martes, 30 de noviembre de 2010

28 de Noviembre del 2010

Humberto Flores, un presente,
Luis Spota y  ‘La Bandida’
en los recuerdos.

Han existido brillantísimos escritores que a través de sus primogénitos de papel y tinta han plasmado la cruda realidad de la Fiesta Brava en forma descarnada, pero no por ello plena de realidad y uno de ellos sin duda lo fue el maestro Luis Spota quién escribiera en 1950 una de las novelas clásicas de nuestra torería ‘Mas Cornadas da el Hambre’ la que por cierto el año de su publicación obtuvo el premio editorial ‘Ciudad de México’.

Por cierto esta novela que todos seguramente hemos leído  y si no,  hay que abocarse a ello de inmediato y por cierto ya que estamos empezando a emerger en la novela de la legua, ¿Había escuchado usted taurino, qué los primeros capítulos de la misma no fueron escritos por el propio Spota sino por Rafael Ramírez Heredia ‘El Rayo Macoy’? De quién se dice encarriló el libro en sus primeros tres o cuatro capítulos, lo que a mi no me consta y por ello se lo pregunto, pero bueno a final de cuentas a la gloria se va solo y así por siempre el legendario autor de la susodicha novela, lo será Luis Spota.

A propósito de ella yo más bien creo que la trama de la misma es la narrativa de una historia real, nada más que novelada,  esto lo supongo porque hasta donde me ha dado la vivencia y la investigación casi todos los actores que ahí aparecen son reales y sus vidas en algunos pasajes sirvieron para darle vivencia a los personajes y a los sitios donde se realizaron, veamos por ejemplo; Luis Ortega que en si se puede considerar el personaje central corresponde a un novillero así apellidado oriundo de Chihuahua, ‘Pancho Camioneto’, no es otro que, el famoso Jesús ‘El Ciego’ Muñoz quién encarna otro personaje con su verdadero nombre, ‘Rafaelillo’ obviamente era Rafael Gil ‘Rafaelillo’ también conocido como Rafael ‘De Portugués’, Don Paco el amariconado mecenas  de torerillos no es otro que ‘Don Dificultades’, Maria Valente la torerilla que juega el papel de la novia de Luis Ortega y que termina siendo padroteada por ‘Rafaelillo’ fue una suripanta de la legendaria Casa de Graciela Olmos mejor conocida como ‘La Bandida’ donde la gachí usaba el sobrenombre de ‘Mapy’.

Permítaseme ya que de baranda he citado a Graciela Olmos decirle que su famoso apodo lo toma de un revolucionario que era su machín y a quién en la bola lo conocían como ‘El Bandido’ y hablando de ‘La Bandida’ no puedo dejar de recordar que ella fue la compositora del pasodoble ‘Soldadito Valiente’ el cual le compuso a su torero predilecto que lo era Luis Castro ‘El Soldado’ el que hasta de luces llego a vestirse en el prostíbulo y hablando de toreros que frecuentaban esa famosísima ‘Casa de Putas’ uno que mucho admiró a la matrona fue Manuel Rodríguez Sánchez ‘El Monstro de Córdoba’ por cierto que ‘Manolete’ le regalo una finísima guitarra española a ‘La Bandida’ la que a su vez un día se la entregó a Marco Antonio Muñiz’ diciéndole <Toma esta guitarra y lárgate de aquí para que te hagas figura de la cantada pues sino lo haces en este momento no vas a pasar de ser un cantantito de burdel>

Bueno regresemos con los personajes de ‘Mas Cornadas da el Hambre’ el empresario, pues quien más que el mismísimo Doctor Alfonso Gaona, el charlot del Café Tupinamba y del Cantonés, entre otros lo fue ‘El Poeta Morales’ aquel que declamaba <El capote arrastrado, la mano baja, del tercio a los medios, la pata adelante, la cintura torera, la quijada rítmica, acompañando el viaje y si es posible el toro chico y el billete grande y si no se puede, pues como salga>.

