jueves, 27 de enero de 2011

LA DOCEABA DE LA TEMPORADA Enero 23 - 2011


Renato Leduc vio debutar en la Plaza México a Rodolfo Gaona, ¡claro! en la de La Piedad y en la de Insurgentes vio a un toreo ‘Que pensaba como toro’ y ahí mismo ya no vio a un ‘Panadero torero’  que ya arrastra el sarape.

Era aquella legendaria cantina La Opera recinto y querencia de encuentro con ese sabio que lo fue el maestro Renato Leduc quién un día sí y otro también, pasaba lista de presente en el abrevadero de lujo que después de algunos movimientos producto de la reurbanización de la Avenida Juárez terminó dejando de ser salón de café, té y chocolatería  allá  por el 1870 y se cambio a Cinco de Mayo y Filomeno Mata que antes fue el Callejón de ‘Bletemitas’ donde vivió épocas doradas siendo vecina en contra esquina del edificio donde tenia su estudio el más grande pintor taurino que ha dado la fiesta, el valenciano Ruano Llopis.

Ya encarrilados recuerdo que en alguna ocasión Don Renato refería que la famosa barra  de La Opera y su  contra barra del más puro estilo ‘Art Nouveau’ llegaron hasta ahí, desde New Orleans vía marintima por Veracruz, para luego continuar  la travesía terrestre, y fue en esa barra donde Leduc aseveraba que el mayor tesoro que un hombre podía poseer era el de amistad, aunque eso si gustaba de brincarse las trancas y ‘molestar’ a sus cuates los duranguenses López Negrete recordándoles rutinariamente el antagonismo que tuvieron con el tal Doroteo Arango conocido como ‘Pancho Villa’ (bis) pues el original que era idolatrado por Doroteo  fue un gavillero asesino de la región al que Arango le plagia el nombre de ‘Pancho Villa’  para ocultar el  asesinato que perpetró en contra del hijo del patrón de la hacienda de los abolengados ya mencionados y lo que son las cosas cuenta la leyenda que Villa dejo sus huellas balísticas también en el techo de la Opera.

Don Renato quién en su época moza le dio por la toreada y que incluso siendo cuadrilla llegó a torear ante el Presidente Álvaro Obregón de quién refería era rete taurino al grado tal que una tarde después de sufrir un atentado todavía tuvo la afición para presenciar una corrida de toros en El Toreo de La Condesa y hablando de toreros y políticos Don Renato platicaba como ya se dijo que quiso ser torero, más el movimiento revolucionario descuadro sus planes y es por ello que después se dedicó a ‘banderillear a los gobernantes, políticos y funcionarios para ver como saltaban, solía decir a carcajadas, más lo relevante en su vida fue el hecho de que entendía muy bien el gozo de la sabiduría esa que solo se da cuando se ha sido personaje de la propia historia desde su matrimonio con la gran pintora Leonora Carrintong hasta rechazar a la belleza de Alamos Sonora ‘La Doña’ Félix Güereña  diciéndole <No la chingues seria yo siempre el señor Félix>.

Más habría que precisar que eso no es del todo exacto pues la grandeza de Leduc por donde se le vea y desde siempre fue inmensa, como telegrafista vivió épocas épicas sirviendo a la causa villista, como letrista desde la primavera floreció aromáticamente y hasta virtuosamente al grado tal de haber hecho rimar la palabra tiempo, la que aparentemente no tenia rima esto claro para cualquier mortal que no fuera Don Renato, como trotamundos no tuvo límites y recorrió el planeta cual rosa de los vientos, como periodista fue exacto, temido, poderoso y trascendente hasta El Premio Nacional, como charlista rebasaba con holgura las horas al calorcito de unas buenas tazas de café y si era con unas copas, ¡que mejor! pues casi hasta el final fue aficionado a degustar el trago, eso sí haciendo hincapié en que el coñac caía mal al organismo por la esencia de la uva como lógicamente el vino también, del ron repetía que era tan dulce que solo se casaba con la Coca – Cola, siendo tan mexicanote no terminó de agarrarle el gusto al tequila, al mezcal, a la charanda, al bacanora y a esos elixires tan patriotas decía, y se desvivía en placer y halagos por zumbarse un vodka importado.

