domingo, 12 de marzo de 2017

Antonio Mendoza asustó a la plaza monumental.


Quisiera comenzar por decir, que en algunas columnas que han antecedido a ésta, he venido señalando que el que se estén dando festejos en la capital de la Ciudad de México, no significan más que presente y que el hecho de que la nueva Constitución de la CDMX la haya cobijado bajo su regazo, no era garantía absoluta de que indefinidamente se fueran a seguir dando corridas en las plazas de la capital como este domingo ocurrió, en la nunca mayormente desolada Plaza México, y tan teníamos razón, que la protección o blindaje de las corridas estaba prendido con alfileres, lo cual ha quedado confirmado toda vez que apenas hace unos días, el documento constitucional ya está siendo imputado por instituciones de gran calado comenzando por  la Presidencia de la República, lo cual dará como resultado que el documento muy probablemente vaya hacer abierto en canal, donde le van a extirpar partes que parecían ser esenciales, otras las van a modificar, algunas les serán agregadas y el peligro estará latente con la posibilidad de que se despierten los demonios y en una de esas, avienten tarascadas que puedan tocar o intranquilizar lo que se refiere a la continuidad de las corridas en la Ciudad de México.

Y ya que de baranda nos referimos a la Plaza México, decir que este domingo les abrieron las puertas a varios toreros pa’ que se midieran con un encierro de Rancho Seco, en el cual salió un torazo seco en tercer sitio, que seguramente se había salido de un lienzo de esos que hasta en óleo dan miedo, el burel pedía retador al más bravo de  cuantos toreros hubiera por ahí, sin aspavientos, sin presunciones, sin dramas, sin venderse al tendido le plantó cara  un torero confirmante que responde al nombre de Antonio Mendoza, de andar muy lento, lo cual es entendible, pues los cojones le deben de pesar ya que de otra de manera no se entendería lo estatuario, lo espartano y sobretodo lo místico que se mostró, este filón de mármol sólido y estatuario como su toreo,  el que tiene mucho que extraérsele, ¡ah!, y como pa’ eso de las fulminadas es más inocente que un monaguillo, pues a la hora de sumirla ya se imagina usted con la que nos salió.

Antes de que sucediera lo impactantemente dramático, un torero que en sí es un drama Juan Luis Silis, lidió otro de los de la bravura caña con rojo y le extrajo un tanque de oxígeno pa’ su andar, luego Silis que tanto sabe de la muerte, le metió un acero de luto y con el mismo le cortó una oreja que le va saber tan sabrosa, como las que guisan en la pozolería familiar. Y pa´ que nadie se quede con antojo, es muy probable que esa peluda le alcance pa’ ver otra tarde que creo va a ser una en donde pongan a los mocha orejas.
Cristian Ortega, muy al estilo de la cuaresma vio pasar la procesión con un diablo enfrente  mientras que Oliver Godoy, no supo leer el salmo de la enjundia y se fue con las manos más vacías de como las traía.

Algo que verdaderamente merece relevancia y que se registró esta semana, fue el hecho de que el programa ‘Taurinísimo’ alcanzara las primeras cien emisiones  a través de la pantalla, esto no se puede o más bien no debe dejarse pasar sin soslayarlo, ya que se trata a años luz del programa de análisis, juicio y critica, de más amplia connotación en este ‘cuerno de la taurina’, sus titulares el jurisconsulto Eduardo Maya Lora y la Sra. Miriam Cardona de Maya quienes no necesitan de panegíricos y solo decir que en la cultura enciclopédica totalitaria del abogado y en la claridad de la dama, se conjugan más que un sello, que eso ya es mucho, una manera de programa a programa descorrer los velos de las cortinas de humo e incienso con que se tratan de encubrir, falsear y deformar las verdades que existen en este galimatías taurino.  Por cierto, no me parece que a Miriam Cardona por arriba de entendida se le encasille como una mujer bravía de los micrófonos, que si lo es y  hasta imperativa a los oídos y a las conciencias de muchos y el hecho de que no me agrade ese calificativo, es porque lo primero igual que un torero,  que tiene que tener alguien que da la cara frente a las cámaras, los micrófonos y las plumas, es valor crudo y ética incorruptible, así que eso no es un mérito, es una condición primaria que ella honra y además jamás la embarra de mermelada y menos le pone soletas de cajeta. ¡Bien Hecho! Y por supuesto que en estas cien emisiones debe de pasar lista de presente  quien en los primeros pasos y ya entrada la madurez del programa ahí estuvo y aunque ahora no lo esté José Gonzales ‘Er’ niño’, hombre que sabe interpretar más a los toros que muchas de  las vacas, y solo decir que cuando alguien me pregunta ¿Cómo aprender de toros? pues una de las repuestas es; Viendo los viernes por el filo de la siete de la tarde ‘Taurinísimo’, de México para el mundo.


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