México y anexas…las Bardianas
El matador Lorenzo
Garza Gaona y mi menda somos amigos, no cuates, ni conocidos de ocasión, lo considero
el más culto de los toreros, el más leído y aparte de ello educado y decente
como el que más, que en estos ambientes de la torería y el periodismo es como
una perla negra, he sido tomado en cuenta por él antes, durante y después en
sus libros y siempre evoco con gratitud sus visitas a mi cantón, donde las horas se nos vienen encima sin que en ellas hablemos
de toros y si nos desbordamos charlando sobre literatura de la fina tema en el
que Lorenzo es una figura sin igual, cuando viene a casa lo hace en el Metro y
cuando voy a casas de sus papás en CDMX él me va a recoger a la parada más cercana,
así sin poses, ni dobleces y esto lo hace porque no es un doble cara ni en la
banqueta, ni en la arena, sí muy apasionado, sí muy casado con sus ideas, sí
muy él. En pocas palabras es un auténtico.
Sé que es un torero
romántico, no a la antigua, ni retro, ni vintage, sólo que comulga con la
semilla y su origen, en su posición transitoria que se ha impuesto anda al filo
de lo complicado, porque como por lo que se está anhelando, es por el deseo de un contrato, con una sociedad que si
bien es privada, también es pública, pero sobre todo postmoderna y entonces yo
me pregunto ¿Cómo van a dialogar? si son dicotómicos en sus punto de vista y de
apreciación, y aquí ha llegado el momento de decir que estas líneas son escritas pa’ aventarles un
balde de sosa cáustica a esas asquerosas
e infundadas suspicacias de que el Matador está haciendo esto, sobre un guion
en el que la empresa al final se acerca a él y le firma el ansiado contrato,
tal vez esto salió porque hace más o menos un mes la operadora taurina montó
ese numerito pero con un espontáneo, el
que fue perdonado y absuelto en
el callejón por un ejecutivo, pa’ que a
la samaritana se pensase que son bondadosos y hasta
profesantes del franciscanismo al
grado que al siguiente fin de semana metieron en un brete al muchacho regalándole
un par de novillos, que hasta donde sé, no se los pudo llevar en canal a su
casa pa’ la jama de tres meses, que además sería la única que va a lograr
dentro del toreo, pésima, burda y desatinada acción de la empresa.
Ni remotamente este
es el caso de Lorenzo Garza Gaona, ¿que no lo conocen? Se los repito, es un
hombre ético, honrado a carta cabal con él mismo y con la Fiesta, que además
anda en esto de la seda y el oro por mandato del alma, pues con ese don de
gente que se carga y con la mano
izquierda tan fina que tiene, podría estar manejando las relaciones publicas o la cultura
de cualquier consorcio multinacional, es más, si el señor Bailléres González
supiera lo que pasa en esa bifurcación de uno de los negocios de sus tentáculos
donde un joven de apellidos Garza Gaona está toreando las inclemencias del clima y los desaires, ya hubiera mandado por él y estuvieran
desayunando en Polanco en la mesita esa donde el señor Alberto lo hace, pero él
que va a saber de esto, ¡por Dios!, si bastante preocupado y ocupado debe de
estar con ese murciélago que anda revoloteando y que en su aleteo trae el drama
de un pensamiento macabro, que como ave de mal agüero ¿Por qué los murciélagos
son aves…no? presagia los nubarrones que se están avizorando sobre la industria
metalúrgica y que en el fundón dice expropiación.
Garza Gaona tiene
sus argumentos muy de él y la empresa pues tiene los suyos, de todo esto sea
cual sea el desenlace, algo hay que decir y es que con lo sucedido las nuevas
generaciones han descubierto que el
drama de una Huelga de Hambre, es
también un lance de torería y que pa’ realizarlo se necesita del carácter de un
hombre hecho y derecho, y solo decir que el desenlace que desde luego nunca dejara
satisfechas a ambas partes, aunque se dé
la inclusión riesgosa que en estos casos, si ocurre, vendrá sembrada de
espinas.