Ya con los tragos sobre la mesa y unos gusanitos de maguey con su guacamolito Don Renato gustaba de darle rienda suelta a su taurinísimo del que poseía un profundo placer, la polémica no era lo suyo, no porque la rehusara si no porque sus argumentos eran casi siempre convincentes y sabia respetar los que así lo ameritaban, mención aparte merece esa frase que acuño referente al ‘Torero Mandón’ <Manolo piensa como toro> con la obviamente le daba validez al toreo inteligente y poderoso del regiomontano Martínez Ancira ¿Y el arte, Don Renato? <Bueno es que Manolo al conocer tan bien al toro se puede dar el lujo de adornar su quehacer con toneladas de arte>,   ¿Y la personalidad, Don Renato?, <Bueno sin personalidad seria como si toreara un fantasma>, ¿Y el carácter, Don Renato?, <Eso para un torero es como el encendido del carro, si no prende, no camina>.

Ante todo eso la mirada va pa’atrás y pienso que tanto de esto tuvo Rodolfo Rodríguez ‘El Panacúas’, pues lo que enseño o más bien lo que dejo de enseñar el domingo último de número 23 del enero presente, fue como para invitar a la lamentación que siempre provoca lo que da nostalgia y es que aunque ‘El Tahonero torero’ en base a su longevidad en la legua y en la fiesta de seda y alamares, más que ‘pensar como toro’ piensa como ‘Chucha cuerera’ que es, lo que es. Y como para ser pleno en el oficio hay que tener en una buena medida, facultades, pues obviamente que ‘El Pulquero legüero’ ya queda a deber pues aunque tiene el valor primario y hasta el secundario, hay que aceptar que el valor temerario o sereno nunca lo tuvo, pero ahora ya se le nota al igual que los hilos de plata, de personalidad lo note algo trillado y hasta grotesco por momentos como con el script de cobijarse con el sarape de Saltillo, como que ya le paso de moda y lo hace ver más bien irreverente, de carácter como siempre se conforma con muy poco y ahorra en todo mezquinamente pues por decir algo a su primer becerro se le podía armar un follón y se conformo con algunos pellizcos ¿O será que no pudo hacer más?

Y mire Don Renato luego nos anunciaron a un torerote español llamado Alejandro Talavante y que nos cobran por verlo como si se tratara de un Matador de toros ¿Y que cree maestro? que el tal Talavante ni torea toros ni menos los mata, así que como esta pretende ser una crónica de una ‘Corrida de Toros’ pues aquí la corto con lo talavantesco.

También apareció un joven paisano del que habrá que recordar su nombre Arturo Saldívar pues este larguiducho chaval se fue a España y aprendió cosas buenas que ahora en su tierra le están siendo de utilidad para irse abriendo paso, paso a paso, así que a sacar el catalejos para no perderle la pista.

Y desde el pie del monumento a Don Renato Leduc en la colonia Toriello Guerra que fue esculpido por otro grande el escultor taurino Raymundo Cobo la emprendo hacía  la Cantina La Jalisciense en Tlalpan que se haya en el predio donde  nació  nuestro personaje quién  tuvo ‘La sabia virtud de conocer el tiempo’.

El Bardo de la Taurina
En la última y me voy













miércoles, 19 de enero de 2011

ONCEABA 16 - ENEREO - 2011.

