Charlas Bardianas
Una llamada
del Dr. Leopoldo de la Rosa preguntando por el lanzamiento de la novela, que en
el pregón se publicitará como la que está exenta de refritos, careciendo por ello de papel calca, la que no se pliega a las
formas almidonadas, porque su autor sabe perfectamente que no es un vulgar
copista y sí en cambio hurga, en los malabares de los dineros y presta nombres de poderosos y políticos que aprovechando
visionariamente el hueco de la ‘Ladrillera de Guadalupe’, armaron un Lego desde los años del siglo pasado 43
- 46 que llamaron de último momento ‘Plaza
México’ por decisión del Presidente
de la República.
La plática con el Dr. De la Rosa llegó al punto temático que llevara la novela, cuyo título no está conformado a base de letras ¿ ? pero en simbolismo, ya brama por ver la luz al final del túnel, lo que sucederá dentro de unos dos meses y no es que hasta entonces termine de cocerse la sopa de letras, porque cruda lo está de principio a cierre, en fin, la novela siendo virgen y con una sola frase, ya está resultando polémica e incendiaria como aquellas bolsas de combustóleo pa’ el boiler y es que en la charla, el Doctor se casa con la idea de que la cultura permea en casi todo, incluyendo el ruedo y lo que ahí suceda, más el libro contraviniendo esto dice a la letra, que la cultura en las Corridas de Toros comienza atrás de las tablas o burladeros, el galeno rebate con todo derecho que; -La cultura está en el mismo ruedo, porque es parte u origen de la tauromaquia-. ¡Más leña al fuego! ¿Entonces los espermatozoides ya eran cultos antes de que Cervantes, García Lorca, Dalí… hubiesen creado sus genialidades?
La Fiesta desde siempre ha estado conformada
por segmentos como lo podría ser el del erotismo, que provoca la taleguilla en su contexto
sensual de la que por cierto los sastres especializados le preguntan al torero -¿De
qué lado se acomoda usted la virilidad?- y el Matador
contestó -¡del lado de sol!-, -¿alguna razón?-, -¡pa’ que luzca!-.
Pregunto a
los infla
infantes que pululan por la geografía
bajo la cita esa de ‘Dejad que los
niños se acerquen a mi’ ¿Les están enseñando a las criaturitas el orden que
debe seguir la tauromaquia comenzando por el alumbramiento, después del cual a
los becerritos les aguarda un hierro candente pa’ tatuarle su pielecita tiernita? o ¿primero les
muestran como anudarse un paliacate en su cuellito?
En fin que cada quien eduque a sus hijos presencial o virtualmente y si pa’ ellos las heridas y el sangrado ante los ojos infantiles entra dentro de la cultura, pues que cultos son aquellos de amplio criterio sin que esto quiera decir que siempre les asista la razón, máxime en un programa de opiniones cortas y en muchos casos de monólogos que buscan un aparador donde difícilmente alguien se mete en camisa de once varas.
Un par de perros de caza.
¿Por qué si con las armas Tradición, Arte, Cultura, se ha tratado de defender a la Fiesta sin resultados del todo positivos? ¿Se sigue insistiendo en abatir a los enemigos con ellas? Bueno, pero no todo es negativo, es más casi nada lo es, lo que pasa es que el público es muy jodón, y le pongan lo que le pongan o le sirvan lo que le sirvan, no les va a embonar el chile y en cambio el polvo en polvera les cae suavecito como acariciando gustos conformistas. En concreto, ¿Qué tan pobre es la creatividad?, que ahí andan fabricando unos mano a mano, entre dos toreros de más de 10 años de alternativa que lo son Josés Morett y Adame, que nunca han sido toreros pa’ la guerra, uno guapo y el otro acartonado que por ello no van a despeinarse, cuando en cambio tenemos a dos auténticos perros de caza que lo son Sergio Flores y Francisco Martínez, que desde el paseíllo ya están provocando o dividiendo al tendido creando (istas), máxime que los dos por separado traen tras de sí, a los mejores apoderados de éste país Roberto Viezcas y Alejandro del Olivar. ¿Será por esto que al público no le embona el chile, porque lo que ofrecen, no pica?
Dice Maestre: Se parece a los torerosHoy aquello de los legendarios carteros que en las épocas primarias de la aventura española se daba a través de los paynani, hoy ya nada más se les conoce por el nombre de la mensajería, la que en determinados casos cobra relevancia cultural, cuando aprisionado ¿o será resguardado?, entre sábanas de papel acojinado traen la buena nueva de un libro.
Unión Editorial con sede en Madrid, nos pregona en la marquesina del libro, que el filósofo y poseedor de todos los títulos virtuosos habidos y por haber, Agapito Maestre ha brindado al mundo de las letras de Cervantes, la obra titulada La Razón Alegre, El cine de Gonzalo García Pelayo.
Al
catedrático Maestre no hace mucho, la Embajada de España en México, lo tuvo
enarbolando en el más alto cargo cultural, bajo su sapiencia se desarrollaron
actos de tal relevancia como la presentación y adaptación taurina de Los Pecados de Ernest Hemingway, noche
de triunfo aquella, que en lo taurino se engarzo en el devenir del calendario
con la presentación en La Plaza de las Ventas de Madrid del libro dedicado al
máximo ídolo que ha tenido la Fiesta de Toros y Toreros mexicana “El Compadre” Silverio
Pérez.
Así que
cuando el referencial que no necesita de panegíricos por venir de Agapito
Maestre, nos dice que García Pelayo -es
un jugador profesional de la ruleta y póker apoderado de artistas y toreros-
y más adelante subraya al personaje diciendo a través de la palabra escrita -que se parece cada vez más a los toreros,
cantaores y bailadores de todos los tiempos-, con ello nos esta vacunando
contra la incultura llevándonos en la búsqueda del mano a mano literario de
polendas La Razón Alegre. (editorial@unioneditorial.net)
No hay comentarios:
Publicar un comentario