Les comparto un anticipo de parte de la obra que aparecerá en el libro en el que estoy participando. Cerca de treinta obras fruto del trabajo de casi dos años ... Ojalá y les guste. Fco. Álvarez.
México y anexas…
Las Bardianas
Sobre el tan cacaraqueado
¡vamos al cine!, ¿ya la viste?, por
principio hay que comenzar por decir que lo que motivó esta moda efímera, es un
modesto documental que nada tiene que ver
con un filme ya que son dos categorías totalmente diferentes, el título no sólo es bonito, interesante y hasta
atrayente ‘Un filósofo en la arena’, co-producción
que pa’ la pantalla de plata, ni de pasamanería
resultó y es que los realizadores en el tema están en el
limbo por no decir en Babilonia, en donde han de tener su morada quienes los
asesoraron, de los personajes en pantalla contadísimos, las demás personas pululantes y los espontáneos fuera del foco en la temática.
Esto de echarse una camarita al oclayo sigue teniendo su guasa, y por eso es muy poco lo rescatable, de ese haberse montado en vertiginoso
pincelazo filosófico pa’ mostrarnos como con una horquilla eléctrica le descargan
corriente que no es suficiente al
marrano, el que todavía moviendo las
orejas que es señal inequívoca que el animal está vivo lo arrojan a las sierras
descomunales pa’ que así se destace la materia prima pa’ elaborar salchichas y chicharrones,
los pollitos que se convierten en pollo
pa’ el mole también son exhibidos muriendo y el arte del toreo pues no pasa desapercibido, con
comentarios como el del señor que dice -no soy anti taurino pero después de
aquella tarde en que el torero le receto diez intentos de estocadas letales y diez descabellos al toro, pues francamente ya no volví a la
plaza- en fin que manera de engrosar la
fila de los veganos.
Cuando nos pudieron decir que el arte que nace a partir de
dos seres vivientes que lo son el Toro y
el Torero, llega a tales grados de belleza y fastuosidad como ese pasaje que se
narra en el libro ‘Las verdades de Chavela (Océano) donde la Vargas (quien vivía
en la misma vecindad que el “Berrendito de San Juan”, narra con palabras más o menos aquella ocasión en
que la que fuera empresaria de la Plaza del Toreo de Cuatro Caminos Doña
Dolores Olmedo; -Le pidió que la
acompañara a España a Granada, Me dijo que fuéramos a comprarle estoques de oro
a su novio. ¡Estoques de oro por dentro y por fuera!, El novio era rejoneador y
tenía unos caballos bellísimos que Lola le
regaló. Lola lo vestía como un príncipe, se llamaba Hugo Olvera-.
(pag. 64) (libro de venta en Librería Tauro, Justo Sierra # 30, Centro Histórico,
CDMX).
Volviendo a filosofar entre algunos
bienaventurados pasajes está ese donde
él reconocido, respetado y admirado titular en jefe de los servicios médicos de
la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el galeno eminencia define lo que es un torero ¡Seres Diferentes! Que miran y miden el
miedo de otra manera y en ese mismo momento el paneo y las escenas muestran
las intachables y envidiables instalaciones médicas con las que cuenta el
albero sevillano. Como creo no existen en ninguna plaza mexicana, lo que sí
creo que exista es belleza campirana como la de Rancho Seco que ahí pudimos
admirar los asistentes.
Ahora pa’ que no digan que metido en el tema no aporto nada,
ahí les va una recomendación espléndida e interesante pa’ que naiden niegue que los taurinos también
podemos hablar de rollos (fílmicos) que van más allá del esnobismo filosófico
del que hoy chanelamos como si lo entendiéramos, se trata de la lectura del
libro ‘Los Toros en el Cine Mexicano’ de la autoría del escritor Paco Ignacio
Taibo 1, editada por Plaza y Valdés (z), Editores en 1987, entre todo lo que es digno
de leerse de cabo a rabo, porque la obra es de orejas y rabo, viniendo ahí un
capítulo muy a tono con lo que hemos venido tratando y que aparece en el índice
anunciado como ‘El público taurino en el cine’ en ese capítulo Taibo 1 nos dice
en algunos extractos; Los toros en el
cine son de alguna forma un espectáculo incompleto…//. Por todo esto, acaso los
buenos aficionados a los toros son muy malos espectadores del arte taurino en
la cinematografía.
Y ya jalando hebra en ese libro y cambiando de capítulo pero
en el mismo tenor de lo interesante nos dice Taibo 1 que la película ‘Novillero’
se estrenó en 1936 en el Cine Regis, bajo las características de Cortometraje
de 40 minutos, dirigido por Boris Maicon e interpretado por Lorenzo Garza, María
Bautista, Manuel Noriega y Agustín Lara, en doble rol de autor de la música
(1935) y actor, por cierto lo que muy poca gente sabe es que la composición del
músico nacido en el hoy llamado Centro Histórico de la Ciudad de México, dio pa’
el argumento de otra película que en las
marquesinas se anunció como ‘Un domingo en la tarde’ que fue estrenada en 1938.
Y una primicia la historia al detalle de la controvertida composición
‘Novillero’ de Agustín Lara que por años se la ha acreditado a dos toreros diferentes
Lorenzo Garza y Fermín Rivera, quedará plenamente esclarecida en el libro ‘Embrujo y Fantasías… historias con leyendas’
que hará el paseíllo en unos meses, enfundada en terno de lujo, edición pa’ la que el pintor Fco. Álvarez lleva en las
portadas, en los forros, en la bamba del libro, entre 30 obras, dos pinturas originales
que le brotaron de la inspiración del pasodoble ‘Novillero’, los datos que ahí aparecerán
en aportación extra, asesoría y revisión de las biografías de los toreros que
inspiraron los pasodobles y la suite española son altamente confiables pues han
pasado por la lupa enciclopédica de el Lic. Luis Eduardo Maya Lora, así que la obra por créditos alternos no para,
siendo estos tan connotados que ya hasta se me olvido el nombre del escribano
que va a dar fe de la obra, el que puntualiza que este libro, no fue escrito con el lápiz labial
de la cursilería, pero que si suena a piano, a rasgueo de guitarra, a replicar
de castañuelas a trompetas y panderetas…
La tarde es una manola
que te espera en su balcón,
que nunca sus ojos vieron
a nadie torear mejor
Agustín
Lara
¿Sabe
usted a que pasodoble corresponde ésta estrofa?
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