Ponciano Díaz primer ídolo de la torería azteca, que montado en su gran personalidad y arrojo,  conquisto venturosamente el mundo taurino como hoy Ventura hace lo propio 

Fíjese Don Ponciano  que ahora que andamos como a unos ciento cincuenta y cinco años de que usted viera la luz del amanecer en la ganadería de Atenco, que dicen es la más antigua del mundo, un gachó bien intrépido, como seguro lo fue usted llego a la Plaza México con dos sellos de origen uno portugués y otro español y es que este Diego Ventura es como un rejoneador todo terreno, así como lo debió de ser usted del que se dicen los toros le pelaban los dientes en todos los sentidos y mucho más en el de la valentía y como no iba a ser rete ‘entrón’ si cuentan las lenguas de aquellos tiempos que su papacito Don Guadalupe Díaz Gonzales a quién le cargaron el sobre nombre de ‘El Caudillo’ que también era rete bragado y gustaba de salirle a hacerles fiesta a los toracos de los terruños cercanos lo agarraba a usted niño por sus bracitos morenos y con su cuerpecillo al aire citaba a los cornúpetas ¡Ah que canijo Don Lupe! Tan valientote y tan inconsciente.

Así que no debe de extrañar que en lo que fuera su debut en Santiago Tianguistengo ya se mostrara como un osado y diestro toreador de a caballo lo que le valió pronto imponer su ley en todos los ruedos donde se celebraban festejos taurómacos en donde sus triunfos lo llevaron pronto a presentarse en la afamada Plaza de Toros del Huizachal donde dejo a los concurrentes con ojos de plato al ver como usted Don Ponciano colocaba banderillas a dos manos lo que le vale dejar la querencia y atender la demanda de los organizadores de festejos de todo el país y de ahí a los Unaites States que en la cuna del Jazz lo reciben como un verdadero héroe que montado en los lomos de sus cuacos se burlaba de los toros bravos.

Pa´pronto su fama creció hasta lanzarlo como resortera al otro lado del Atlántico en donde torea en las principales plazas como la de Madrid, la de Sevilla y las del sur  que son como la mata de la torería y en las que arrasó gracias a su destreza pero sobre todo a esa su gran personalidad de auténtico Charro la que rubricaba con ese tremendo bigotazo del que no se desprendió ni para vestir de torero pasándose la tradición por el Arco del Triunfo.

Y ya que hablo de triunfo dicen que el que alcanzó en la Habana Cuba en el albero ‘Carlos III’ todavía se recuerda y me cae, que a haber sido usted un fregonazo por lo que ganó tanto dinero como para hacerse de su propia Plaza de Toros en la capital azteca la que llevó el pomposo nombre de ‘Bucareli’

Yo no quiero a Mazzantini
Ni tampoco a Cuatro Dedos
Al que quiero es a Ponciano
Que es el rey de los Toreros

¡No hombre, ni duda cabe Don Ponciano! que era usted rete famoso con razón ese otro grandioso que lo fue el grabador y caricaturista Don José Guadalupe Posada lo popularizo hasta las nubes cuando le pinto en aquel memorable periódico de ‘El Hijo del Ahuizote’ y si más fama queremos pues ahí  queda el hecho de que un refino de pura manzanilla que llegaba de la España le puso como etiqueta un retrato de su menda.

Oiga Poncianito, todo eso esta muy bien pero lo que como que no me cuadra, es que ya hinchado de lana dicen las  lenguas de doble filo le dio por ahorrar en su función de empresario y empezó a darle a la afición ‘gato por liebre’ o más bien novillejos por toros <como que se adelanto retearto a la época> ¡No la joda Ponciano, también que íbamos! y bueno esto es tan serio y lamentable como para que los empresarios de ahora ¡claro! a los que les quede el saco ‘echen sus barbas a remojar’ y se miren en el ejemplo de Ponciano al que la afición abandono hasta vaciarle los tendidos de La Plaza de Bucareli y como torero aquel charro que fue un verdadero ídolo se tuvo que refugiar haciendo empresa en plazas provincianas de baja categoría.

Fue tal la debacle del popular personaje que no le quedo más camino que arrimarse a las botellas hasta acabárselas todas y éstas acabárselo a él, lo que sucedió en 1899 cuando se palmo y solo así bien tieso pudo retornar a la capital, eso si en calidad de fiambre que como buen guadalupano descanso en el panteón del Tepeyac donde cuando lo que dejaron los gusanos fue exhumado y se llevaron el recuerdo a la ganadería de Atenco haciendo bueno con ello, eso de rendirle tributo a la tierra que lo vio nacer.

