jueves, 20 de julio de 2017

EL CHACUACO AVIENTA CANDELA



¡Caramba de carambolas! si en algún pellejo no quisiera estar, es en el de quienes andan en el intento de revivir a la setentona de concreto, que todavía se llama Plaza México y cuyos empresarios sin que ellos lo sepan en ese menjurje al que la tecnología llama chats, el chacuaco anda aventándoles candela,  porque los promotores no han tenido una atención con los taurinos y que se reduce a un breve comunicado a través de todos los medios  en donde se diga  más o menos ‘Se notifica a la afición taurina que la empresa está en proceso de dar a conocer la fecha y pormenores de la temporada de novilladas, atentamente…’ repito es una mera atención, con lo que se evitaría ese sentir de que a los aficionados, ni un lazo se les hecha.


Y a los taurinos que nos inquieren, decirles que hasta donde se sabe no existe ninguna regulación de gobierno que estipule que la promotora en curso tenga que plegarse a dar témporas durante  meses predeterminados, por otro lado siempre he sostenido que estamos ante un negocio (con sus excepciones) llamado Fiesta Brava  y en el caso que nos ocupa también lo he dicho que desde  que no hay novilleros redituables, la temporada se convierte en una inversión, tendiente a solventar un trámite previo  al canje y/o venta de los Derechos de Apartado lo que le significa a la empresa la miel pa’ pagarle al casero.


Entre las enardecidas opiniones se alzan las que dicen que se han perdido meses viables y productivos pa’ sacar novilleros lo que nos conlleva a varios cuestionamientos, el primero ¿dónde están esa cantidad novilleros avanzados pa’ el guiso de liebre? Y es que seamos sinceros a la gente de la CDMX no le interesa ver principiantes, ni novilleros del montón sino que solo aceptara a los punteros, a los muy cuajados o a los novedosos que realmente sean capaces de sorprender al incrédulo público en que está convertida ‘la mula que no era arisca’.



Solo una idea  en el sentido de que la empresa organice matinés taurinas sin caballos  los sábados 11. a. m.  y con caballos  los domingos  12 p. m.  Son tiempos en que los cambios, buscando el atractivo, se deben aterrizar pues en una de esas y resulta, máxime que ya se sabe que la fórmula tradicional de las 4 de la tarde, el año pasado no funciono ¿entonces porque insistir en ella? máxime que la temporada de aguas  pinta pa’ inclemente. 

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