Hay crónicas y
conferencias que han sido tan claridosas que el paso del tiempo como si fuera
emulsión de Scott las hace crecer, tal es el caso de aquella charla charlada
que brindo la maestra shakesperiana y tauromaquiana Doña Gabriela García
Padilla entorno a una exposición que en
la marquesina de la revista ‘Tiempo’ en
1943 fue bautizada como ‘La crónica taurina pagada’ y en cuya disertación en el
2004 la dama de la cultura escribió
cosas interesantes como cuando decía que la ‘victima’ era el torero, cuando
ahora lo es el público que es engañado por el ‘chafaldrismo’ al que algunos
medios le han dado entrada y desde luego las redes sociales que son escenario
fértil para esa orgia nociva que se conoce como el ‘libre opinometro’ y en la
que solo contadas opiniones no son dañinas.
Antes de la mitad del siglo viejo inmediato,
cuando Doña Gabriela se refiere (cito
textual) ‘Se formó la Unión de Cronistas Taurinos, con el propósito de cerrarle
la puerta a los arribistas y extraños’, y también dice ‘que quedaron afiliadas
las plumas libres’, en otro párrafo se lee ‘que los toreros se gastaban el
dinero en comprar a la prensa’, hoy esto no creo que ocurra como tal, por la
razón de que salvo contadísimos periodistas (que los tengo por limpios) tienen
peso como pa’ influir en la gente, luego se refiere a pagos por ‘publicidad’
(viene con comillas).
Y esto nos lleva a
referirnos a lo que hoy está sucediendo vía el pago de publicidad, que quienes
la contratan son las empresas, lo cual es muy licito, necesario y por ello
plausible, más lo grave de todo esto es que a la par ha estado surgiendo la
figura de los llamados incensarios o turíbulos melcocheros que como no son
individuos dotados del arte del bien decir o escribir, están confundiendo un
digno y reconocido trabajo que es el de la publicidad en su forma más pura y se
están desbordando en falsos halagos, exageraciones, mentiras, con las que creen,
por su inseguridad, quedar bien con quien les paga, y es ahí empresas, donde
están creando el surgimiento de un peligro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario