VOCACIÓN
- PASATIEMPO - VIVIDORES - PARÁSITOS
Veníamos debiéndole
a los lectores que nos han pedido una explicación
o cuando menos un intento de tratar de definir cómo está conformado el llamado
mundo taurino, para ello tendríamos que ir de lo genérico a lo particular, así
que por principio diremos que el universo más allá del toro se conforma por seres
que en grandes tajadas o divisiones podrían hallarse dentro de cuatro grandes
buchacas cuyos enunciados serían vocación,
pasatiempos, vividores y parásitos, estos apartados bien podrían
aplicarse en el concepto más amplio a la conformación de la humanidad con
algunos agregados como los poderosos y los marginados, los ricos y los pobres, más
para el tema que nos ocupa con esas cuatro separaciones o definiciones nos da
pa’ entrarle al punto.
Vocación
La palabra lo dice
todo al referirse a esos seres que están dentro de este mundo que a veces da la
impresión de ser un verdadero galimatías y en el que quedan apuntalados todos
aquellos seres dignos, que son movidos incluso en lo profesional, abrazar la
Fiesta de Toros y Toreros con verdadera vocación y en donde sin orden se puede
decir que se hallan los ganaderos éticos, los toreros entregados, los
empresarios honrados, la prensa limpia, los comunicadores veraces, las
autoridades incorruptibles, los transportistas cumplidos, los asistentes
derechos, y por ahí va la cosa así que no necesita de mucha explicación, pues a
todas luces se trata de personas que se distinguen por su vocación a la fiesta
y que muchas veces están en ella sobreponiendo el amor, incluso a lo económico.
Pasatiempo
Dentro de este
apartado están en cualquiera de sus grados los calificados como taurinos, aficionados
como tales, público y personas esporádicas y me brinco el calificativo de
villamelón por considerarlo peyorativo desde su origen que viene del español antiguo
en donde se nombraba ‘melones’ a todo ser tonto o de cabeza dura y se le agrego
lo de villa cuando generalizaban a toda una población, y esto lo toman o lo
aplican los muy doctos para etiquetar a quienes asisten a las plazas dándoselas
de muy ‘juan caminéis’ portando un sombrero cordobés de cartón aterciopelado y
si es rojo pues que mejor, ensartándose en la maceta una gorra plana o también conocida como torera, mascan
por un extremo un puro más grande que un garrote de gendarme mientras se ahogan
al ritmo de sus tosidos, llevan una bota de plástico avinagrada la que en lugar
de pasársela por el cogote la usan pa’ mancharse la camisa, ¡ah! desde luego
atado al pescuezo no puede faltarles un paliacate colorado de a tres pesos.
Sin duda se trata de
los especímenes más detestables que lamentablemente pululan dentro del ambiente
y que obviamente son los apuestos a los referidos en el primer capítulo, el
dedicado a quienes tienen verdadera vocación, esta especie de gentuza en el
bajo mundo también son conocidos como ‘Pájaros de cuenta’
Parásitos
No hace falta decir
que nos estamos refiriendo a esos entes que se dedican a vivir del cuento, sin
oficio ni beneficio, que en realidad son unas rémoras buenas para nada, bueno
si pa’ joder pues se trata de los infaltables
y detestables gorrones, algunos se disfrazan de apoderados, mecenas, fotógrafos
y hasta periodistas…¡húyales!