BARDO DE LA TAURINA
Arte Ángel Bernal
La Fiesta es un
derecho, la afición una elección
Juan Luis Silis – Paulo
Campero – Luis Conrado
La palabra, la religión, la comida, la lectura, la educación a
los hijos, el amor, la libertad de prensa, las fiestas populares, son un
derecho de los ciudadanos y el elegir que le gusta a cada quien es muy del gusto de las personas, y
no estará condicionado que las preferencias de cada uno dependan del gusto de
los otros, es mas no sé ni siquiera si hay que respetarlas o simplemente con
ignorarlas es suficiente, cuando menos es más práctico, porque a final de
cuentas que le importa a uno que el vecino vaya y se arrodille ante una imagen
del negrito Fray Martín de Porres o del bigotón
Jesús Malverde, cada quien con su blazer el que más le acomode mejor.
Taurinamente aplicaría muy bien eso de que; ‘La Fiesta es un
derecho, y la afición una elección’, la frase o cita salió echándome el otro
día unos tacos, ahora que los anti taurinos me están sonsacando pa’ que me les
una como chapulín a propósito de los
tacos les decía que porque mejor no protegen a los marranos porque cuando les
meten el puñal por el sobaco los cerdos gruñen o gurrean de una manera
espantosa como si les estuviera doliendo hasta las pezuñas, y la respuesta fue
-Es que si no se les matara pues no comeríamos unos deliciosos tacos de
carnitas- ¡ah!, pues entonces es igual con el mole porque cuando les retuercen
el pescuezo cacaraquean o cloquean muy canijo, las gallinas.
¿Entonces por qué se ocupan tanto de los toros y no de los
rastros?, ¿por una moda? -Es que son obligados a sufrir-, ¿entonces no están
contra el arte? sino contra el sufrimiento, ¿o no será que como dentro de la Fiesta
Brava hay tanto exhibicionismo, que
ustedes quieren parecerse a ellos?
En esa estaba cuando uno de los seres más cultos en lo global
que es el Lic. Luis Eduardo Maya Lora el
progenitor de *Maximiliano de América, gentilmente
dio respuesta a la pregunta de ¿qué le parecía eso de que ‘La Fiesta es un derecho,
y la afición una elección’?, cito su
respuesta tal cual por ser una invitación a la reflexión, -El arte en el más amplio sentido, más que un derecho, es una condición
de la naturaleza humana… aficionarte a cierto espacio del arte es del tamaño de
la sensibilidad personal que deriva de la libertad de espíritu. Que la
naturaleza humana aun encarcelada físicamente sigue siendo libre de pensar y
sentir ahí está la raíz del arte.-
*´Maximiliano de Habsburgo y las Corridas de Toros´; Gaceta
Taurina una estela sobre la mar de la cultura, ábrala y navegue por donde los ignorantes
sucumben por falta de academia. https://www.bibliotoro.com/gacetas
Bueno volvamos con el sufrimiento preguntándonos ¿Por qué
mejor no atacar a los padrotes, lenones,
cinturitas, a las madrotas que hacen sufrir más a seres humanos y que hay
más en cantidad y que como centro de atención atraería más reflectores esa
lucha , ya casi de despedida de ésta charla quisiera dejar una reflexión o
resumen que sería la siguiente de todas las actividades; Religión,
lectura, amor, tacos de carnitas, de
mole, la Fiesta de Toros es la menos popular o la más débil y la que tal vez la
más chocante la hemos vuelto por la distorsionada que la tenemos, al grado que
hoy su enseñanza ya casi puede aplicar pa’ materia de primaria, pa’ disciplina logística o hasta pa guardería
de infantes a la que no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa y se le ha
protegido más que a una quinceañera con ‘Trojan’, por eso hace treinta años que
no nace más de un racimo de toreros autóctonos, en una tierra fértil donde
permea la pobreza, la vagancia, la golfería , la bohemia que tanto abonan para
la efervescencia torera.
Y sí, es que la Fiesta como la propia naturaleza, es variante
y con ella todo cambia incluso nosotros mismos en los tendidos, pero nunca lo
suficiente como pa’ que esto dé un vuelco tan marcado que de la semilla no quede nada, hoy las
circunstancias ciertamente son otras, dentro de las diversas formas o
corrientes que hoy se estilan en este negocio llamado Fiesta de Toros, Toreros
y Tendidos, al estilo digital, donde lo primero que está desapareciendo es el
¡Olé!, la respuesta del PPE (Pago por evento) no la sabemos, porque seguro debe
andar en números rojos, práctica ésta la que en mucho de su efectividad depende
de los anuncios (banners) que contratan en los portales convencionales, pero
que siempre estará coja sino viene acompañada de los textos de las plumas de
alto impacto que siempre son las que inclinan la balanza para un lado o para el
otro y qué paradójicamente cuando los
escritores o periodistas no se ocupan de los eventos el ánimo de la gente
empieza a disminuir.
