BARDO DE LA TAURINA
Hoy que como cascada
de agua limpia a veces y otras veces como desfogue de desagüe se suceden las noticias
y peor aún, lo más patético, se presenta cuando no hay nada que comentar y eso
me ha llevado a pensar que a lo mejor es todo lo contrario y que a quienes
llaman los inconformes les ha fallado
el termostato pa’ medirle la temperatura a los tiempos presentes y hablo en
plural porque hay que aceptar que en este galimatías, cada quien juega su juego
o cuando menos se divierte a su manera creyendo siempre que es importante su
jugada, así me encuentro con que dicen que están surgiendo muchos toreros y
sobretodo novilleros ¿Y?, ¿y? cuando lo que en realidad se está viendo son
chavales que están adoptando en muchos casos practicar la práctica de la
toreada, que no es lo mismo a realmente plegarse al término como tal.
Sobre de esto me
viene la interesante y sabrosa plática que tuve con las zapatillas asentadas
sobre la Av. Plutarco Elías Calles, unas cuadras adelante de donde estuvo la
cantina “El Estoque de Oro” la que ya chupó Faros, charla que se dio con mi amigo el torero del toro aquel que
nacía en Los Viveros de Coyoacán Juan Velázquez S. ahora el mandamás de ‘La Surtidora de la Construcción’
donde usted encuentra todo pa’ edificar hasta una torre inteligente que es la
moda digo por lo de la altura, porque en plano a nivel del piso este gobierno
no pudo ni concluir un nuevo aeropuerto y por eso ahora van a dizque
experimentar con un tren por aquello de los durmientes, bueno el caso es que le
preguntaba al torero; ¿Oiga por qué Roca Rey la está haciendo de cincuenta
pisos y pent-house y los toreros de aquí no?, no fueron necesarias muchas
explicaciones y eso nos llevó a una
revisadita de la baraja, lo cual nos llevó poco tiempo, pero pa’ entonces Don
Juan Velázquez, ¡que saca a la palestra a su maestro el matador Andrés Blando!
y dice que decía -Yo tal vez no tenga ojos pa’ saber quién va a ser torero,
pero si los tengo pa’ saber quién no lo va a ser.-
Arte Diario de Navarra
La máxima que es, me
pareció de una sabiduría inaudita y me la traje en la sesera pensando que las
empresas deberían de contratar a alguien especial que tuviese la visión del
matador Blando y entonces se ahorrarían muchos tropiezos, pérdida de tiempo y
de dinero que al principio y al final, es lo que les interesa a los empresarios
o cuando menos a la mayoría y es por ello que a ellos hay que cuidar que no se
desanimen si no van a acabar tirando el arpa y por ende los festejos se reducirán,
también hablamos de libros en nuestra charla banquetera y recordé al llegar a
mi cantón algo que viene en un libro que estoy releyendo el ‘Epistolario
Taurino de “Clarinero” a Martín Luis Guzmán’, de la autoría de Rafael Morales
Alcocer, editado en 1981 por Editorial Letra Viva, S. A. de Madrid, esto porque
en la citada obra viene un capítulo titulado “Triunfo del Brillantito” ahí se
lee;
-Del juvenil
novillero Alfredo Gómez “El brillantito” (así lo escribió el autor)…los viejos
aficionados dijeron <Ha surgido un
torero> Así como algo casual, como si pudiera haber toreros que broten de
repente-… y continua -es el triunfo de
Alfredo Gómez obra de la causalidad, o sea la suma de causas y no de la
casualidad-.
Arte Mundo Toca
Aquí me detengo pa’
dos cosas, la primera pa’ resaltar lo extraño o casi imposible que hoy en día
en un libro serio se le dedique un capítulo a un novillero, ¿hace cuánto que
usted no ve uno?, luego el autor nos regala una definición que hay que leer con
mucho detenimiento y hasta estudiarla subrayadamente en donde se refiere a la
interpretación de las palabras causalidad y casualidad, ojalá pueda usted
conseguir el libro y leer detenidamente este capítulo que lo encontrara en la pag. 146, y es que hoy es importante antes
de seguir adelante definir; ¿Qué fiesta estamos viviendo?, para después preguntarnos ¿es esta la fiesta que queremos
vivir?, ¿será que la gente de la mediana
edad y los jóvenes, es la única que conocen?
Y que conste que no
estoy pidiendo que se regrese a la fiesta de ayer, simplemente estoy pidiendo
que se haga Fiesta y que se viva como debe de ser, y no echar de lado que
también se tiene que retomar la vieja escuela taurina, de no ir a la escuela obligatoriamente (las dos vertientes caben),
porque así me digan que en las academias se les respeta a los niños y a los
jovencitos su estilo y solamente los pulen y les dan recursos, no lo creo y si
no pregunto ¿Por qué mayoritariamente hoy casi todos torean igual, bueno más bien pegan
pases, que es ahí donde está el problema, por eso ahora andan diciendo que
estamos padeciendo la fiesta de la monotonía.
Por eso se ve, vía
la televisión o las tabletas a dos toreros españoles que torean con estilo
propio y ya los andan haciendo figuras aquí, ¿no será que los que necesitan ir
a las escuelas taurinas sean quienes ven la fiesta con el hambre que nos ha
dejado el no tener toreros diferentes a quienes gozar?, y ¿no
será por eso que luego nos andamos equivocando enterrando a toreros que apenas
asoman el pico?, lo dicho, cuánta razón tenía el Matador Andrés Blando cuando
decía; hay que saber diferenciar.