México y anexas…las
Bardianas
Columna
Cosmopolita
Arte Pablo Picasso
Cuando Sergio Iracheta (hijo), que es del grupo de élite de
las artes gráficas incluyendo libros de Puerta Grande, en los que ha intervenido en su impresión, por traer
a la palestra la majestuosa edición dual
‘De Corridos Taurinos Mexicanos’ con Recopilación
y textos del escritor e investigador
Eduardo E. Heftye Etienne, me envió el video subrayado por Ramón Celma Escuín (Vicesecretario
de Comunicación del Partido Popular en las Cortes de Aragón y portavoz de Agricultura,
Ganadería, y Medio Ambiente) bajo la marquesina ‘La Cultura del toro solo
pertenece al pueblo’ pues afiné el tímpano y sí, la retórica va bien en la expresión y en el
engarzado de citas ya citadas y multiplicadas con anterioridad, sobre esto de la defensa taurómaca, porque no
queda de otra políticamente, el tema se ha desbordado
con *empeño hasta volverse
recurrente en sus armas de defensa.
Cuando las circunstancias lo permitan
*(Porque esto en
mucho depende del pueblo, no hay que descartar y si pensar por lo que impactaría en toneladas de
prensa, penetración de voces, alcance televisivo y de plataformas digitales, lo que provocaría una
Corrida PRO DEFENSA A LA TAUROMAQUIA, en la plaza más importante del mundo que
lo es; Las Ventas o en la más grande del mundo que lo es; La México (donde la
Fiesta va a caer primero), con la participación de los figurones mediáticos,
los matadores; Enrique Ponce, José Tomás, Morante de la Puebla y Julián López
“El Juli”, buscando que la explosión publicitaria y de cobertura debilite
considerablemente a los enemigos urbanos, (anti taurinos) disminuyendo la curva
dañina como sucede con el Covid-19, que ha crecido por la desunión y debilidad del
gremio y claro, libre de honorarios (Porque
los toreros estarían defendiendo su chamba ¿a poco van a pretender cobrar por
ello?) y sumados los ingresos quedaría un baúl repleto de euros pa’ estructurar
un frente en dignificación y defensa permanente de la Fiesta.) Claro, para ello
se crearía un fideicomiso de intachable honestidad y agudeza de acción.
Como Sergio Iracheta el del Águila tatuada en el pecho y
la membresía del Jet-Set posee educación, finura y tacto, pa’ no atosigar a
sus amigos con trivialidades y menos
cursilerías, es por lo que le retorne la atención, comentando por la vía que él
había usado que lo fue la del WhatsApp;
Que a mi parecer, al mensaje del personaje del PP le había faltado incluir
cuando menos un par de citas, salidas de las letras y gargantas de los maestros
latinoamericanos Gabriel García Márquez
y Mario Vargas Llosa, tan luminosos como a los que había citado el político y
que además por la extracción territorial del colombiano y del peruano, la pieza
oratoria hubiese tomado tintes intercontinentales.
Seis ilustres europeos compuestos por; un póker de españoles,
un Sir inglés y un investigador francés con cuyas citas se trata de elevar una defensa en pro de la
Fiesta Brava, de la que dijera Pablo Iglesias; <Le incomoda enormemente que
se revindiquen las corridas como algo cultural> y a lo que sobria y
gallardamente contestó el ganadero y ‘Presidente de la Fundación el Toro de
lidia’ Victorino Martín; <Nosotros no reivindicamos que seamos una
práctica cultural. Nosotros somos una práctica cultural. Punto.> En fin lo acontecido en España por ser un
movimiento el anti taurino de índole global, de alguna manera podría repercutir
por acá en donde desde hace tiempo la pregunta está en el aire ¿Se debe
considerar realmente a la Tauromaquia
una cuestión de tradición cultural? ¿O es simplemente una costumbre popular que
viene de tiempos ancestrales?
Ya entrar en considerarla como un entretenimiento
y hasta un espectáculo sería ampliar
el abanico de la discusión y no llegar a mucho, porque si la Fiesta de Toros, Toreros y Tendido tiene
de todo un poco o un mucho, la tauromaquia como cultura, se da por converger en ellas diversas manifestaciones,
unas artísticas y otras populares y es
en esa conjunción donde radica su importancia, porque de otra manera no iría
más allá de un ballet de la muerte, con un toro de
mediano tamaño, disminuido químicamente, con sus cornamentas boleadas (achatadas) lidiado por un
artista vestido de leotardo con zapatillas que en sus costados trajeran las tres franjas
de Adidas, marca que por cierto ya tiene
en el mercado chaquetillas (chamarras) de torero… y ¡ya estuvo!