Y de los personajes reales que aparecen con sus verdaderos nombres resaltan desde luego Lorenzo Garza ‘El Ave de las Tempestades’ al que en la novela se le tiro de espontaneo Luis Ortega, Luis Procuna ‘ El Berrendito de San Juan’ el ya citado Luis Castro ‘El Torero de Mixcoac’ Gregorio García el más majo de los toreros, bueno eso no lo digo yo, lo dijo Doña Gloria Rizo ‘La Reina de los Toreros’ que ha sido la dama que más ha sabido de hombrones que se visten de seda y oro y ya encarrilado y habiendo tocado de baranda a estos personajes les diré que Doña Gloria Rizo a quién le decían ‘La Oreja de Oro’ eso porque todos los toreros la deseaban y cuya popularidad fue tal, que en ninguna plaza de toros del mundo pago un boleto, además de que su belleza era tal, coronada por el áureo de su cabellera y el mar azul turquesa que aprisionaba en sus ojazos, que el día que se inauguro La Plaza México, cuando María Félix se percató que por una escalerilla adjunta a la que usaría la ‘Doña’ para bajar a su barrera lo hacia Gloria Rizo, la sonorense ‘se tapo’ para no correr el riesgo de ser arrollada por la belleza de Doña Gloria, la que me platicó que un día ‘El Soldado’ no llegaba a una cita de amor que tenia con la rubia aguascalentense y a ésta le latió que el torero estaba enchiquerado en la Casa de la Bandida, como en efecto fue,  por lo que Doña Gloria se traslado hasta la calle de Durango, ahí enfrente del Toreo de la Condesa y se percato que a las puertas de ‘La casa de citas’ se hallaba estacionado el flamante automóvil descapotado de Luis Castro en  cuya cajuela por cierto el matador siempre cargaba un smoking por lo que pudiera ofrecerse, pero bueno, fue tal el coraje de nuestra Gloria, que  se fue a la gasolinera ‘El Capitán’  que se ubicaba también en La  Condesa, compró un bote de gasolina se regresó a la casa de La Bandida roció con el flamable  líquido el lujoso automóvil de ‘El Soldado’ y le prendió fuego ante el asombro de ‘El Indio Jiménez’ que era el portero de aquella ‘Casa Santa’ de cantera y puerta de hierro <Gloria, ¿y que hizo el matador cuando vio su carro arder?>  <Se encabrono tanto al tiempo que maldecía a grito pelado, no  se si la perdida del auto o mi risa> ¡Ah que recuerdos tan maravillosos! pero mucho mas grandes los personajes que los escenificaron.

Ya por andar metido entre tanta nostalgia, se me andaba pasando expresar que todo esto vino porque cada vez que leo a Luis Spota  se me reviven las mil peripecias y dramáticas cornadas que ha sufrido Humberto Flores en busca de un sitio que se le esconde a cada rato o que más bien no ha acabado de hallar, no obstante muchos bonos a su favor y otros que no le suman y es así, que cada vez que Humberto torea, florece la flor de la esperanza, pero parecería  que no da retoños aunque el domingo último en La Plaza México Humberto  mostró  ese otro lado que en ‘Capiruchilandia’ no se le conocía y que es la fragancia fina, la cual seguramente la tenia añejando pero mucho mas lejos de eso debe de pasar por sus reflexiones el como capitalizar de una vez para siempre ésta cosecha y es que a fuerza de ser sinceros, el pópulo esta vez ya no le respondió pues sembró el graderío de cemento, pero ya viene otra, tal vez más pronto de lo que se imagina, por lo que Flores deberá de tomar conciencia ‘Que más cornadas da El Hambre Anímica’ y como ahora se libro de ese trance aunque los diablillos de la conciencia le estén diciendo que debió de vapulear más la enjundia en el segundo, de alguna manera salió bien librado y ahora retornara no como siempre en busaca de la revancha que le producen las carnes abiertas, no, ahora vendrá a terminar lo que dejo inconcluso y como eso me emociona, pues los turrones solo me los como, con su faena.

Y bueno por  no dejar diré que Alejandro Talavante escogió el escenario más grande del mundo para mandar al carajo el disfraz ‘Tomasino’ que muchos le han querido endilgar y como a mi me cuadra la gente auténtica, pues saco mi paliacate para saludar a un torero que se convertirá en un consentido de México y ya que tengo afuera el trapo rojo, aprovecho para despedir al otro del cartel, a Mario Aguilar, al que algunos llaman ‘El Chamaco de oro’ será de oropel más bien, el que se había ido a España para dar el estirón y regreso más arrugado que mi paliacate después de sonarme.

Bardo de  la Taurina
El domingo,  que murió noviembre, del año 10

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