Bardo de la Taurina
Siempre la sobreexposición en las redes con fotos de ovalito
o paisaje incluidas termina por ser
molesta y jodedora, como dice ese remate
de la cita del maestro Camilo José Cela -no
es lo mismo estar jodido, que estar jodiendo- y es que no siempre el incensario de mutuo propio o pagado debe de
ser fértil pa’ aromatizar la
existencia a sujetos que solo merecen, cuando lo merecen, un trato lineal. No,
no, no a mi menda le duele mucho la espalda y por ello jamás me les tiro a los
pies ni a los toreros, ni a los que los alquilan y muchísimo menos me referiré
a ellos usando el adjetivo posesivo ese de
Mi Andresito, Mi Pepillo, Mi Cirilo
¿Cómo que Mi? ¿Qué dormimos juntos?,
¿o de que se trata tanta confiancita? cursilería barata, viruta de basura,
aunque cada quien tenga su manera de matar chinches, la relación más libre sin que deje de ser respetuosa entre periodista
y toreadores o promotores, siempre lo será esa en la que no media el compromiso
de la amistad, porque la libertad en la expresión,
solo brotara cuando fluya el libre pensamiento, aceptando que esto es como las
enchiladas a dos caras la del frente y la de la vuelta, la del águila y sol,
que no es lo mismo que ser dos caras
o coberos profesionales atascados en la hipocresía y ojala algún día los
toreros se percaten de eso porque los
del abanico muchas veces los hunden más
profundo, que un toro bravo.
Hoy eso que se
llamaba romanticismo en unos casos
cambio y en otros se extinguió siempre con la disyuntiva de ¿si fue porque el tiempo es mutante?, ¿o es
que uno se quedó estacionado en él? A como quiera que sea hoy la situación es
diferente, más en mucho de los casos afortunadamente gracias a la tecnología
vivimos una fiesta más puntual, más colorida, más participativa, más plural, somos
unos micro entes metidos dentro de un
lente macro que alguien nos está haciendo favor o nos está alquilando, el
ponernos ahí donde están sucediendo los acontecimientos a través de los móviles
o las cámaras digitales instantáneas de los profesionales, ya que nuestras
neuronas, den o no, pa’ formarnos un juicio tecnológico propio, esa es otra
cosa.
Además de que cada
quien tiene la libertad de ver y disfrutar su fiesta,
esa es una de las ventajas de la modernidad donde España, Francia, Portugal,
Colombia, Perú etc. están al instante con un click, así en esta feria de Sevilla
o de Aguascalientes a su manera quince mil asistentes nos estarán compartiendo
sus puntos de vista, mas a cada quien se
le quedara en su memoria lo que haya que retener, como fue el caso del amigo
que regresó de la Feria de San Marcos y muy gourmet dijo todo lo que hubo fue -uno de criadillas
que estuvo a cargo de Andrés Roca Rey al que se sumó el de maciza a cargo del chef José
Antonio Morante de la Puebla- esto en mexicano quiere decir que en el país del
taco donde los de criadilla se
hacen literalmente con cojones de toro y
los de maciza son de puro arte dos extranjeros nos enseñaron a como taquear.
Si de esto fueron capaces dos coletudos supremos que
andaban a las prisas porque Andalucía los esperaba ¿de que no van a ser capaces
en Sevilla? Con toros que les van a su cante y un público que les saque lo
mejor de sí mismos, porque aunque sea en feria no será una castañuela y donde
“El Juli” y Manzanares les apretaran canijo, y desde luego el 10 de mayo que es día de Las Madres se
librara la batalla de todas las madres con el Morante señorial y el Rey
conquistador y eso se va a poner de frotarse las manos y si vaticinar porque
las versiones que de ambos toreros se vio en Aguascalientes nunca será comparable
con lo que se podría vivir a nivel del Guadalquivir; Entre coplas de amores y penas, mujeres morenas claveles y luz, yo
quisiera vivir una historia, de tardes de gloria de sangre y azul;
“Sevilla” de Agustín Lara.
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