lunes, 20 de diciembre de 2010

Sexta de la Temporada Diciembre 5 - 2010

A como sea el francés Sebastián Castellá le devolvió la pasión a la Fiesta Azteca.
Gitano mayor Joaquín Rodríguez ‘Cagancho’
Por estas fechas en el que el fanatismo de los profesadores se desborda por una imagen virginal de ascendencia Española que en 1326 se la había ‘aperecido’ a un pastor que buscaba a su vaca extraviada  y le pidió que le levantara una iglesia <Cáceres España> (¿Alguna duda que las figuras desde siempre nos llegan de España?)
No podría yo dejar de subrayar mi culto a la amistad que  desborda ese gran taurino  que certifica su nombre como Don Gabriel Lejtik González  del que su sangre por el caudal paterno nos llegó de Rusia previa escala histórica en Argentina, usted Maestro Gitano Joaquín Rodríguez ‘Cagancho’  se estará preguntando ¿y por que eso de histórico? pues porque le platicaré que cuando los judíos rusos llegaban a la tierra de Perón & Evita no se registraban, ni menos lo hacían con sus críos que nacían a la sombra de la leyenda de Martin Fierro, esto obedecía al temor de que fueran deportados o algo peor, mas el padre de Don Gabriel Lejtik tuvo el valor como torero valiente de ser el primer judío que se registro oficialmente por aquellas tierras ¿Dígame si eso no es algo histórico? Como también lo es que Don Gabriel sea hijo de una de las mujeres mas guapas y distinguidas que ha dado Guadalajara, por cierto era tal la belleza y la personalidad de Doña Gracielita González Dávalos que dictaba moda en aquellos años en la ‘Perla de Occidente’ donde las mujeres  primorosas eran una constante, pero no se crea que su fama ahí quedaba ‘Na’de eso’ pues la doña, día tras día, cuando las manecillas del reloj se abrazaban se servía un jarrito tequilero y se metía a guisar  siete platillos regionales para  que  fueran lidiados en faena de lujo por la parentela y los allegados que echaron a volar su fama ¡Esa si  era una mujer de bandera!
Y ya que de baranda le he dado aplicación a la palabra personalidad ¡Me cae de madre! que ninguna como la suya gitano en la que en adulación a ella, una tarde que usted apenas asomaba  por la ‘Puerta de Toreros’ dijo su progenitora  <Con esa Percha que tiene mi niño ¿todavía quieren que además toree? ¡No jodais!> hablando de perchas siempre habrá que recordarle con sus trajes o en tonos muy pasteles o muy oscuros, negros, azules marinos, y los malditos granas con los que los diamantes en dos ocasiones le partieron sus carnes morunas y por ello jamás los volvió a lucir.
Oiga maestro yo siempre me he preguntado ¿Si usted fue tan grande dentro de los alberos como lo fue fuera de ellos? pues mire eso de haber llegado a ser ‘El Asesor oficial Taurino del Presidente de la República’ ¡Solo usted! ¿Se recuerda como se dio aquel suceso? Cuando eran tiempos en que usted andaba corto de parné, pero como su viveza era tan grande como su fama  y sabedor de la afición que el Licenciado Adolfo López Mateos guardaba por las corridas de toros, además de ser ‘El Presidente amigo’ pues se las ingenio para que a través de sus muy cuates como Don Carlos Trouyet ‘El Coyote de oro’ que aparte de ser el mero, mero, petatero de Teléfonos de México, también fue ganadero de la dehesa de ‘San Carlos’ la que creo se la compro en breña y bravo a Pepe Ortiz el  ‘Orfebre Tapatío’ y de la cual usted fue administrador, bueno el caso fue que la cita para ser recibido en sesión de acuerdo presidencial se concreto previo a lo cual usted apersono su percha en la siempre histórica Cantina del Nivel en cuya barra destartalada  oliente a orines y desinfectante barato, consiguió que le fiaran unos traguitos ‘Pa’ eso del valor’ la reunión con Don Adolfo concluyó, sus pasos gitanos se encaminaron hacía la cantina en Moneda y Seminario enfrentito de Palacio Nacional y con esa voz tan cachondamente agitanada hasta rayar en la seducción, ordenó <Ahora si, una botella de brandy y viandas a lo grande, que están ustedes ante el Asesor Taurino del Presidente de la República>, me recuerdo que esto lo platicó una tarde en que le ahorcaba las mulas de seises a los adinerados y todavía se daba el lujo de jactarse que antes de salir de aquel encuentro en Palacio Nacional ‘tuvo la gitanería’ (aquí le llamamos cinismo) de solicitarle al ‘preciso unas monedas para poder ir entrando en funciones y no obstante de ello, aparte quedo a deber la botella del elixir de uvas jerezana ¡Era usted un Tío con toda la barba!, Olé , Olé y Olé.