Y mire ‘Don Bigotes’ ahorita que he dicho nacer apenas el domingo 16 de enero de este 2011 se celebró la onceaba corrida de la Temporada Grande en una plazota que lucio hermosamente con la mitad del graderío que le cabe a la México retacada de taurinos, aficionados, publico, villamelones bueno de todo, lo que fue provocado al conjuro de beatificar a ese rejoneador que lo es Diego Ventura torero grande sin ser inmenso todavía o cuando menos no lo demostró plenamente y es que por momentos parece tan facilote en su cabalgar y en su ejecutar que le cuesta trabajo electrizar los tendidos y con ello hace bueno aquello ‘Que ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre’ así que sería bueno tomar a Dieguito con un poco de mesura y esperar que la próxima vez que venga por Insurgentes se columpie por debajo de La Puerta del Encierro que es la que consagra.

El que si ya anda muy cerquita de la popularidad sólida es Uriel Moreno ‘El Zapata’ quién como emanado de las entrañas tlaxcaltecas chorrea el aguamiel de la sabrosura torera, bien curada con un fuerte sabor de mexicanidad lo que sin empacho me lleva a predecir que en ‘El Zapata’ se haya el nuevo torero que la tierra está esperando ojala no se vaya a pandear en la caminata y en cambio aprenda a venderse más y mejor dentro y fuera del ruedo.

Y del guapísimo de Mauricio Moret aquel muchachote  el de la maseta engominada y la percha lustrosa, el que conquistaba con su sonrisa angelical que regalaba cada vez que se zumbaba por la faja al ‘Chon lagañas’, nos lo desaparecieron al más puro estilo de la maldición gitana la que deja a los hombres viendo visiones en el purgatorio donde el olvido va cobrando a sus victimas los pecados, sean de ellos o de quienes los rodean,  como los que este domingo fueron incapaces de centrarlo y acicatearlo para que a como fuera evitara la catástrofe ¡Me cahis la mar salaá!





miércoles, 12 de enero de 2011

LA DÉCIMA DE LA TEMPORADA ENERO 9 - 2011

Doña Graciela Olmos
 ‘La Bandida’ mujer enamorada de la fiesta,..  Mecenas de toreros y confidente de figuras del toreo que gozaron
de su Casa de Suripantas frente
al Toreo de la Condesa