Pero como esto todavía no es así, porque aún a la Fiesta le quedan
vestigios de arte y recuerdos del pasado; Veamos los carteles monumentales con que
antes se anunciaban las corridas, ya desaparecieron o han sido sustituidos por
anuncios en los paraderos de los autobuses y en los mismos cuando la ocasión lo
amerita, ya no se estilan esos boletos plenos de arte, nada más que en su lugar
se pueden adquirir cómodamente las
entradas en decenas de sitios incluyendo hacerlo desde la comodidad del hogar,
los ternos verdaderas obras de arte en seda y oro hoy se llegan a confeccionar
con telas e hilos sintéticos, se ha visto en algunas plazas que el tiro de mulillas, se ha sustituido por
una camioneta pick up pa’ arrastrar al destazadero al dignísimo animal, las
plumas taurinas salvo algunas no existen, voces icónicas en los micrófonos ¿una
por plaza?, escritores taurinos son tinta en extinción, compositores
poquísimos, poetas en desuso, intérpretes de pasodobles y huapangos muy pocos,
escultores mínimos, fotógrafos y pintores
los más, la síntesis del por qué esto va a la baja, pues porque la
fuente de inspiración medular se está secando.
Si somos sinceros la Fiesta en mucho no ha ido de la mano de
las comodidades que el presente ofrece
en cuanto a adecuación arquitectónica en lo relativo a instalaciones, ¿Por qué?
pues porque esto es un negocio que ya no es redituable más allá de brotes como
lo son las ferias tradicionales y en cambio de eso, vemos que por doquier
surgen otros entretenimientos, ¿por qué? pues porque ofrecen algo atractivo, esa es la sencilla o patética realidad, hoy cualquier película se
puede ver en la televisión o en las plataformas y entonces nos preguntaríamos
¿Por qué la gente sigue abarrotando las salas de cine? Pues porque las actuaciones, la calidad, la tecnología, la inventiva,
apuntan hacia arriba.
Ante esto preguntémonos ¿hemos visto que el cine y su
industria en general sea atacada por los más altos escaños políticos? (salvo
censura gubernamental específica) ¡No! y quitémonos los aparejos de los ojos, lo
que hoy se ve en las pantallas grandes y en las chicas es infinitamente más
violento, morboso, denigrante, dañino y peligroso, pa’ la mente por los ejemplos que se proyectan
que lo que se ve en una plaza de toros y
si los gobiernos no creen esto pregunto; Qué viene siendo peor, ¿Qué un niño
piense que puede volar como el “Hombre Araña”? y lo imite, ¿Qué se lleve hasta
la idolatría al “Señor de los cielos” y los jóvenes quieran poseer mujeres y
lujos como los que el personaje presume en las pantallas? y lo quiera emular, ¿Por
qué los chairos ven en “El Vítor”, el “Albertano”, en “Los Peluches” a sus semejantes,
que en sí son una cáscara de banana, ¿Por qué permiten todo eso? pues porque
esa es una industria redituable, con personajes atrayentes, que brindan
emoción, cuidada, renovable, moderna,
imaginativa, familiar y masiva.¿Necesitamos más explicación?
Los Enemigos visibles
Tal vez solo una y
que lo sería que es tiempo de aceptar que las corridas de toros son un
argumento popular, no siempre renovable en el gusto o preferencias de los
públicos, que ellos sí son cambiantes con el tiempo, además de que la Fiesta
está sujeta a enemigos múltiples internos que van desde; El esnobismo de la protección a los animales y ¡Sí! a la aceptación de que el toro de lidia muera por
descargas eléctricas, mazazos hidráulicos o apuntillados por un matancero, (por ello debería de ser que
los puntilleros de pasamanería sean auténticos maestros), otros enemigos de la
fiesta lo son los toreros no los dignos
sino los usurpadores que salen a cachondearse o mofarse de los toros, enemigos
también se debe de considerar a quienes
chantajean a los toreros y empresas o
quienes los llenan de crema de cacahuate, son enemigos quienes no desengañan a
los novilleros que no poseen ni las mínimas cualidades pa’ andar en esto, son
enemigos de la fiesta quienes ensalzan falsamente a los ganaderos, toreros y empresas a través de las redes sociales pa’
subirse al carro del exhibicionismo, son enemigos los blogeros que a cambio de una
‘acreditacioncilla’ han traído a la
Fiesta el denigrante oficio de los bots y los trolls taurinos, son enemigos quienes quieren
ocultar en imágenes y fotografías que en la Fiesta hay sangre y muerte humana y
animal, son enemigos quienes tutean y
abusan de los apoditos y los diminutivos pa’ darse el caché de que son muy cuatitos del torero, ¿Cómo permiten eso
toreros?, ¿Dónde está su orgullo y dignidad profesional?, lean al maestro Juan
Belmonte cuando un representante de la Guardia Civil lo reprime tuteándolo en el campo bravo por torear
un toro a hurtadillas y el aspirante a novillero le dice al oficial -Momento hábleme de usted-, enemigos de
la Fiesta son quienes estrellan un toro a propósito, quienes les serruchan los
cuernos, quienes alteran las edades y
los pesos de los bureles, enemigos también lo son quienes engañan al público
dándole novillo por toro y becerro por novillo, enemigos lo son las autoridades
que consienten que la empresa con días
de anticipación no exhiba fotográficamente los animales que serán lidiados ¿Qué
encubren o a que le temen?...
¿Será que el paraíso
de los enemigos y la guerra sucia también es cultura?, no lo sé, pero de que
esto necesita una asepsia con lejía. ¡Ni duda cabe!!!
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