Los toreros de verdad
Hasta ahora en lo que hemos visto los carteles anunciados, salvo dos casos soportados por dos
españoles Daniel Luque y Saúl Jiménez Fortes, los demás los han conformados con
locales recurrentes, lo que nos da a pensar ¿qué sucedería si nos presentaran
un cartel integrado por matadores no del ¡HOLA! (¡HOLE!) donde las caras son las
mismas sino con toreros de la legua (a los que no se les han dado oportunidades
y solo de vez en cuando se les usa pa’ rellenar) de esos ‘Perros de Caza’ como Paulo Campero y Luis Conrado alacranes que al que tienen junto desde
el patio de cuadrillas le saltan a
sus cuellos blancos almidonados con Faultlessl,
toreros que no se saludan de besito
en la mejilla y que no traen entre el chaleco el IPhone 12 Pro, esos toreros canijos son de los que van a llegar a la
camionera del pueblo y de ahí a pincel haciendo el convite a la plaza con el cigarro entre los labios pa’
apaciguar las tripas rugientes de hambre y no me refiero a la de la panza sino
a la del alma, la que rechina en silencio con más intensidad que una tormenta,
porque cada uno de ellos es un drama, no personal sino de la sociedad porque el
toreo es parte de nuestro entorno, es piel sobre la piel de la patria popular.
En los corrales los de Atenco, los de Zacatepec o cualquier
encierro de esos del ‘Valle del Terror’, la gente desde antes del festejo va a
poder convivir con ellos porque seguro estarán en la banqueta boleándose ellos
mismos sus zapatillas, terminando de vender boletos pa’ ayudarse al pago de los
toros o terminando de embarrar de engrudo sus avíos porque estos ni a ‘Mozo de
espada llegan’, ni menos a la ridiculez de tener a su jefa (a) de prensa como
esos novilleretines que ni siquiera
han debutado en un congal, y de chayote, sobre, embutes o chantajes ni pensar.
Esos toreros de capote cañón como Paulo Campero y Luis Conrado
son de los que de uno de ellos un día en Arroyo una gachí me pregunto ¿oiga señor?, no soy señor, soy un ‘Señorito
viejo’, ¿ese torero como que esta encorbadito?, ¡No! señora lo que pasa es que
le arrastran los cojones, ¿pues a ver si me lo presenta?, esos son los toreros
que se necesitan pa’ que la gente vuelva a las plazas. ¿Hace cuánto que no
vemos que un matador se gane el derecho de pasar el capote pa’ hacer el plato con las monedas, billetes
y hasta una chamarra de piel como la que le aventaron a Conrado en la plaza
tlalpeña a la que puso de cabeza con su valor y enjundia indomables.
El cartel que desde luego sería pintado por alguno de los
pintores cumbres pa’ que sean pegados en las paredes de piso a techo, incluso
por los mismos toreros, debería decir ‘Toros cinqueños y con media tonelada
(pues dicen; que en el campo sobran toros) en puntas sin haber sido
serruchados’ pa’ una corrida que huela a cloroformo lidiada por toreros
dispuestos a hacerse figuras o mártires, donde en lugar de partir plaza a los
acordes del “Cielo Andaluz’, se partirá con la versión en pasodoble de “La vida no
vale nada”, y que ningún despistado nos vaya a salir con que ya se acabaron los
toreros de la legua, porque lo mandamos a ‘Los Dos Búhos’, se murió Carmelo
Pérez, “El Maligno’, “El Callao”, “El
Pana” y la Fiesta de diferente manera ahí sigue, con bastón, con bordón o en
patineta pero ahí continua, eso sí, a resbalones.
Y desde luego que los toros morirán a espada y las orejas se
las cortaran aunque sea con los dientes o rasguños, pero de que se las llevan a
casa pa’ el guisado ni duda, una vez que
hayan escenificado en todos los toros duelos de quites y de banderillas y de
suertes variadas porque estos no son toreros de troquel, eso sí, la empresa les deberá garantizar repetir a los
toreros triunfadores y si los toreros de focoquitos los de apoderados de lujo, clubs de fans,
que se hablan con diminutivos con los de los micrófonos, se negaran a alternar
con ellos, pues ni modo por no decir que ni falta hace.
