El domingo último en
la plaza de mayor aforo de la CDMX durante el festejo de las cuernas, varias anomalías se dieron antes, durante y
después del mismo. El primero ya se sabe lo fue el tropezón que tuvo la empresa
al no haber podido sostener lo que había ofrecido como carne de atracción en
donde iba a dar un cartel con dos triunfadores y a la mera hora nos aplicaron
la de ‘El prometer no empobrece, sino el dar es lo que aniquila’, más lo
lamentable es que desde endenantes ya se habían complicado al haber pagado su
novatada al confundir una feria con una temporada y armar los carteles con Kola LoKa pa’ que ahí se quedaran pegadotes
e inamovibles, craso error, más adelante tuvieron la oportunidad de enmendar y
se volvieron a tropezar y va de nuevo,
pero ahora con mayor riesgo, además de conformar por adelantado un cartel con
un toreador que a los cuatro vientos ha venido demostrando que no ofrece nada
de nada pa’ ser considerado un torero ancla o base como lo es José Adame, del
que por cierto después de su comparecencia y de acuerdo a su nivel hay quienes
dicen que se derrumbó, ¡momento!, eso hay que aplicarlo cuando se está arriba y
no cuando se está tratando, aunque a veces no lo parezca, de ir pa’ la cima,
pero a lo que íbamos que era el que
Sergio Flores se ganó ese lugar y ahí estuvo y estuvo bien, sin nada más
que eso y si decir que pa’ como está el
nivel con que se le mide el agua a los camotes mexicanos, pues desde luego que
se merece ser reconocido y de los
calificativos que le están aplicando, el que esta columna le otorgaría es que ha
dejado de ser para otros ‘El patito feo’ ¿o a poco a muchos ya se les olvido
que así lo calificaban? Y de ahí a la incongruencia o aún más a la locura de
nombrarlo ‘figura’ o que toco la gloria y que en su persona se halla el ídolo
que el toreo mexicano estaba esperando y otra más, que esa si me llevo hasta el
vómito cuando escuche o leí que estamos ante el nuevo ‘mandón’… abuelo présteles
su bacín que esta rete anchote pa’ que quienes han dicho eso no se anden meando afuera.
Sergio Flores es
ahora cuando realmente debe de hacer una faena de arte, inteligencia y
capacidad, mucho más allá de la del domingo y ahora debe enfundarse en el terno
del blindaje y ponerse por capote un cerrojo que lo proteja de todas esas sartas de calificativos con las que
lo quieren capear en clara de huevo de pavo real (hembra) es el momento de las zapatillas bien
ancladas sobre la arena o la tierra brava de Caparica, de volar ¡sí! Pero el papalote
y ahí entre la hermosura del cielo azul y la frescura del campo que lucha por
dejar atrás el dorado del invierno y busca el verdor de la primavera preguntarse
¿Cuántos meses deberán pasar pa’ que usted vuelva a pisar el ruedo de la Plaza
México? Lo que debería de ocurrir este domingo venidero y que podría ocurrir si
a la empresa se le ocurre transformar el cartel de seis toros en uno de ocho, lo que sería posible pues ya vimos que el
domingo de su triunfo lo hizo nada más que
al revés.
Y sí es oportuno
decir, que esto se está pensando, no necesariamente por considerar la faena de
Flores una obra de dimensiones inconmensurables, porque ese calificativo
avalado con el mismo rasero de premiación (2 orejas) es propiedad de Morante de
la Puebla, si no por sustentos que ven más en favor de la afición, a la que a
la hora de poner en la balanza el global de la temporada, se le sale debiendo,
por puntos oscuros como esas programaciones en días y horarios que no
agradaron, aquellos precios altos, toros sin bravura en la mayoría de los
encierros, falta de contundencia en lo muy general por parte de la torería
mexicana, además de que en grueso de deseos, la gente esta temporada se ha
quedado con las ganas del disfrute del almíbar en copa de baccarat de ‘su’
torero Fermín Rivera y por otro lado el destino que pa’ el amor está despierto
en estos momentos, late y late fuerte por Sergio Flores, así que, qué mejor que
la empresa complazca y en una de esas da a luz una rivalidad que puede resultar
jugosa. (Esto sería posible si la fecha del apizaqueño no está ocupada)
Y bueno, ya metido
entre los disfrutes del tlachicotón y las fantasías que guarda la jícara de
donde puede salir la cola de un alacrán si no se le complace,que tal un cartel en
donde por la puerta grande de afuera pa’ dentro lleguen hasta los corrales, los
toros elegantes esos a los que les cuelga la corbata que son los de Piedras Negras y les salen hacer fiestas Jerónimo, José Luis Angelino y desde luego el
que se está llevando las flores, Sergio Flores, y bueno si no lo quieren hacer
tan, tan tlaxcalteca, echen mano de alguien que necesita le echen la manita
ante la afición capitalina que lo es Luis David Adame.
Aquí nuevamente un
ejemplo en carne viva de que los carteles no se deben armar con antelación al
devenir de los acontecimientos, pues de no aparecer Flores se estaría
cometiendo con él una injusticia, además empresa pregúntense ¿en cuánto
ayudaría al atractivo del cartel esa inclusión? Y mírenlo también desde el
punto de los dineros taquilleros que serían más jugoso sin llegar a lo
exuberante desde luego, y permítaseme decir que hasta aquí hablare del joven
maduro que más que nadie requiere de uno, dos, tres campanazos pa’ que en el
interior volteen a verlo y si además esto sirve pa’ que entre los anunciados se
piquen las crestas, pues ya vamos de gane y así hay que ver las cosas con
esperanzas de que los ya muy vistos, nos validen la tarde pa’ que la empresa y
el público los sigan viendo. Y si no lo hacen la empresa dirá y con razón; Por
eso no los había puesto.
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