domingo, 13 de noviembre de 2016

Solo Manzanares y el Trapío de Xajay se salvaron en el fin de semana de la inauguración.

  
La Ciudad de México ahora afronta la disyuntiva de tener que llevar al paredón retroactivamente a los promotores de las artes, por citar las que  recientemente le han brindado  al pueblo de México como lo fueron el  concierto del  español Placido Domingo, el cual lo brindó sin contraparte azteca, el Papa Francisco se presentó en el Zócalo sin ir en mano a mano con otro eclesiástico autóctono, ahora los mejores exponentes del arte taurino que son extranjeros, llegan a México y resulta que aflora el nacionalismo exacerbado y a los gustos, preferencias y hasta exigencias de la afición, les quieren pintar un violín, si así va hacer, las autoridades  deben de comenzar por aclarar ¿cuál será el proceder con los espectáculos que recientemente se presentaron? ¿les aplicaran multas retroactivas?, ¿ya nunca más gozaremos de manifestación de arte como el Ballet Bolshoi, el Cirque du Solei, el Holiday on Ice, las corridas con dos toreros extranjeros e incluso justas deportivas como la Formula 1, la NFL, el Red Bull Motocross? ¿El veto incluirá a los eventos  que patrocina el gobierno de la CDMX en el Zócalo?

 El solo pensar en aplicar una multa  en automático, requeriría la intervención de la Procuraduría de la Función Publica de la CDMX,  pues implícitamente se estaría aceptando que las autoridades capitalinas incurrieron o se excedieron en el uso de facultades al autorizar actividades que parece debieron ser castradas, satanizadas, excomulgadas en el nombre de la equidad y la democracia,  ello al conjuro de solo ¡México pa’ los Mexicanos!

Por vía de mientras en la Plaza México, el sábado en la que dicen ha sido la tarde inaugural más anoréxica que se recuerde, quedo visto y padecido el por qué el público  le saca la vuelta a algunas ganaderías que están anunciadas.

En lo torerístico:
 Eulalio López ‘Zotoluco’; confirmó porque se debió de haber guardado para la tarde de su despedida, máxime que se sabía que el encierro de Bernaldo de Quirós es por su naturaleza a contra estilo del toreo poderoso, ahora la gente ya no está con el ánimo de verle una tarde más, aunque sea la de su despedida.

José Mari Manzanares; el torero alicantino  toreando de salón, sin bravura enfrente, firmó una obra de arte, pureza y maestría como nunca antes lo había hecho en México, que aunque no fue un triunfo  le valió una oreja a manera de constancia por haber estado ahí y en la forma en que estuvo.

Alejandro Talavante; habrá que esperar hasta el 9 de diciembre para verlo junto con el francés Sebastián Castella, en uno de los carteles que están en tela de juicio, porque este sábado sus dos colaboradores auténticamente se convirtieron en sus enemigos ¿y pa’ que envalentonarse? si además hacía harto frio y ya era de noche.

Llegó el domingo, con una corrida de Xajay solvente en trapío pa’ que se la zumbaran dos toreros latinoamericanos, un mexicano  y un peruano, los cuales como todavía están lejos de ser figuras mundiales, debieron de pasar la verificación, que en sí, eso fueron los seis toros y que como verificadores estuvieron en su papel, exigiendo de principio lo básico que era que los entendieran, los lidiaran, les pudieran y como con ese tipo de bureles no rifa  ni el ‘brinco’ ni las trampitas, pues ambos toreadores tendrán que irse a la segunda vuelta y veamos porque.

Joselito Adame; está padeciendo lo mismo que le sucedió a Juan Diego cuando a chaleco lo quisieron elevar hasta arriba de los altares y eso pesa, sino que lo diga el rictus con el  que partió plaza denotando que la responsabilidad lo estaba incomodando, máxime que como paso un toro, otro y otro la trasmisión con el público fue bajando de octanaje y ahora la próxima tendrá que llegar no acelerado sino asentado y muy bien trajeado no solo pa’ ayudarle a la percha sino pa’ que lo que haga, que lo tiene que hacer, proyecte fuerte en el tendido.

Andrés Roca Rey; sigue en el camino del aprendizaje, aunque esta tarde se volvió a manifestar como un joven todo voluntad, todo valor, todo entrega, todo enjundia, ingredientes que si bien son necesarísimos para que consiga su cometido de triunfar todas las tardes, también debe agregar a ellos la capacidad de entender que no todos los toros están diseñados pa’ que se les de cuerda al mismo ritmo y si en cambio todos los toros exigen  respeto, cosa que parece no entender del todo y ya es tiempo que entienda todo eso, pero sobretodo, que esto no nada más es de valentonada porque si así lo piensa, no pasara de ser un torero tremendista…y él tiene, pa’ mucho más que eso.

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