Pues a jalar a algunos
otros toreros de los olvidados y desde luego pensar en Juan Luis Silis que ya sabe lo que es la muerte y
también sabe y tiene la vivencia de cuando la parca le ha pelado los dientes, en el toreo y en la vida, que la de él en
particular es pa’ la pantalla cinematográfica, no nos hemos dado cuenta o más
bien los empresarios que Juan Luis Silis, es un personaje de novela de esos
como el ‘Púas Olivares’ a los que el maestro de Tulancingo Ricardo Garibay puso en las
pantallas, y sí, es que este torero en verdad ha pasado por el espinadero del
diablo, chingándose el lomo al rayo del sol o con los copos de nieve con la
esperanza en cada trazo maduro que da ante la escenografía del aire, sirva de
algo, porque es un ser no nada más vivo
sino resucitado y eso no cualquiera, él cómo José Tomas a los que si la vida y
la muerte les negó la oportunidad de la trascendencia a la leyenda que nació en
el albero y continuo en los quirófanos, pues ahí que dársela en el ruedo porque
ese tintero todavía tiene mucha tinta y sobretodo mucha madurez como pa’ saber
que en esto del toro todos tienen que poner.
Veo con lamentación que en México no existan publicistas
taurinos que aunados a la falta de visión empresarial han dado al traste con
los prospectos que tenían patas pa’
gallo, tan es así que desde la época de Adolfo Guzmán con Valente Arellano, ningún
torero vía la publicidad nos ha metido a la plaza, que lástima que nadie se haya
percatado como ‘El Pipo’ hizo crecer al ‘El Cordobés’ o como últimamente ‘El
Juli’ y Juan José Padilla se fueron a la estratosfera vía la publicidad.
¡Silis el milagro de Vivir!
Hoy la Fiesta en mucho necesita reinventarse adecuarse
comenzando por sus costos que por citar en el caso del ganado hoy se ha ido a
la baja, antes un toro de lidia costaba decenas de miles de pesos, hoy un toro
de 500 kilos se reduce su valor al peso
que dé en canal después de la merma que bien puede ser tan sustancial que los
quinientos kilos se anduvieran reduciendo estrepitosamente una vez que se les
quite el peso de los cuernos, la piel, las pezuñas, las vísceras, la sangre, la
orina, y eso se multiplica por lo que pagan en el rastro por kilos, ¡eso!, es
lo que vale un toro de lidia. Aguas empresarios y organizadores de corridas, no
se las vayan a dejar caer. Hoy un toro vale menos que una bicicleta.
Otro adecuación que se le puede dar a la Fiesta es que en el
palco de usía estén algunas de las
mujeres más entronas, fajadas, conocedoras de este ambiente como “Miss Sarajevo”
o la más clara en claridez y en observación
de por menores y en mayores que lo es la señora Miriam Cardona de Maya, ¿Por
qué los palcos tienen que seguir siendo obsoletos? pues porque es una
especialidad que se ha atortugado o avestruzado, referente a las trasmisiones deberían de ser abiertas pa’
todos los que gusten expandir la Fiesta a través de la Rosa de los vientos con la única condición de que no lo hagan a
través de un NOKIA porque ya estamos hasta el cepillo de improvisados, un juez
de callejón a semejanza del Dr. Samuel Rosete pa’ evitar la tragedia que viene
pronto que es la de un muerto en el callejón y ya estuvo, y a los toreros que
no solo, no convenzan sino que no conmuevan, pues a cargar bultos a Walmart o a
colarse a algún monopolio donde la jornalería se paga con y sin entrega.
Y el parné de los
matadores íntegro pa’ ellos, sin condicionarlo a que lo compartan con los
subalternos porque en esto cada quien tiene que ganarse su Flit.
Esta modalidad de dar toros con corridas a lo clásico con
algunas adaptaciones, como lo manda la tradición popular hace años que las
empresas la han dejado de lado y como resultado la gente se ha alejado de los
festejos, volvamos a la semilla donde nacen los ídolos en las entrañas del
pueblo, porque la Fiesta mientras siga siendo elitista pa’ los monopolios de
empresarios, ganaderos y toreros, va a
seguir como la sífilis apestando a podrido.