La faena de los periodistas o comunicadores confiables, radica en mucho en el escudriñar sobre todo lo que atañe y observa el medio taurino, por eso cuando usted los lee o escucha, es una experiencia a colores donde los detalles se pueden analizar, como fue el caso que tuvo que ver con el cambio de ganado generado el domingo pasado, cuya excusa o pretexto por estos lares generó dudas de que haya sido por el motivo de una rencilla entre carnales de cuatro patas lo cual no se duda, pero de eso a que una ganadería de primerísima con un ganadero del más alto rango no haya podido sustituir incluso todo el encierro, si es que ese haya sido el caso, da que pensar, pa’ mi menda fue más de no regateo al estilo del Palacio de Hierro, donde rige eso de Lo tomas o lo dejas, y aquí si ambas partes están en su derecho sin vendettas ni nada por tratarse de gente decente, lo que dará la posibilidad de en otra ocasión ver los toros de Jaral de Peñas.
Del hecho se desprende que la jugada de la sustitución se debió de haber acordado entre los amigos del Instituto Patria o sea el ganadero Marrón y el arquitecto Sordo, en un lance de cuatachos, (saludos “Negro” López Negrete) esto me recuerda los Arrancones de Palmas entre los de El Cumbres y los de El Patria, en donde se cuidaban los motores y los headers, pa’ la próxima así como la empresa debió prevenir que la novillada vendría en tipo y comportamiento lejano al agrado de todos como efectivamente sucedió. (Que conste que no le estoy recargando la vara)
La pregunta de los aficionados está siendo ¿si el próximo domingo vienen los animales creados por el mismo ganadero? aunque con diferente divisa, ¿Van a salir igual?, ¿Qué decirle ahora a la gente pa’ que no tenga la idea que va a ver lo mismo del domingo?, ¡Pues nada! hay que mostrarle en los medios de comunicación los señores novillos que se van a lidiar cuajados, con edad reglamentaria y sin las pestañas retocadas que es lo que se ve, y referente a la bravura mejor esperemos que les sobre, a que les falte.
Nunca convoco a la gente a que vaya a la plaza, primero porque por cuestiones del frio no puedo doblar el espinazo pa’ caravanear a la empresa, luego porque el público no son borregos pa’ estarlos arreando sobre todo cuando quienes lo hacen tienen menos credibilidad que un pirulí insípido, lo que sí puedo decir es que el ambiente se está poniendo a todo dar por allá como pa’ dejarse ver, abrazar a los cuates, que las gachis le coqueteen a los de buen porte, saborear taquitos y cortes, meterle al vidrio antes de la novillada en los restaurantes de la periferia, hacer cita pa’ verse en la próxima…
El Gato
con Botas
San Diego de los Padres fue la ganadería que hizo el avió el domingo pasado en La Plaza México, más pa’ el recuerdo está lo sucedido en los años 1929 - 1931 con un toro de la misma divisa y que culminó con la muerte de un torero adelantado en alternativa por el mismísimo Rodolfo Gaona, en calidad de empresario, Carmelo Pérez a quién por esas cosas del destino Michín como se llamó el toro asesino, provenía del nombre que se le dio a un Gato Bandido en el cuento de El Gato con Botas, de la autoría del genial escritor francés Charles Perrault nacido en Paris en 1628.
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