres humanos y que hay más en cantidad y que como centro de atención atraería más reflectores esa lucha , ya casi de despedida de ésta charla quisiera dejar una reflexión o resumen que sería la siguiente de todas las actividades; Religión, lectura,  amor, tacos de carnitas, de mole, la Fiesta de Toros es la menos popular o la más débil y la que tal vez la más chocante la hemos vuelto por la distorsionada que la tenemos, al grado que hoy su enseñanza ya casi puede aplicar pa’ materia de primaria,  pa’ disciplina logística o hasta pa guardería de infantes a la que no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa y se le ha protegido más que a una quinceañera con ‘Trojan’, por eso hace treinta años que no nace más de un racimo de toreros autóctonos, en una tierra fértil donde permea la pobreza, la vagancia, la golfería , la bohemia que tanto abonan para la efervescencia torera.

Y sí, es que la Fiesta como la propia naturaleza, es variante y con ella todo cambia incluso nosotros mismos en los tendidos, pero nunca lo suficiente como pa’ que esto dé un vuelco tan marcado que de  la semilla no quede nada, hoy las circunstancias ciertamente son otras, dentro de las diversas formas o corrientes que hoy se estilan en este negocio llamado Fiesta de Toros, Toreros y Tendidos, al estilo digital, donde lo primero que está desapareciendo es el ¡Olé!, la respuesta del PPE (Pago por evento) no la sabemos, porque seguro debe andar en números rojos, práctica ésta la que en mucho de su efectividad depende de los anuncios (banners) que contratan en los portales convencionales, pero que siempre estará coja sino viene acompañada de los textos de las plumas de alto impacto que siempre son las que inclinan la balanza para un lado o para el otro y qué  paradójicamente cuando los escritores o periodistas no se ocupan de los eventos el ánimo de la gente empieza a disminuir.

 


Los toreros de verdad

Hasta ahora en lo que hemos visto los carteles  anunciados, salvo dos casos soportados por dos españoles Daniel Luque y Saúl Jiménez Fortes, los demás los han conformados con locales recurrentes, lo que nos da a pensar ¿qué sucedería si nos presentaran un cartel integrado por  matadores  no del ¡HOLA! (¡HOLE!) donde las caras son las mismas sino con toreros de la legua (a los que no se les han dado oportunidades y solo de vez en cuando se les usa pa’ rellenar) de esos ‘Perros de Caza’ como Paulo Campero y Luis Conrado alacranes que al que tienen junto desde el patio de cuadrillas le saltan  a sus  cuellos  blancos almidonados con  Faultlessl,  toreros que no se saludan de besito en la mejilla y que no traen entre el chaleco el IPhone 12 Pro, esos toreros canijos son de los que van a llegar a la camionera  del pueblo y de ahí a pincel haciendo el convite a la plaza con el cigarro entre los labios pa’ apaciguar las tripas rugientes de hambre y no me refiero a la de la panza sino a la del alma, la que rechina en silencio con más intensidad que una tormenta, porque cada uno de ellos es un drama, no personal sino de la sociedad porque el toreo es parte de nuestro entorno, es piel sobre la piel de la patria popular.

En los corrales los de Atenco, los de Zacatepec o cualquier encierro de esos del ‘Valle del Terror’, la gente desde antes del festejo va a poder convivir con ellos porque seguro estarán en la banqueta boleándose ellos mismos sus zapatillas, terminando de vender boletos pa’ ayudarse al pago de los toros o terminando de embarrar de engrudo sus avíos porque estos ni a ‘Mozo de espada llegan’, ni menos a la ridiculez de tener a su jefa (a) de prensa como esos novilleretines que ni siquiera han debutado en un congal, y de chayote, sobre, embutes o chantajes ni pensar.

Esos toreros de capote cañón como Paulo Campero y Luis Conrado son de los que de uno de ellos un día en Arroyo una gachí me pregunto ¿oiga señor?, no soy señor, soy un ‘Señorito viejo’, ¿ese torero como que esta encorbadito?, ¡No! señora lo que pasa es que le arrastran los cojones, ¿pues a ver si me lo presenta?, esos son los toreros que se necesitan pa’ que la gente vuelva a las plazas. ¿Hace cuánto que no vemos que un matador se gane el derecho de pasar el capote pa’ hacer el plato con las monedas, billetes y hasta una chamarra de piel como la que le aventaron a Conrado en la plaza tlalpeña a la que puso de cabeza con su valor y enjundia indomables.

El cartel que desde luego sería pintado por alguno de los pintores cumbres pa’ que sean pegados en las paredes de piso a techo, incluso por los mismos toreros, debería decir ‘Toros cinqueños y con media tonelada (pues dicen; que en el campo sobran toros) en puntas sin haber sido serruchados’ pa’ una corrida que huela a cloroformo lidiada por toreros dispuestos a hacerse figuras o mártires, donde en lugar de partir plaza a los acordes del “Cielo Andaluz’, se partirá   con la versión en pasodoble de “La vida no vale nada”, y que ningún despistado nos vaya a salir con que ya se acabaron los toreros de la legua, porque lo mandamos a ‘Los Dos Búhos’, se murió Carmelo Pérez,  “El Maligno’, “El Callao”, “El Pana” y la Fiesta de diferente manera ahí sigue, con bastón, con bordón o en patineta pero ahí continua, eso sí, a resbalones.