Los porque sí o
porque no, no son tantos, lo que sí suma muchos tantos es que Lorenzo ya pagó
el precio del morbo y ahora en la provincia las puertas se le abrirán pa’
cosechar peludas que son las llaves
mágicas que abren los cerrojos, que llevan a las Puertas Grandes, aunque no
estoy cierto que también a las del monopolio, pues este es soberbio y vengativo
y Garza Gaona como quiera que sea se ha convertido en un as de atracción, por
no decir en una piedrita rasposa en los bostonianos de los empleados del
corporativo, pero no tanto como pa’ cerrarle el patio de cuadrillas a alguien
que les puede redituar en la taquilla, aunque desde la barrera percibo que lo
de Lorenzo no es por buscar a donde torear sino que es algo que apunta al
orgullo de la confirmación en la Plaza México.
Y como esas ya son cosas muy personales pues
yo me persigno en el nombre de la coherencia, la que tiene validez dependiendo
del lado del cristal con que se mire, porque una cosa es visión taurina y otra
mercantil, con las cartas de ambas partes sobre la mesa, seguir sobre lo mismo
es no moverse y aquí ahora lo que hay que hacer es reactivar la situación,
porque estática no le beneficia a nadie, así que son tiempos de empezar a
manejar opciones y sobre de ella a todos esos entusiastas y a los que se han
subido a este ‘tranvía llamado deseo’ de apoyar a Lorenzo moralmente, ¿por qué no le entran al toro en serio?, y en lugar de
twitters, facebookazos, pancartas y todas esas cositas, muchas por cierto fuera
de la realidad y apoquinan una buena lana sacándola de la cartera (nada de andar
boteando lastimosamente) pa’ abrir una cuenta bancaria con aportaciones sólidas que se van a tener
que usar pa’ que el torero se reponga en
su estado de salud, el cual no hay que ser adivino pa’ no descartar la
posibilidad de que vaya a tener que recurrir a un nosocomio, apenas va una
semana del sacrificio, pero conforme pasen los días, la situación se va volver
dramática.
Ahora mismo Lorenzo
necesita recuperarse físicamente, volverse a poner con el toro, agarrar Match Play como se dice en el argot tenístico y hablando de
ello, este fin de semana se va a realizar un Match de corte mundial al que sin
duda a los empresarios que no son los taurinos, no les va a parecer que la
figura de un hombre en huelga de hambre esté a las puertas del escenario ¿Cómo
lo van a manejar?
El silencio del micrófono
Las corridas son
tradición y costumbre y una de ellas lo son las trasmisiones por radio de
Carlos Flores a través de ABC Radio, frecuencia que en las últimas doce Temporadas
Grandes y también las tres series
recientes de novilladas las ha radiado,
lo cual refiriéndose a la temporada actual ha dejado de suceder ¿Qué
paso?, ABC Radio es una amplísima e influyentísima cadena que esparce los
pormenores de los festejos y los promociona por todos los confines, así que
entonces ¿cómo entender que la voz tan
identificada con las transmisiones, no se esté escuchando?
Carlos Flores es un
comentarista equilibrado, enterado, objetivo y de muy buena voz, si no lo fuera
así ¿Cómo se entiende que en su haber tenga más de quinientas trasmisiones?,
además de los veintiún años al frente de su programa dominical ‘Con Sentido
Taurino’ por donde han pasado todas las figuras y las que no, también, porque
Carlos Flores es abierto, democrático y apoyador, su línea nunca ha sido la de incendiar,
es más hasta donde sé vagamente existe un evento high class en donde se
entregan unos premios Minotauros muy relacionados con los
triunfadores de la Temporada Plaza México y estos son conducidos precisamente
por Flores, el asunto de las trasmisiones es público porque va dirigido al público,
y por ello la empresa tiene que oficializar a que se debió la silencización, si por no convenir ya a
la propia empresa en términos y condiciones o por presiones de otras estaciones,
o si se trata de una franca censura a la libertad de expresión lo cual ya
tomaría otros matices, mientras tanto lo único que están logrando es que más gente este escuchando el programa
independiente de los domingos a las 21 hrs. en la 7 60 AM en donde ya se
empieza a dejar sentir mayor rigor en la línea editorial, lo cual es natural
pues a toda acción una reacción, y no dejar de señalar que la creación y
dirección de ‘Encaste TV y también en radio es obra de este profesional que lo
es; Carlos Flores, ¡ay! esa asquerosa costumbrita
de empresas y toreros de querer acallar o tapar sus desaciertos con un
borrón, que en lugar de borrar o
silenciar solo contribuye a resaltar las manchas y como dicen en el pueblo, a
ver si no les sale el chirrión por el palito.
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