Arte galeria Emiliano Gamero
La muerte, más allá de la palmada que es el hecho
consumado a través del cual los seres vivos dejan de estar vivos, es el chupinazo de los sentimientos y el manantial de los dolores, reacciones éstas
que se manifiestan en variadas expresiones y que son válidas cuando no se
fraguan y si estallan al son de los latidos del corazón y de los suspiros del
alma de los dolientes y aquí es oportuno decir que todos los vivientes tenemos
corazón, pero no todos tenemos expresión y más aún algunos los que poseen el
duende de la vena, la tienen pura como la lágrima de una infanta, candente como
el quemar que siente por dentro el amo y desgarradora como la del padre que se
abre en dualidad cual rejón de dos canales para
por sus heridas sentir el duelo que es crin de luto por quien ha partido
y desconsuelo por el hijo que hoy no encuentra consuelo, porque su ‘Cigala’ se
le transformo en Pegaso, que en sí, lo
era en vida y que hoy ha volado al albero de nunca jamás, dejando tras su
partir plaza, la flama eterna en tres
votivas que mientras vivan mantendrán viva la memoria, admiración y gratitud
con la unión que conjugan los Gamero, la nietecita Macarena, el hijo Emiliano y
el abuelo Guillermo, quien con la sensibilidad del que ha cabalgo por la vida
sobre los lomos equinos expresó en oración de réquiem ‘No murió un caballo,
murió un TORERO, siempre te recordare’
CUANTO AMARILLISMO Y EXHIBICIONISMO
Hay columnas que a
la primera no salen fluidas por el hecho de que el tema viene de origen sucio,
pestilente, deplorable y esos son los calificativos que se merecen los que
usaron las redes sociales para su exhibicionismo, que no es lo mismo que la información
veraz de los profesionales, esto con motivo del acontecer dentro de un ruedo que escenificó
Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’ el domingo último en la plaza Alberto Balderas de
Ciudad Lerdo, Durango. Cuando fue hasta la tierra algodonera a un festejo al
que nunca debió de haber ido, pues él es un
torero pinturero con alternativa, lo cual no es poca cosa y es que
ese blasón en México solo él lo tiene,
entonces la pregunta ¿Por qué ir a torear un festejo mixto al lado de un
principiante y todavía hacerlo con solo dos bureles?, ¿qué los casi cincuenta
años de andar en este galimatías de las cuernas y los treinta siete años de
doctorado no son suficiente aval?, cuando menos para alternar con un torero del
mismo grado y para ir como debe de ser con tres toros por coleta, pero eso es en lo taurino, y hoy estamos aquí para
señalar y reprobar la conducta amarillista y de notoriedad de entes que además ¿con
qué derecho se dirigen a un torero con esa cachondearía del tuteo?, luego la
enfermiza torpeza de creer que por haberlo visto un día a la distancia ya son su amigos ¡Qué pena! y como a estas personas
ni les interesa el matador, sino el exhibicionismo, solo decirles que
confundir, vanagloriar, pitonizar, usurpar y usar al caído en estos momentos es
de muy mal gusto y hasta de mala leche y
pa’ que se la metan en su conciencia que levanten la mano quienes estuvieron en
la encerrona del ‘Pana’ este mes de marzo en Texcoco, eso es haber apoyado al
torero como lo hicieron escasísimos
aficionados yendo a la plaza, retratándose en la taquilla, alentándolo en el
tendido, con la garganta sequita, con el pañuelo blanco en la mano, no apachurrando
teclas buscando llevar agua pa’ sus
molinos.
OTRA
LAMENTABLE
No la destaco porque
lo personal es precisamente eso, personal y porque las
esquelas deben de ser sobrias y también discretas, Ciudad de México abril 30 del
2016 deja de existir el hombre de múltiples
aristas Don Enrique Hernández Flores a los ochenta y ocho años de una vida que
fue de los ruedos a los micrófonos con un estilo muy propio, el de hacer
amigos. Misas Iglesia de Santa Mónica mayo 2 al 10, a las 19 hrs.
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