<Hablando de mujeres y traiciones se fueron consumiendo las botellas, pidieron que cantara mis canciones y yo cante unas dos en contra de ellas> diría el michoacano Martín Urieta, de las mujeres obviamente no de las botellas que la más canija es una diosa como tampoco todas las mujeres son traicioneras pues las hay peores y mejores y en su valer son equiparables con los ‘gachós’ en casi todo menos definitivamente en el vestir el sacro terno de luces que les debería de estar vetado no por falta de valor sino por mancillar un rito  propio del hombre cojonudo donde una de las retribuciones es la conquista y la idolatría de las hembras como consecuencia de jugarse la vida al adorno del arte y la entrega de un hombre que  se eleva por encima de un Dios llamado toro,  y es que el respeto a las tradiciones y al clasicismo ¡Es el Respeto! Como también se deben respetar las costumbres que nacen al cobijo de la femineidad ¿o será cachonderia? Como por ejemplo  el parir,  y las artes inherentes al metate y al petate, y todas las que van bien con las enaguas como añillo al dedo y no por esto se vaya a pensar que  rubrico la misoginia taurina en todos sus brotes  ¡No! solamente en la ejucion de luces y alamares ¿O que a las toreras el rito de apretarles los machos, lo vamos a cambiar por el de apretarles los ovarios o las tetas? ¿O que chingaos? Y en lugar de pasarse al toro por la faja se lo pasaran ¿Por el liguero o por el corpiño? Por lo demás soy un admirador y alabador de mujes que con su actuar y su conducta han sido lentejuelas en la vida de toreros, ganaderos, cultura y sobre todo en el adorno que por siempre le han brindado con su presencia al tendido.
Y ya metido en los encajes de las hembras se me trepa al tintero con justificación y derecho de ser recordada esa mujerona que lo fue  la bautizada  como Marina Aedo y rebautizada por ella misma como Graciela Olmos y encumbrada a los altares de la gloria como ‘La Bandida’ mujer revolucionaria en el más amplio sentido de la palabra nacida en 1898 y enfriada en 1962, es oportuno subrayar que lo de ‘La Bandida’ no le viene por sus malas mañas, sino por las de su ‘viejo’ a quien mentaban ‘El Bandido’ cuenta la leyenda que ‘La Bandida’ fue mujer respetada por los presidentes desde Calles hasta López Mateos con la excepción de Cárdenas a todos lo conoció cuando apenas empezaban a trotar.
¿Y por que no habrían de respetarla? Pues porque cuando alguien se dedica a regentear ‘Güilas’ pues como que no es muy bien aceptada sobre todo por la sociedad moralista y cuando en su ‘Casa de Putas’ se expendía de todo, pues mucho menos y cuando además Doña Madrota era una mujer que a través de sus corridos arremetía contra medio mundo, eso si, de ‘los gallones’ pa’arriba y que además gozaba e imponía su ley e influenciaba en todos los ámbitos del país, pues todo ello era seña inequívoca que estábamos ante una mujerona que el día que nació se rompió el molde.
Más si a todas esas pirotecnias le sumamos que su legendaria ‘Casa de Meretrices’ y también ‘Nido de Lilos’ (Recuerditos Ámbar ¡nadie tan chulo como tu!) se encontraba situada ombligo con ombligo con la histórica Plaza de Toros del Toreo de la Condesa precisamente en la calle de Durango, por lo que resulta fácil imaginar que Doña Graciela era visitada por taurinos de prosapia y sobre todo por toreros desde los de la legua hasta los figurones y es que Doña Graciela era antes que nada una mecenas de toreros  y además cobijadora en su ‘Leonero’ de los hombres de seda y oro quienes con su presencia se convertían en luminarias de atracción de ese lugar mágico que se encontraba frente a lo que hoy es el Palacio de Hierro, por cierto cuyo dueño es  el  ganadero y empresario más importante de este país Don Alberto Bailleres, pues monopolio como el de él ¡No hay otro!, bueno el caso es que por la Casona de ‘La Mami’ o ‘La Reina’ como solían los allegados mentar a  Gracielita se veía a figurones de la talla de Manuel Rodríguez ‘Manolete’ quién como era aficionado a todos los excesos de la vida como los que relucían en ‘Casa de la Bandida’ pues hizo del prostíbulo uno de sus sitios predilectos y se sentía tan aquerenciado ahí y gozaba tanto de las bohemias y los cantares de Graciela Olmos que en señal de gratitud una noche le regalo una finísima guitarra que ex profeso trajo de España para la señora, la cual más tarde La Bandida regalaría a Marco Antonio Muñiz para que este se fuera a cabalgar por los senderos de la gloria.<Quien sepa de amores que calle y comprenda>
Mención y lugar aparte merece desde luego el consentido de la casa Luis Castro ‘El Soldado’ de quién fue su confidente  y estaba tan encariñado  con la ‘Mexican Madame’ que muchas tardes en la recamara de la señora esa que estaba atrás junto al arbolote de follaje cobijador se vistió de luces el ‘Torero de Mixcoac’ y nada más se atravesaba el camellón y ya estaba en la Puerta de Cuadrillas de donde regresaba a lamentar o a celebrar las tardes que dejaban huella en correspondencia a esa veneración que Luis Castro sentía por ‘La Olmos’ esta le compuso su corrido al que titulo ‘Soldadito Valiente’.
Híjole que a todo dar que ante lo poco o nada que los toreadores Manolo Mejía, Pedro Gutiérrez ‘Perico Capea’ y Mario Aguilar dejaron de hacer ante los toros guapetones de Real de Saltillo en la décima de la temporada pues hubo chance de recordar a Doña Graciela Olmos ‘La Bandida’
‘Y hablando de mujeres lo que si ¡No tuvo madre! fueron los nombres con el que criador de los animales bautizo a sus toros con nombres idénticos a bureles que mataron o provocaron la muerte de toreros, hay muchas formas de llamar la atención desde luego la mejor en el ruedo hubiera sido que los toros de la ganadería de Real de Saltillo criados por Carlos Peralta Quintero hubieran sacado un ápice de bravura, pero como esto no siempre es posible y menos cuando la crianza de los bureles es de dudosa reputación, pues con alevosía  y premeditación se busco que los animalotes llamaran la atención, lo que si logró el ganadero… con repulsión.


