Ya con los últimos
suspiros del calendario patrio la
Delegación Benito Juárez, estará dando
el cerrojazo a una administración que ha sido importante para la fiesta de
toros capitalina y es que dentro de esa demarcación, está asentada la
Monumental Plaza México, la cual fue coordinada taurinamente entre lo privado y
lo público en esta administración, por ese
valor de la política que lo es el Lic. Daniel Chimal García, a quién por
años observe con la incomprensión ¿del porque un hombre de paz y de moral elevada
que además no se había curtido en la guerra de la taurina, vivía expuesto a los embates agrestes propios de ese cargo álgido que lo
es el de la Coordinación Taurina de la entidad juarense? y cada vez que esto
sucedía yo solo me contestaba ‘Pues ha de ser por amor a la fiesta y por su
vocación al servicio público’, un día de los normales, se dio el encuentro, de
largueza de tiempo, el cual sucedió en las entrañas del edificio delegacional,
el funcionario y éste escribano en charla rociada de respeto mutuo y de sorpresa
a la visión de un profesionista de temprana graduación, que sin embargo templaba
con serenidad y visión por la justicia dentro de la capital taurina, así que no
le perdamos la vista a Daniel Chimal, por qué con el correr del tiempo podría dejar
huella en la tauromaquia defeña ¿ - ?.
Mas hoy todo ha cambiado y
en ese sillón importante necesariamente habrá alguien de llevar las riendas
coordinadoras y de él, la afición
esperara muchas cosas que ahora son diferentes a las de los tiempos de su antecesor y es que
con la llegada del abogado Mancera Espinosa al Zócalo, pues
lo lógico sería que la Comisión Taurina del Distrito Federal sea renovada y con
la entrante de alguna manera se tendrá
que instrumentar un amalgamamiento con el nuevo coordinador de la taurómaca
delegacional y sin pretender hacerles la tarea, pues solo unas sugerencias como
lo serian el abocarse a luchar contra el ‘Goliat’ que manda en el ‘embudo de
cemento’ y al que a como de lugar, habría
que convencerlo aunque sea haciéndole ‘manita de toro’ de que tome el rubro
novilleril como algo prioritario e importantísimo y no como hasta ahora con la
‘chanzota’ de que el serial menor es producto de una supuesta autorregulación y que la empresa se bambolea para dar las
doce novilladas reglamentarias ¿en dónde se ha visto que un negocio redituable
como lo es la Plaza México, con su Temporada
Grande, no requiera de una inversión?
Además hay que apuntar que si las novilladas
fuesen vistas con amplitud
taurina, bien que redituarían, así que autoridades por el bien de la fiesta,
vayan contemplando el requerimiento de que la empresa capitalina tenga que dar
por reglamentación el mismo número de novilladas que el que se de corridas de
toros, tal vez dividido en ‘Temporadas
Alta y Baja de Novilladas’, pues solo así se podrá sacar del ostracismo a
la novillería nacional ¿o que acaso
nadie se dio cuenta que la Temporada Chica que recién feneció, fue eso,
verdaderamente chica? y si no, a los numeritos en los que tan solo se rescatan
como prospectos unos muy contaditos, bueno como será la cosa de patética que ni
pensar en que algún actuante este pa’
alternativarse, otra asignatura lo debe de ser, el de a la de ¡ya! instituir
formalmente la escuela de Toreros México con sede en el coso grandote con
turnos matutinos y vespertinos que incluyan vacadas apoyadas decididamente por
los ganaderos.
Y claro que esto cuesta, pero
hay que entrarle ‘al toro por los cuernos’ involucrando a todos quienes tengan participación por minúscula que esta sea dentro de la fiesta,
algunas ideas de a rapidín, ganadería que lidie en la ‘Temporada Grande’ tiene
que comprometerse a mandar una novillada de las llamadas de ‘denominación’ o de
las descartadas por trapío en condiciones de oferta para la ‘Temporada Baja de Novilladas’,
subalternos en este serial sus plazas sin chistar al 50%, y por ahí debe de ir la ayuda taurina a favor de la novillería
porque si no la fiesta va terminar abortando
a sus críos.
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