domingo, 3 de abril de 2016

LO HORROROSO DE HERMOSO

El Toro en México

Por Bardo de la Taurina


El hecho de que Pablo Hermoso de Mendoza sea el más extraordinario rejoneador que haya parido el orbe, no le debe permitir costumbristamente pasarse por el arco del triunfo  a las autoridades, a los empresarios, ganaderos y a sus  compañeros de alternancia atropellando los órdenes preestablecidos de la lidia pasando con ello por sobre el respeto y la dignidad de la que deberían gozar el gremio taurino. Más por si eso no fuese suficiente, recién en  Cd. Valles S. L. P. llegó al reprobable acto primero de darle a la plaza la categoría de Table Dance al quitarse la chaqueta, remangarse la camisa como si estuviera en la sala de su casa y pa' rematar, no sé bien si porque  por aquí andaba de Spring Breaker uno de sus hijos al que un día bautizo con el nombre de Guillermo y que se hallaba en la plaza vestido obviamente de paisano que es lo mismo que con ropa de calle, eso sí, seguramente comprada en El Corte Inglés o en algunas de las lujosísimas boutiques de la calle Serrano, el caso es que Hermoso en un acto horroroso le chiflo a su crio pa’ invitarlo a lo que el seguramente considero una pachanga y que en realidad era una corrida de feria.

El chaval le ha de haber preguntado ¿Qué onda papito? – pos métase al ruedo  pa’  echar relajo aquí con el torito – pero no traigo botas – que importa si ya ve que el torito esta rete mocho – pos entonces si  apa... y como lo que iban hacer padre e hijo  a todas luces era disparatado pues que el escuincle se monta en los lomos del caballo ‘Disparate’ y a darle que es mole de olla, la gente pensó primero que estaba siendo testiga de un acto jamás visto el que un espontaneo a caballo saltara al albero, luego ya se dieron cuenta que estaban viendo era dos Hermosos bueno en esencia porque en   realidad las suripantas y meretrices de la región comentaron que el chiquillo no es tan hermoso como su famoso padre.

Ya con los centauros montados sobres sus cuacos ¿qué cree usted que sucedió? que el torito que aunque era bravío y de casta valiente dijo – ‘no la chiflen que es cantada’, a mí me trajeron pa’ que le embistiera al Hermoso mayor y ahora se quiere pasar de lanza pidiéndome que divierta a su criaturita.

Ante esa desventaja de dos caballos contra un toro, pues el burel decidió no hacerles el caldo gordo y se  pintó de colores y yéndose a rumiar su coraje a las tablas, al ver esto Pablo le dijo a Guillermito aguánteme  mijo, ahorita lo saco de su refugio y echándole habilidad con ayuda de la maestría de ‘Beluga’ lo encelaron con brinquitos y coletazos hasta que logro sacarlo de las tablas y como no lo iba a hacer si pa’ eso es no nada más, el más hermoso si no el más poderoso de todos los caballeros y como muestra la maestría con que se llevó al torito pintado de amapola y aceituna y lo dejo justo donde  al rejoneador se le dio la gana que era el sitio donde embestiría sin pretexto.

Como lo reprobable continuaría, pues ahí seguía el navarro traicionando a la corrida y alentando a un rejoneante pirata, pues sacaron unas cabalgaduras que fueran acordes con el bochornoso acto y fue así que los Hermosos aparecieron montando a ‘Barrabas’ y a ‘Pirata’, el de mayor edad tomo un par de banderillas y le dio una al de menor edad, los palitroques eran cortos pues el torolullo por su inconformidad con lo que estaba pasando o más bien de lo que estaba siendo cómplice y hasta víctima, se negaba a embestir, una vez que le colocaron las orejillas de palo, Pablo el hermoso al percatarse que en su cajón de hierros no venía ningún esmeril pa’ rebanar en dos la hoja de peral, se tiro a matar solito, pa’ después repartirse una orejita por piocha.

Lo acontecido sin quererlo esta sirviendo para subrayar lo aquí escrito la semana pasada, en el sentido que las ferias de España nada tienen que ver con las de México y por si hiciera falta todavía algo más horroroso, la prensa local tomó el hecho como un pasaje rosa, aplaudible y hasta histórico, lo que colaboró a mancillar más la fiesta que estamos tratando de defender, siempre lo he sostenido los peores enemigos de la misma están dentro de ella.

¡Ah colegas ibéricos! ahí les encargo en el improbable caso de que esto suceda en alguna feria me avisen, mientras tanto me voy sentar pa’ no cansarme.

 Ni duda cabe cada quien tiene la fiesta y la feria  que se merece y esto sucede porque el público que pago carísimo por ver al rejoneador número uno del mundo, no nada más se quedó callado, sino consecuente y hasta aplaudió  el fraude. ¡Mecachis  en la mar salá!

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