miércoles, 5 de enero de 2011

LA NOVENA DE LA TEMPORADA 2 ENERO 2011

Un Chato que fue ‘El Torero de México’ llamado Alberto Balderas, en un pleito con Silverio Pérez  encontró el ‘Compadrazgo de la amistad’ que murió al morir,  un año viejo.
Hace años un novillero a quién creo lo mentaban como el ‘Ojos Brujos’ de apellidos muy pomadosos, guardaba una amistad muy cerrada con Alberto Balderas, cosa que sucedía por el año de 1936,  año en que precisamente el novillero debutó en aquellos ‘Jueves Taurinos’ del toreo de La Condesa más lo anecdótico, fue que el torero nuevo se vistió de luces para afrontar el desafío torero en los altos del Café Tupinamba que eran las oficinas de una compañía aseguradora que en aquel entonces se denominaba centralmente como La Comercial propiedad del magnate de las oleaginosas Don Liberto Senderos, el caso es que el ‘Ojos Brujos’ frecuentaba rutinariamente la casa de la familia Balderas que se encontraba en las calles de Copenhague atrás exactamente del Hotel Aristos pues formaba parte de la caterva que acompañaba al matador Balderas y por ello pues conocía vida y milagros de Alberto y por muchos años este escribano se la paso escuchando anécdotas a granel del ‘Torero de México’ el que un día por estas fechas de los últimos del año pero de 1940 perdió la vida en la cuerna de ‘Cobijero’ de Piedras Negras.
Las platicas sobre aquella tarde trágica se sucedían debido a que el novillero referido le clavo un hijo a una rubia de cascos ligeros, (De aquellas del Bataclán) escuincle que a fuerzas de nostalgia y vagancia llego a empuñar la pluma con grado de cronista de la legua, por lo que el machaqueo sobre la cornada de Balderas engroso y de ahí hoy recuerdo que el tal Brujo vivía a unos metros de aquella casa que ocupo Silverio Pérez en la colonia del Valle y más pasos pero no muchos  de la casona- museo- taurino de Don Celerino Velázquez  o como se llamara el padre del famoso ‘Abuelo Velázquez’ en cuyo museo fue a parar por mucho tiempo el terno canario amarillento recamado en plata con el que palmó Alberto Balderas, ante esa relación de aquel novillero del embrujo  que lo unió fuertemente tanto con Balderas como con Silverio, es que años después en el libro ‘Silverio Pérez, diamante del redondel’ se recogen algunas anécdotas de primer testigo que protagonizaron estos dos torerazos y en el que resaltan el del pleitazo que terminó uniéndolos en un ‘Compadrazgo de amistad’, el de la última tarde que alternaron su travesía de fin de año y cuando a minutos de su muerte ‘El Compadre le desea suerte al ‘Chato’ pero sería en el otro mundo….
Así pues en el libro se lee que estando en la ganadería de Don Heriberto Rodríguez allá mas o menos por principios de lo años cuarenta y ya jalados por los tequilas y el tlachicoton Alberto Balderas saco a relucir que para él, el  mejor  torero del mundo lo era Rodolfo Gaona ‘El Indio Grande’ (al que por cierto el Rey Alfonso XIII le bajo la vieja) a lo que Silverio replico proclamando a Fermín Espinosa ‘Armillita’ como el más grande,  Balderas replicó <eso dices porque el te hizo torero>  esto calentó mucho más ‘Al Tormento de las mujeres’ quién le escupió a gritos a Balderas < Además  cuando hables de los grandes toreros tienes que hablar de mi hermano Carmelo> lo que como respuesta