Y también recuerdo Maestro ‘Cagancho’ que en unas de aquellas tarde de dominó que por años se multiplicaron en las que usted alternaba,  les dio por hablar de sus aventuras de extranjería y echando la mente pa’ atrás hacía referencia a aquello cuando por medio de Dolores del Río fue convidado a trabajar unas escenas en Hollywood en donde el director le indicó después de la bienvenida y los brindis con burbujas champañeras, que usted se debería de presentar en el set al día siguiente muy, muy de mañana y es en ese momento fue cuando usted acuño para la inmortalidad su famosa frase <Trabajo que no da pa’ levantarse a las doce del día, no es trabajo.>
Otra más de sus gitanadas cuando alguien le pregunta ¿Si usted hablaba inglés? Y con voz sorprendida, contesta <Ni Dios lo permita> y que tal aquella aventura cuando usted fue a dar cátedra gitana a Tijuana y como le agarró tanto saborcillo al ‘Wiky’ se cruzó al otro lado donde se compró una caja y al pasar la línea (frontera) un Vista le preguntó ¿Qué era lo que contenía la caja? Y usted al desdén le contesto ¡Pué Agua! El oficial pidió abrir la caja de marras y descubrir que en ella venían doce botellas de Whisky inquirió ¿No que era agua? Y usted con esa su gitanería exclamo <Osu que se ha convertido en Agua Bendita… ¡Milagro, Milagro!> más como no recordar una ocasión que estando usted en casa miró una fotografía familiar detenidamente y me dijo a través de sus ojazos verdes jade <Nunca trates de hacer a un hijo torero por obligación o por gusto de padre, a lo que yo le conteste ¿y su hijo Joaquinillo? Y sin pensarlo exclamó ¡Ese no es un hombre!, ¡Ese es un Gitano!>
¡Ay Maestro! ya casi el tiempo me quiebra y no le he platicado que ésta tarde retorno a  La Plaza México el torero ‘Napoleónico’ Sebastián Castellá, como por ahí, en su encíclica semanal lo llamara ‘Puntillero’ del que sin empacho digo que es un ‘Mounstro’ en taurinismo, cultura y pasión ¡Bueno Don Joaquín! Pa’ el caso, es que este Sebastián Castellá  ha armado ‘La Marimorena’ con su aparición en la Plaza México, en contubernio o como sea, con el burel ‘Guadalupano’ y con el Juez el licenciado Jorge Ramos y créame maestro que lo que éstos tres artificies han provocado no es cosa menor, pues fíjese hasta donde las aguas se han salido de ‘madre’ que ya se han acuñado en torno a la faena del indulto frases preciosas como <Uno no se dedica a buscar el negrito en el arroz ¡Que tarea tan miserable!> de la autoría de la periodista y taurina Nadlleli Batista del portal ‘Opinión y Toros .com y también del programa ‘Toros y Toreros’ el que por cierto ya esta cumpliendo 38 años al aire, en la televisión, se escucharon algunas citas como <Aficionados Recalcitrantes e Intransigentes>, en el radio la cosa también ardió confusamente y bueno yo estoy tirado a la borrachera sentimental porque la ilustre y sabia taurina ‘La Juana de Arco de la Tauromaquia’ y disidente de los Bibliófilos Taurinos la maestra Doña Gabriela García Padilla me recalcó que conmigo <No se puede hablar de toros> (bueno espero que esto solo sea por cuestiones taurinas) y no porque ‘Los de abajo’ seamos algo más que ignorantes.

Pero usted se preguntara ¿Y a que viene tanto desmadre? Pues a que un figurón del toreo mundial llamado Sebastián Castella acuño una obra de Arte tan grande, como la propia plaza monumental, nada más que lo hizo en estado pecaminoso es decir ante un ‘Toro de Regalo’ ¡Maldito Pecado!, ¡Puritanos del infierno, habitantes de los renglones torcidos del toreo!,  luego el torete tenia los pitones abiertos como tetas desparramadas, además como el torero esa tarde había matado a sus dos mirruños con unos sablazos fundilleros pues no quiso arriesgarse a destaparle las almorranas al animal y toreó al publico y éste al juez y entre todos decidieron perdonarle la vida, pasando por alto los principios básicos que se requieren para que un toro sea indultado y esto en tierra ‘Guadalupana’ es un pecado, aunque con la omisión se le haya salvado la vida, a ‘Guadalupano’.
Y pa’ acabarla de rematar ahora ya se organizó una cruzada en contra del torero francés por la inmoralidad de que no se le dio la gana escribir su nombre en el club ‘De los cercenadores de rabos en la Plaza México’ así que antes que me mochen el mío, mejor me piro.
Desde el confesionario del Tepeyac
El Bardo de la Taurina.

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