Un gusto muy personal

BARDO DE LA TAURINA

¡Qué bárbaro!, estás chalado, eres un loco, ¿de dónde sacas eso?, ¿pero cómo se te ocurre?, al manicomio… expresiones que cuando no las escucho, no solo las extraño sino que me empiezo a preocupar y es que son señal de que mis letras no están despertando interés y de ahí a pasar desapercibidas ni trecho existe, las letras que al amparo de lo taurino se escriben, son pa’ ser leídas, para comentarse, pa’ despertar interés, controversia, incluso pa’ llevar a la reflexión o hasta la maldición y aún a la prohibición, y  es que ésta es una Fiesta Brava que lleva de la mano el  levantar ámpula, aquí el escándalo rifa y siempre será mejor que la indiferencia de pasar desapercibido, lo que es tanto como engordar el montón del granel, con más de lo mismo pues unas son las mazorcas que van a dar a los chiqueros, que pasan a ser rastrojos de desecho y otra cosa son las hojuelas dorada de los Kellogg’s.

Ahora con esto del twitter y  de las redes me estoy animando a escribir ¿y eso? Es que mi padre fue torero ¡Olé! ¿Es usted hija de Manolete?, ¿o no me diga? hermanita de Miguelito Bosé y al tomar el olivo alcance a escuchar -mire lo voy hacer mi amigo en el Facebook, ¿y yo porque? pensé, desde luego respetando el género de la persona que lo pudo ser de ese, del otro o del otro da igual, el chaleco es el mismo, aquí la procedencia o de quien se descienda da igual, aceptando que  ayuda el entorno en el que uno se haya desarrollado, pero hasta ahí, el periodismo es algo de vocación jamás de esnobismo y muchísimo menos es, el usurparlo pa’ conseguir una acreditación, una invitación a un evento lo que tristemente consiguen los piratas mediante el uso de la lengua larga, no pa’ largar si no pa’ lamer las suelas de los zapatos de otros muchas veces improvisados jefes de Prensa, que como no tienen idea de lo que es la Prensa y los Medios en general, reparten los cartones enmicados a diestra y siniestra.

Pero volvamos al gusto  que ocasiona el que un periodista o comunicador serio, prestigiado, respetado con el paso del tiempo tome o se ocupe por mera casualidad, por instinto, por conocimiento, por preocupación o por lo que usted guste de un tema que con anterioridad haya sido abordado o ventilado aquí, aclarando que esto por lo general se da sin que exista la más mínima conexión entre un periodista o el otro, tal es el caso de lo recién publicado en España  por Don Carlos Bueno (a quién no tengo el gusto de conocer), en Burladero.TV, con fecha 12 de marzo de 2019,  bajo el enunciado de ‘Tarjeta Roja’ –Me decía un amigo que a algunos matadores habría que sacarles tarjeta roja. (Por favor léanlo, vale mucho la pena y sigan a ese medio y en particular a Don Carlos Bueno).

 Cuando escribí tiempo atrás algo referente a que no se debería de permitir que  algunos vacunos y algunos coletudos  que son menos atractivos que un chamoy en el desierto del Sahara o inméritos aparecieran anunciados en todas las plazas, tarde tras tarde, fraude tras fraude, fui  satanizado por taurinos  y empresarios  de la fracción de los que  de  su fiesta han hecho una jornalería aburrida, insípida y cada vez menos concurrida, donde cuando menos a esos empresarios se les debería de obligar a que sus carteles lleven un sello que diga ‘Corrida al estilo o tipo Fiesta Brava, como a ese pescado navideño que le ponen tipo bacalao  y pregunto ahora que en España se tocó el tema ¿seré absuelto de la hoguera?

Y aquí más que oportuno viene el retomar la posibilidad del alumbramiento del sistema AYCT,  ‘Asesoría y Calificadora Taurina’, donde el público podrá ingresar mediante una liga que le dirá a usted tal ganadería lidio el último año tantos toros, en tales plazas, con estos resultados que van de la bravura al trapío, la edad y las características que exhibieron en el ruedo, los datos vendrán con fotografías valorativas, se incluirán a toreros con el valor de las orejas que recibieron y su realidad en cada aparición, y así lo concerniente a empresas, jueces, comunicadores, para que mediante este programa la gente sepa  que  puede esperar de asistir a cada evento, e incluso el grado de credibilidad de cada medio que lo vaya a reseñar, ¡Espérelo!