Gregorio García el más majo de los toreros quién nos da pauta para el arte y la cachondería de Rafael Alberti y de Elías Ruvalcaba artistas que volcaron sus pasiones en la fiesta de las pasiones la que en México está cultivando a Alejandro Talavante como su nuevo torero.
Ahora que los márgenes de maniobra para encontrar una buena cantina cada día se vuelven más estrechos, resulta un oasis llegar a uno de estos templos de hojas abatibles que se mecen rítmicamente y al alimón cada vez que por ellas cruza un parroquiano, bueno así se estila nombrar entre algunas otras formas a quién con religiosidad o sin ella acuden a una Cantina a zumbarse su ‘pegue’ favorito, ¡claro! ello con la excepción de quien por necesidad le tiene que llegar a una horripilante pero reconfortante y hasta revividora ‘Piedra’ que sabe a madres pero que los espontáneos tienen que pasársela por el cogote después de haberse acomodado una faena etílica, de esas que se sale en hombros.
Y ya que ando metido en esto de los elixires en donde la Fiesta Brava ha producido muchísimos y excelsos exponentes entre los que seria verdaderamente difícil negarle La Puerta Grande a más de una gruesa de ‘gachós’ recuerdo siempre con respeto la figura más recocida en el ‘Cuerno de la taurina’ que por unanimidad avasalladora sería la de Gregorio García figurón que en el terreno de la padroterapia, la galanura, la libación y el banderilleo no tenía quién le hiciera sombra aparte de sumarle la calidad de ídolo que alcanzó en Portugal donde su fama era tal que vinos, perfumes, corbatas, llevaban el nombre del guapérrimo matador y su popularidad e importancia alcanzó nivel tan especial que en alguna ocasión llego a Lisboa y sin más se dirigió a un bar a saborear ese vino tan del gusto de allá al que llaman de ‘Uva Verde’ y que se liga con el típico Oporto y en esas andaba el torero azteca cuando ante él se presentó la policía y sin más le informaron <Matador Gregorio García esta usted detenido – ¿y de que se me acusa? – pues de que tiene usted una hora en Portugal y no ha pasado a saludar al señor presidente>
Por cierto recuerdo que sobre este personaje legendario y soberano en el ring de seda lo proclamaban único las afortunadas a las que doblo a pitón contrario, para luego torearlas por ‘Chicuelinas’, embragetarse con ellas, darles el de pecho de pitón a rabo y luego tirarse sobre el ensortijado sedoso y reluciente azabache que adorna el tesoro mayor en donde la faena se remata como debe ser tocando pelo y mojándose hasta los gavilanes.
Y ante tanta belleza o ¿será cachondearía? Na’ mejor que darle rienda suelta a esa poesía que el inmenso Rafael Alberti le escribiera a la ‘Reina de los toreros’ Doña Gloria Rizo quién también fue ‘gachí’ del ya mencionado Gregorio García y creo que por todas las de ley que no es la de los papeles ni la del vestido blanco sino ¡La del Amor y la entrega total!;
FAENA
Te voy a esperar hincado
en el vértice del ruedo
te voy a dar dos faroles
y un remate pinturero
te voy a quitar lo altiva
con Verónicas de ensueño
y te voy a inclinar tu orgullo
con veinte pases de pecho.
Voy a clavarte cantando
las banderillas al quiebro,
para herirte las entrañas
con sus rejones de fuego,
y con la muleta de oro
tres Trincherazos al viento
para dejarte el testuz
sangre y arena lamiendo.
Y te tenga mía,
dueña de mis sentimientos,
con un rejón encendido
en la pasión de mi ruego
¡Te voy a clavar un hijo,
Pa’ que se vuelva torero!
Y ya que la bohemia va tomando sabor a embrujo, buen vino y cachondería na´ mejor que llamar al templete a ese gitano auténtico de la raza calé que lo es Elías Ruvalcaba poeta, compositor, cantaor, rasgador de lira pero sobre todo majestuoso, apasionado del toro y la mujer, nacido en el ombligo del torerísimo barrio de Triana en la Aguascalientes mágica y que del alma se saco eso que reza;
ENCERRONA DE AMOR
¡Ay si yo pudiera darme
una encerrona contigo
cualquier día en cualquier tarde
aunque no fuera domingo!
Que importa si el redondel
es solamente cuadrado
bastará con destender
los tendidos de tu cuarto.
Echarle al reloj arena
y matar en él las horas
sin jueces, sin más barreras
que un brindis los dos a solas.
Quiero encerrarme contigo
lidiando seis toros seis
que son tus cinco sentidos
y la bestia del placer.
Abrir con tus ojos negros
que hieren cual dos puñales
y descubrir tus misterios
por dentro y por naturales.
Continuar por tus oídos
con ese animal sensible
que sin medir el peligro
donde lo toques, embiste.
Luego por tu boca grana
-roja como una muleta-
saboreando cada tanda
lo más cerca que se pueda.
Citar en todo lo largo
al cárdeno de la noche
tocando de lado a lado
la piel de tus emociones.
Ir descubriendo tu cuerpo
a través de sus olores
y remar en los medios
al toro de las pasiones.
Para acabar la faena
con pasión embravecida
vaciar la suerte suprema
¡Entre la muerte y la vida!
Y después de tanta miel sobre la hojuela de la pasión, que difícil se antoja no derramar la melcocha, así que para ir bien amarrao sobre lo acontecido el domingo que antecedió al día de los enamorados en la Plaza México solo decir que un mozuelo hispánico mentado Alejandro Talavante destapó ese frasco del que emanan los elixires caros que se expanden por el cemento desértico de una entrada normal y sin embargo dejan aroma a ¡Torero! al que pronto la afición le entregara el carnet de nacionalidad porque este Talavante ya se le metió a los paisanos en el canasto de sus dulces favoritos por lo demás, el abreviar será más que suficiente y no es que Rafael Ortega o Juanito Chávez no hayan estado honrados y voluntariosos, sino que no dan para más, como si lo dieron de kilos y mansedumbre los toros de La Estancia.
El Bardo de la Taurina
Embrujado con la pasión Mágica
Febrero 2011
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