Don
Alfonso López Barrenquy, capitalino de
nacencia, aunque muchos lo pensasen ibérico, se piro pa’ la tierra de nunca
jamás, siempre complaciente con quienes deseaban escuchar a ese grandioso pelotaris
que dio noches gloriosas en el Frontón
México, las que protagonizo al lado de
otros inmensos como Aquiles Elorduy el ‘Cesta de seda’, Julián Ibarlucea, ‘El Matemático
Ituarte’, Guillermo Amuchástegui a quien los apostadores bautizaron como ‘El milagro de la pelota’, y como no
recordar al inmenso Alberto Roser ‘El Príncipe’, Paco Berrondo, a quien
nombraban como ‘El Caballero de las Canchas’, a Segundo Sáenz, y ¿que tal aquellos hermanos? Salsamendi Isidoro ‘El Jorobado’ y José Luis
‘El Maestrito’, más nombres pa’ el recuerdo
como el de Echeverría, mejor conocido como ‘El Pescado’, o Carlos Bertch
Izaguirre ‘El Loco’, y ‘Braci forte’ mote con el que se conocía en el ambiente
a Julián Ugartechea y desde luego una mención pa’ Moisés Solana y ‘Chicuri II’ y de aquellas
épocas Don Alfonso recordaba
acontecimientos como aquel de que
Rodolfo
Gaona ‘El Califa de León’, fue en los principios del Frontón México gerente del mismo, del cual el restaurantero
de los toreros Don Pedrito Yllana el famoso ‘Tío Luis’ fue cantinero y decía
que el matador Luis Castro ‘El Soldado’
con la raqueta era un ‘General’.
En lo taurómaco, siempre respetó a su pluma y por ello nunca la prostituyó con la tinta de
la mentira o el alquiler del servilismo, al becerro disfrazado lo repudiaba por
denigrar la fiesta, sin que dieran un
trapazo, reconocía a los torerillos de oropel, se molestaba cuando del palco de la ‘autoridad’ volaban como
confeti las orejitas patrañeras y hasta suspicaces, Don Alfonso periodista que
nunca se engaño, ni engaño.
Y
ya que he mencionado a los jueces de plaza
siento preocupada a esa taurina que
lo es Doña Gabriela Arroy, quién en la
red social expresara textualmente ‘Pues mientras no haya una estructura para
alinear a todos los jueces de las plazas de toros, seguirá así la fiesta, ¡ineptos!’
(V – 12 – 13) y desde luego que hace falta unificar criterios, mas el asunto es
complejo empezando por lo legal como lo
sería que todos los estados tuviesen instaladas sus Comisiones Taurinas, lo
cual no sucede o no operan como tal, comenzando por lo elemental que debiese
ser el que entre empresa y usías exista una sana distancia, luego viene el
hecho de que los jueces tengan el carácter y la valentía para no dejarse
intimidar por los empresarios y de ahí se desgranan otras condicionantes como
lo sería el hecho de que ninguna empresa nombre o acomode en los palcos a sus
cuates, luego a los biomberos se les debería de auditar en cuanto a su
solvencia moral y taurina en lo toristico y lo toreristico tanto en lo técnico,
como en lo práctico y en el factor criterio porque en esto de presidir corridas
los manirrotos como los miserables son igual de dañinos, en fin el tema es
álgido y requiere de atención inmediata por lo que desde aquí exhorto a Doña
Gabriela Arroy a que con ese su amor, pasión y entusiasmo a la fiesta, inicie
una campaña sólida que emane de los
aficionados en pro de la dignificación de los palcos en la que por ejemplo
podrían aportar la propuesta como; ‘Que los jueces de plaza dentro de las 24
horas inmediatas a los festejos den a conocer públicamente el reporte de cada
festejo en donde se asiente por principio en base a que criterio aprobaron los bureles lidiados, incluyendo como
las edades fueron cotejadas y de ahí
todo lo demás’ ¡Venga señora! que ya es tiempo de que los aficionados se
comprometan accionando en pro de su fiesta, hasta lograr, lo que no se ha
logrado hace tiempo y que si se logra, sería un gran logro, que lo es, el que la Fiesta Brava vuelva a ser
digna, seria, ética, respetable y que desde luego recupere su esencia de fiesta
popular, es decir del pueblo, del público, de los aficionados y no de quienes la tienen ubicada dentro de la
Sección Amarilla como ‘Negocio Taurino’.
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