¡BIENVENIDA EMPRESA!
La plaza más grande
del mundo que lo es La México, localizada en el ombligo de la metrópoli capitalina,
éste domingo abrió su puerta de hierro, la que permaneció trabada hasta casi enmohecer por largo tiempo, para ello se armó
un cartel operativo de tronío, Don Alberto Bailleres, el Arq. Javier Sordo y el
matador Mario Zulaica, mejor, regular o lo que sea, solo el tiempo lo dirá, por
lo pronto, los tres, en tercia abrieron el compás y con paso firme empezaron a
conquistar a la afición presente y a la virtual, que desde la lejanía se metió
al esperado suceso, el que hay que decirlo desde ‘endenantes’ había comenzado
primeramente con el destape de la chistera de la que salieron un manojo de
novedades, que desde un principio prometían y de ello dejaron constancia cuando
las inconformidades empezaron a aflorar, lo cual fue buena señal, pues si el
anuncio de la Temporada de Novilladas hubiera valido cacahuates, pues ni quien
se hubiese ocupado de él.
Los grillos cantores
y los jilgueros de lengua suelta al oído, le habían susurrado a esta columna
que se estaba registrando harto movimiento de camiones materialistas, los cuales entraban a los laberintos del
embudo y ahí andaban como subibajas, llevando arena fresca para espolvorearla
en la pandereta torera, a la que previamente la habían dejado bien niveladita, a las
tablas y las contrabarreras les
aplicaron un rojo labial con lo que quedaron rete guapotas, al estuche en donde
guardan a los toros le dieron una buena maquillada hasta dejarlos como
dormitorios V.I.P., la azotea lució muy cuca con su diadema en colores
españolados que invitan a llegarle a un Torres 10.
Se había levantado
mucha bulla entre los aficionados y entre los solo entusiastas, ¡Qué vamos a
los toros!, ¡Que ahí nos vemos!, ¡Qué te traes a la comadre! O sea previó al
jolgorio se armó un mitote a la mexicana que dio como resultado que la zona de
barreras se viera alegrona y la del primer tendido copeteado, resaltando los palcos y lumbreras
donde se llenó de bote en bote.
Los billetes como
ustedes le dicen a las entradas en España, pues digamos que estaban como butaca
de cine, comoditos, una barrerita sin sol unos 10 euros que son como $200.00
devaluados papeles y con sol como pues como 7 euros, $150.00 más arribita pues
los precios más abajito, lo que sí, hablando de taquillas las señoritas
expedidoras de los cartones de acceso de sol se encontraron con que les falto práctica y
nos tuvieron casi una hora pa’ darnos a cambio de la lana, el salvo conducto,
ya adentro otra agradable sorpresa cero guaruras intimidadores, ni sujetos
vestidos de negro tenebroso y el personal de ‘Total Safety’ muy en su papel,
vistiendo de gris sobrio y cuidando el orden, sin asomo de prepotencia
El ambiente antes
del festejo sabrosón, dándose abrazos los unos a los otros, como si se hubieran
encontrado en Júpiter después de una ausencia planetaria, los changarros de
tacos como ‘El Huequito’ más caros, ¡imposible! pues ¿cómo estará la cosa? que
por lo que se paga por un ‘gringa’ (tortilla de harina con carne) y una agua de
chía me zumbo una rubia en la calle de Montera y además no le tengo que dejar
propina, los puestos de birria pues como
siempre, a todo dar, caldositos, hirvientes y picosones, los vendedores de
puros chafas y sombreros de cartón,
pasando las de Caín porque no había
muchos turistas ni villa melones y en cambio los que vendían cascaritas de plásticos pa’ la pañí, sí la levantaron.
Ya dentro, cuatro
chavales dos de los del pasaporte colorado de los que otorga España y dos
mexicanos que solo requirieron el permiso del padre y la bendición de la madre
pa’ salirle a seis novillos, que traían
vigente el ISSO que certificaba su procedencia, edad y casi todos
guapura, luciendo la divisa de la dehesa de Los García, bureles que no fueron
penetrados por puya alguna, porque el festejo se anunció novedosamente como
Novillada sin Picadores, aunque no se puede dejar de soslayar que ese tipo de
novillos en algunas plazas de la
provincia mexicana pasarían cínicamente como corrida de toros, donde además si
les meterían la vara pa’ asentarlos y dejarlos listos pa’ que los figurines les
hagan desfiguros.
Acá el cuarteto de chavales se los zumbaron como
a colegiala de secundaria limpiecitos y sin piquetes, primero de la escuela de
Sevilla Juan Pedro García ‘Calerito’ quien dio la impresión de que se espejeo
con la plaza tan grandota, nunca terminó de reaccionar, salió Juan Pedro
Llaguno y anduvo decoroso, luego un aguascalentense Miguel Aguilar y sin más y
pa’ más, con su toreo nos dijo; -¡Aquí hay un torero!- y créame usted, que si
es cierto. Y pa’ cerrar la lidia de un novillo por piocha otro españolito
Francisco de Manuel quien a estas horas yo creo no termina de acomodarse.
Después por haber
estado mejor en la lidia de concurso Juan Pedro Llaguno lidió otro novillo en forma majestuosa, hasta
que se le paso el alargue y a otra cosa mariposa, al último novillo de triunfador
se hizo acreedor Miguel Aguilar al que ya con el antecedente de su primer burel
lo vimos con más detenimiento, fresco como el verde de su vestimenta y con un
torear de realidad juvenil y un imán pa’ seguirlo por donde se presente.
Una observación que
va para la Empresa;
Sería muy
conveniente y hasta necesario que al anunciar el nombre y peso del toro,
anunciaran también el nombre del novillero que lo lidiará, pues por ser todos
debutantes solo los conocen sus abuelitos, pues pa’ el público concretamente
ayer, no se supo quién era quien, máxime a que la Empresa coadyuvo a que la
confusión brotara desde un principio, esto debido a que en el boletín de Prensa
que entregaron previamente, el primer espada era Miguel Aguilar, en el programa
que nos entregaron en taquilla, aparece como primer espada, Juan Pedro Llaguno
y en el programa de La Plaza México, (el coleccionable) dan como abridor a Juan
Pedro García ‘Calerito’. Luego en la hoja programa aparece el nombre de
Fernando Manuel y en las otras publicaciones lo anuncian como Francisco de
Manuel e incluso en una sin el ‘De’ ¿Cuál es su nombre real? Y como los cuatro
salieron como cortados por la misma tijera de guapitos, pues ni cómo
distinguir.
Un ¡Que me importa!
Por largos meses nos
quejamos y hasta satanizamos que no había empresarios que apostaran su dinero y
que echaran pa’ lante a sabiendas de que en esta temporada novilleril van a
perder parné y cuando salen tres hombres decididos a ver por la Fiesta, yo no
vi que ninguna de las porras ni naiden de naiden, izara una lona o manta que
dijera ¡Bienvenida Empresa! bueno, ni tampoco oí que el ‘Profe’ con sus
acostumbrados gritos dijera; ‘Welcome Managers’. Salvo en El Programa de distribución gratuita, del Director
General Fernando Jiménez M. y el Director Editorial Alfredo Flores García.
En resumen, la
empresa debutante la solvento y solo queda una incógnita pa’ el próximo domingo
y esa solo la despejará el meteorológico o no perdamos la esperanza de que el
coempresario Arq. Javier Sordo, quien vivió la experiencia de empaparse durante
cinco toros en su barrera de siempre y el director Mario Zulaica, que también
sintió la humedad, recapaciten y apuesten por las doce del día.
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