lunes, 17 de septiembre de 2018

La del vestido Carmesí…olé!!!


México y anexas
Las Bardianas
El próximo domingo los largos tentáculos que opera uno de los corporativos de la industria taurómaca que lo es el de la Monumental de la Nochebuena, va a enfrentarse a la realidad de, sin duda alguna saber, si sus voceros, publicistas, mercadólogos, están preparados o no pa’ afrontar la inminente temporada de invierno, y es que si el día 23 en la etapa final del rally, con un tiempo más que holgado, con los novilleros más atractivos Francisco Martínez, Héctor Gutiérrez y Roberto Román, de los que por circunstancias pueden no solo echar mano, sino anclar un cartel de primera línea el cual será redondeado con una de las ganaderías más atractivas de los últimos calendarios que lo es la de Caparica, no logran meter por carretadas al público a la plaza, los  focos amarillos se les encenderán.

Y si esto sucede, desde el corporativo tendrán que ordenar que le pasen el scanner a la que ellos creen es la maquinaria idónea pa’ hacer del ‘Embudo de la ladrillera’ un verdadero imán de atracción con los elementos participantes, que insisto, son miel pa’ la hojuela, el cartel no tiene el menor guiño de desperdicio, mas también por ser la apuesta más atractiva implica un riesgo y ese lo es que sea cual sea el resultado de la novillada referida, pa’ la segunda por varias razones el Globo de Cantoya se les va a desinflar, esto repito de otra manera haya trinunfos o no los haya.

 Porque si el triunfo se da, el público y los aficionados que dicho sea de paso no son lo mismo, van a querer ver por lógica, por razón natural, por obviedad y hasta lo van exigir a los triunfadores que en todo caso solo lo sería uno el programado desde ¡ya! (este es el grave error de sembrar toreros), y si el triunfo no llega por parte del sembrado  sería un auténtico petardo repetirlo y por ende un balde de agua helada en el ánimo de la gente, que dirían si los abridores no la armaron…

Y es aquí donde se va  a verificar el operativo de comunicación con los medios elegidos e insisto el publicitario y el mercadológico, el cual no se ha dejado sentir como debiera pues a estas horas la gente sigue más metida o entretenida en que si a la hermosísima primera dama de la nación no le iba cómoda en el vestido que lució la noche del grito en el Palacio Nacional, el vestido en realidad, era precioso, espectacular se trataba de un diseño y manufactura salido del taller del modisto Alejandro Carlín, que no vaya usted creer que por el apellido es un cortador extranjero tal vez francés,  italiano o español, ¡no, no el talento es mexicano! eso sí Alejandro Carlín oriundo de la Ciudad de México con un pellizquito regio, estudio moda, diseño, patrones y corte en el famoso y glamoroso Instituto Margoni ese que se halla en el Milán ítalo, de donde pasó al Central Saint Martins en la capital Inglesa.

 EL  modelo se baso en un diseño amplio rematado con un escote de barco todo ello sobre un fina y preciosa textura textil en Rojo  Carmesí  -*A partir  del rojo, subiendo la proporción de amarillo, se consigue un color más encendido,  cuyo nombre deriva de un tinte que se obtenía a partir de un insecto hemíptero originario de México,  la cochinilla,  y con alumbre también se conoce como Carmín- * ‘Colores del Toreo’, autor Paco Delgado, Ediciones Bellaterra, España.

Por cierto esta tonalidad es la que usa otro majo Enrique Ponce en algunos vestidos recamados en oro y en ocasiones combinado con plata.

¡Ah! subrayo las características del color del vestido  pa’ que ningún chairo ande diciendo ‘La Gaviota’ andaba vestida de bandera’.

A Carlín lo  puede localizar  en Sierra Vertientes # 439 en las Lomas de Chapultepec, eso sí  le recomiendo que si le va regalar un modelín a su  señora pa’ que ahora que viene la temporada de toros y usted se le desaparezca desde la hora de la comida y se vaya al predio de Alejandro Tarín el ‘Gipsy Grill’ con los amigos a calentar motores, la dama no le levante el ceño, y  saque cita, pues tome en cuenta que adquir un vestido ahí no es lo mismo que comprarlo en Suburbia, lugar que por cierto es una opción pa’ ‘parquear’ el coche, las tardes de corrida.

¿Qué cuánto le costó el modelito a La Primera Dama más bella que ha tenido este país?, pues fíjese que la señora  no tuvo que romper el cochinito, ni juntar sus domingos, esto porque la prenda fue un obsequio del diseñador, quien puntualmente le agradeció lo haya portado, pero como con usted no tiene una ‘Gaviota’ en su casa,  con que se lleve unos cuarenta mil baros, yo creo que si la libra y le queda pa’ el valet parkin.


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