Muchos problemas
sobre un solo problema y como ese no se puede solucionar ni a corto ni mediano
plazo, pues todo lo demás es como un collar de perlas sin engarzar y así mismo
le está sucediendo a la fiesta en la capital, se quiere armar una obra de orfebrería en
donde para ello se necesitan insustituiblemente tres elementos que lo son; el
toro, los toreros, y el engarzador, salgámosle a ellos uno a uno, el primero
que lo es el toro, ahí está y ha salido con trapío holgado, aunque en la
primera y también en la otra de alguna forma la bravura no estuvo presente, más lo que le falló a la
empresa es el haber traído pa’ la inauguración, una de las ganaderías non
gratas pa’ los aficionados y lo mismo va suceder cuando menos con otra, pero bueno, si sale guapa y los dioses
españoles le bordan un mantón de manila, pues ya estuvo, el problema central es ¿cómo es que se quiere tener entradas robustas, cuando el toreo nacional en
este momento no cuenta con exponentes de
jalón? que son los que llevan gente al
graderío ¡no hay figuras, punto!, ¿de dónde
ahora la afición y la empresa quieren que la plaza se llene? hace décadas, aquí surgió después de muchos
años de picar piedra, un torero poderosón ‘Zotoluco’ y fue avanzando hasta que a fuerza
de estar ahí años y años, se le invistió como primera figura, ahora a un torero
cuña que lo es José Guadalupe Adame, se le está transfiriendo el bastón de relevo, meritorios los dos, pero pa’ llenar la plaza, explotar las pasiones, incluso
llegar a mandar, lo esencial es el arte,
la belleza, la pureza, la inspiración, la trasmisión, la percha, la
personalidad, la atracción, el carisma,
lo popular que junto con el valor y la técnica, son las esencias del toreo, cierto
es que son muchas las exigencias ¿pero de que estamos hablando? de figuras que
sean verdaderos imanes de graderío, cosa difícil porque esos seres, son excepcionales.
La actual empresa tiene un arquitecto que es el que ha trazado
este esfuerzo, más el Arq. Javier Sordo, sabe mejor que nadie, que aún grandes
obras en determinado momento, requirieron de rediseño como la misma Columna de
Independencia, máxime que este proyecto
que no está sólido y al cual ahora se le puso un ‘atractivo’, ese dé; ‘compras
un boleto pa’ el sábado y te damos uno pa’ el domingo´, ¿quién le dijo a la
empresa que la gente quiere ir a las dos fechas?, muchos aficionados no se van
a jugar la estabilidad familiar, la convivencia con los hijos, la comida tradicional
del fin de semana, para tener que ir a la plaza dos días seguidos, ¿Por qué me van a obligar a
ello?, ¿pa ’que el prorrateo salga a
mitad? y si solo se va a una, vamos a pensar que nos salió más cara.
Ya olvidémonos de
esos llenos que son historia, pues los toreros
mexicanos que los producían ya no están y más aún sus relevos ni
siquiera han nacido, con la excepción y la posibilidad de sus imprevistos de Cristóbal Arenas ‘El Maletilla’,
¿pues que no vemos a los novilleros presentes? tres, cuatro y hasta ahí, matadores de buen nivel de cuño nuevo en los últimos cinco años salvo
Luis David Adame, no existen, ¿queremos realmente que la fiesta reviva en la
capital?, pues comiencen con la libertad abierta de carteles extranjerizados,
ya no sigamos empecinados en un nacionalismo machín, como también en llegar al grado de rasgarse las vestiduras por el solo
pensar en tocarle el copete al elefante blanco y como aficionados tomemos
conciencia de que la fiesta está dependiendo de que la nueva empresa, no mande
todo al demonio pues que ¿necesidad tienen los señorones de estar siendo
criticados, señalados y además perder sus dineros? y por otro lado persiste la incertidumbre
de que si los constituyentes y asambleístas, siguen afilando la guadaña. ¡Seamos Realistas!
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