Bardo de la Taurina
Arte Forbes de México
Me preguntan qué ¿Por qué? hasta los jueves me refiero a lo
que aconteció el domingo, la razón es
que lo que está usted leyendo, es
simplemente un comentario, que no necesita volcarse ante las teclas obedeciendo
a lo que haya que obedecer, que tampoco hay mucho de donde escoger y cuyas
vertientes son las de los periodistas serenos o estridentes más éticos y calificados, que son los que como las
catedrales que en cada ciudad apenitas y
las hay, las otras líneas salen de los jornaleros, las que su nombre lo indica
todo, luego siguen los encendedores de los incendiarios también conocidos como
los alabadores sin santísimo porque en esta fiesta nacional no hay a quien
alabar (permítame saco mi lupa) el resultado sigue siendo el mismo, ya después
vienen los ‘niños malcriados’ que son los que grafitean en cualquier pared y pos ya sabe usted, no hay ni quien los
pele, no estoy metiendo en esta canasta a los facebookeros y tweeteros o todavía
otros más escondiditos que son los chateadores, tan espontáneos amateurs los
unos como los otros, que se avientan al rectángulo de la ‘compu’ pa’ calamar sus ansias.
Y los jueves digo poco
porque poco hay que decir de lo que ocurrió el domingo primero y el segundo, ¿Si
no a ver?, salvo lo de Ventura con el
toro de Fraga, el terno de Ponce, se
podría decir con amplitud; Los toros pa’ lo que fue esta plaza han sido
una pifia, que hasta hubiese sido bueno una prueba de microscopio pa’ dar un certificado
de autenticidad de rango y no dejar duda de lo que traían en las puntas eran diamantes o
diamantina boleada, los toreros uno primero no se vio y cuando se esperaba que
se viera, lo vio el toro y a otra cosa mariposa, al que no se sabe ¿por qué lo
metieron en la inaugural? El toro le
dijo; -¡Triunfa abre la Puerta Grande!- y el otro dijo como las Marías; -¿Y después
que vendo?-, en la más reciente quien vino a despedirse lo hizo, el francés
honró su flema displicente, el de las
dinastía siguió en su mundo, las entradas entre las dos hicieron una o sea ¡un
fracaso!, como también el de sus publicistas y jilgueros que siguen sin dar pie
con bola pa’ atraer gente y espérense al domingo, diez líneas bastaron y
sobraron y hasta pude sintetizar -Un toro, un rejoneador, han sido todo, total, un desastre-, menos de una docena de palabras bastaron.
Arte Munchies Vice
Así la cosa, ya aquellos millones de penicilina pasaron están
en desuso, hoy se necesitan activos de nueva generación y parece que lo que nos
están dando va a la par de la dramática cuarta transformación, la que en la
plaza de toros y en la plaza pública, si esto no cambia seguiremos con el
tiradero en el tianguis taurino y en el nacional.
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