Y desde luego que los toros morirán a espada y las orejas se las cortaran aunque sea con los dientes o rasguños, pero de que se las llevan a casa pa’ el guisado ni duda,  una vez que hayan escenificado en todos los toros duelos de quites y de banderillas y de suertes variadas porque estos no son toreros de troquel,  eso sí,  la empresa les deberá garantizar repetir a los toreros triunfadores y si los toreros de focoquitos  los de apoderados de lujo, clubs de fans, que se hablan con diminutivos con los de los micrófonos, se negaran a alternar con ellos, pues ni modo por no decir que ni falta hace.

 Pues a jalar a algunos otros toreros de los olvidados y desde luego pensar en Juan  Luis Silis que ya sabe lo que es la muerte y también sabe y tiene la vivencia de cuando la parca le ha pelado los dientes, en el toreo y en la vida, que la de él en particular es pa’ la pantalla cinematográfica, no nos hemos dado cuenta o más bien los empresarios que Juan Luis Silis, es un personaje de novela de esos como el ‘Púas Olivares’ a los que el maestro  de Tulancingo Ricardo Garibay puso en las pantallas, y sí, es que este torero en verdad ha pasado por el espinadero del diablo, chingándose el lomo al rayo del sol o con los copos de nieve con la esperanza en cada trazo maduro que da ante la escenografía del aire, sirva de algo,  porque es un ser no nada más vivo sino resucitado y eso no cualquiera, él cómo José Tomas a los que si la vida y la muerte les negó la oportunidad de la trascendencia a la leyenda que nació en el albero y continuo en los quirófanos, pues ahí que dársela en el ruedo porque ese tintero todavía tiene mucha tinta y sobretodo mucha madurez como pa’ saber que en esto del toro todos tienen que poner.

Veo con lamentación que en México no existan publicistas taurinos que aunados a la falta de visión empresarial han dado al traste con los prospectos que  tenían patas pa’ gallo, tan es así que desde la época de Adolfo Guzmán con Valente Arellano, ningún torero vía la publicidad nos ha metido a la plaza, que lástima que nadie se haya percatado como ‘El Pipo’ hizo crecer al ‘El Cordobés’ o como últimamente ‘El Juli’ y Juan José Padilla se fueron a la estratosfera vía la publicidad.

¡Silis el  milagro de Vivir!

Hoy la Fiesta en mucho necesita reinventarse adecuarse comenzando por sus costos que por citar en el caso del ganado hoy se ha ido a la baja, antes un toro de lidia costaba decenas de miles de pesos, hoy un toro de 500 kilos  se reduce su valor al peso que dé en canal después de la merma que bien puede ser tan sustancial que los quinientos kilos se anduvieran reduciendo estrepitosamente una vez que se les quite el peso de los cuernos, la piel, las pezuñas, las vísceras, la sangre, la orina, y eso se multiplica por lo que pagan en el rastro por kilos, ¡eso!, es lo que vale un toro de lidia. Aguas empresarios y organizadores de corridas, no se las vayan a dejar caer. Hoy un toro vale menos que una bicicleta.

Otro adecuación que se le puede dar a la Fiesta es que en el palco de usía  estén algunas de las mujeres más entronas, fajadas, conocedoras de este ambiente como “Miss Sarajevo”  o la más clara en claridez y en observación de por menores y en mayores que lo es la señora Miriam Cardona de Maya, ¿Por qué los palcos tienen que seguir siendo obsoletos? pues porque es una especialidad que se ha atortugado o avestruzado,  referente a las  trasmisiones deberían de ser abiertas pa’ todos los que gusten expandir la Fiesta a través de la Rosa de los vientos con la única condición de que no lo hagan a través de un NOKIA porque ya estamos hasta el cepillo de improvisados, un juez de callejón a semejanza del Dr. Samuel Rosete pa’ evitar la tragedia que viene pronto que es la de un muerto en el callejón y ya estuvo, y a los toreros que no solo, no convenzan sino que no conmuevan, pues a cargar bultos a Walmart o a colarse a algún monopolio donde la jornalería se paga con y sin entrega.

Y el parné de los matadores íntegro pa’ ellos, sin condicionarlo a que lo compartan con los subalternos porque en esto cada quien tiene que ganarse su Flit.

Esta modalidad de dar toros con corridas a lo clásico con algunas adaptaciones, como lo manda la tradición popular hace años que las empresas la han dejado de lado y como resultado la gente se ha alejado de los festejos, volvamos a la semilla donde nacen los ídolos en las entrañas del pueblo, porque la Fiesta mientras siga siendo elitista pa’ los monopolios de empresarios, ganaderos y toreros,  va a seguir como la sífilis apestando a podrido.

 

 

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