por parte de Alberto recibió un <Yo toree con el y no era torero sino un loco> en ese instante retumbo el bravío grito de ‘Cierren las puertas señores’ las mesas y la sillería volaron para dar campo a la arena y que los toreros se partieran la madre a gusto mas como a la mano estaban los estoques, las puyas y las puntillas el doctor Joel Marín previendo que aquello terminaría en un destazadero, pues impuso su respeto y dio por terminada la refriega antes que empezara a correr la sangre, luego  el tiempo se encargaría de engarzar a los artistas que tenían en común el darse a querer fácilmente y por cierto amigo ¿Para usted quién fue mejor torero Gaona, ‘Armillita’, o Carmelo?
El incidente fue más que aprovechado por los taurinos de escritorio quienes desaforadamente buscaban montar carteles con los nombres ‘pugilísticos’ mientras que éstos pronto dejaron en el olvido aquella faena, eso sí el incremento de sus honorarios se dejo sentir con punch, así llegó la tradicional Corrida Navideña en la tierra de la corregidora la siempre señorial ‘Opalina Queretana’ el 25 de diciembre de 1940 la que despacharon los toreros imantados después de lo cual regresaron por vía terrestre pasaportando galones de coñac pues la fecha así  lo ameritaba ya que Silverio esa tarde había colofonado una dura temporada  en la que hubo de todo, no así Alberto Balderas que todavía tenia que cumplir con el compromiso que había adquirido de alternativar al joven Andrés Blando ante el testimonio de José González ‘Carnicerito de México’ lo que sucedería con una corrida de Piedras Negras, aquel 29 de diciembre de 1940 en el albero de La Condesa.
Contaba el legendario y siempre bien recordado Don Pedrito Yllana mandamás de aquel histórico restaurante ‘El Tío Luis’ que el día previo a la corrida luctuosa acudió al lugar ‘El Torero de México’ en compañía de una noviecita mostrándose parco, distante, preocupado ¿<Presentiría a la parca?.
Así llegó la aciaga tarde y Silverio que ya andaba de asueto taurino, acudió a La Condesa a desearle suerte a ‘su cuate’ quién se hallaba más esquivo e incomodo que nunca en un trance en el que sin duda estaba pasando aceite cortado, salió el tercero de la tarde de nombre ‘Cobijero’ piedranegrino que en el orden le correspondía a ‘Carnicerito de México’ pero que el destino lo tenía marcado para que se llevara a Balderas a la gloria, el toro lo pescó por el sobaquillo, lo hecho a los aires y espero a que cayera para meterle el pitón zurdo en aquel cuerpo  acanelado y partirle el costillar, destrozarle el hígado y perforarle el pulmón para que Alberto por su propio pie llegara al burladero y  balbucear ‘Estoy muerto’
Y si eso sucedió hace setenta años, el domingo pasado como hace mucho tiempo que no vemos a un paisanito primero con el arraigo de aquellos dos y menos con el hambre de triunfo que se traduzca en pasión y jalón en los tendidos y ya de lo del ruedo pues seguir lamentando que se vuelva a traer  a la Plaza México una corrida de Carranco que está sólidamente confirmada como una ganadería de  dudosa estirpe que se inclina más por lo menos y el cartel como faja de buñi cincuentona, ‘guanguengue’ y  descolorido y así pues lo mejor es abreviar y olvidar la novena de la temporada.

El Bardo de la Taurina
Un iluso que todavía cree en la Fiesta