Me preguntaba una señora que está de muy buen ver y a la que
ya no se le ve por la plaza, como a muchas otras más ¿Qué quien llenaría la
monumental? A la que le contesté; Vicente Fernández en mano a mano con ‘El Potrillo’,
-¡No!, de toreros- -pues cuando vuelva
la seriedad, el respeto, la tradición y la atracción… y quién sabe?
¿Y es por eso que la gente ya
no va a la plaza? la respuesta es; por
pésimos manejos empresariales, por complacencia a los ibéricos con los
toros y por la baja atracción de toreros,
todo esto quedo ratificado apenitas en las corridas de aniversario donde se
lidiaron 16 toros y funcionaron 5 a los que
les cortaron de 32 orejas posibles solo 5 ante esos números ¿es de extrañar que
de 84,000 asientos se ocuparon menos de la mitad en ambos días?
Ante este fracaso ¿qué va
hacer el empresario Alberto Bailleres?, ¿esconder su medalla Belisario Domínguez
que lo avala como un mexicano ejemplarmente triunfador?, ¿O va a recapacitar que
no debe usar a sus operadores de
provincia en la capital? Y es que algo tiene que hacer, pues un hombre con su
trayectoria no se puede quedar así nomás, mordiendo el polvo el que ahora lo ha
ensuciado con el desprestigio y por ello si no actúa podría pasar a la historia como quien finalmente terminó de mancillar, aniquilar y
sepultar al recinto más grande del mundo donde tuvo cabida la fiesta popular
más antigua de este país.
En el lodadero en que tienen
convertida la Plaza México trascendió que el contrato de arrendamiento que
suscribió con el dueño del inmueble es por un lapso de 5 años, lo que si es así,
todavía ofrece varias posibilidades de frenar el caos; Una es que ante la
opinión pública dé la cara y anuncie cambios radicales en lo operacional, comenzando por decretar que de
hoy en adelante en la México los toros los pone la empresa y
no los españoles, lo que conllevaría a cerrar el ciclo de las figuras hispanas,
¿o quien sabe? Porque estos al saber que ya no son taquilleros con los bajos en
calorías igual le salen a un toro que siempre será menor que en España pero que
deja dólares, además terminar con las imposiciones de los hnos. innombrables a quienes
programan solo por estar en su nómina, no estructurar la temporada con carteles
prefabricados y dar los festejos dentro de los tiempos regulares. ¿Una pregunta
por qué no vemos en La México, los toros de su consorcio?, ¿no es digna la
plaza de ellos?, ¿o ellos de la plaza? ¿O también están sujetos a la censura
española?
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