miércoles, 3 de febrero de 2016

¿Revancha?




¡YA CHOLE CON  PEPE TOMY!

Seguir hablando del Pepe Tomy  y dedicarle espacios, lengua y tinta,  nos llevara  a parte del aburrimiento, a  seguirle el juego, o lo que es lo mismo hacerle el caldo gordo a un hombre enfundado en mercadólogo, que como aquí  se  ha  repetido, no es más que ningún otro torero, eso sí, con inteligencia, audacia, engaños, uso de la inocencia, hambre de exhibicionismo y muchísimo de esnobismo de la gente en la que ha encontrado un caldo de cultivo para inventarse, él mismo, un mito que de flama de pábilo ahora es  erupción volcánica, a la que  su histrionismo, lo ha llevado hasta la descortesía de no darle las gracias a través de un brindis, a una multitud que le metió en la talega, una estratosférica cantidad de millones, más  agregar que si el día 28 de febrero regresa por la revancha, la cual ya le ofreció la empresa, lo tendría que hacer en otras condiciones distintas y de las que no hay que ser sabio para adivinar cuales serían estas; Una encerrona, pues no tendría caso montarle un mano a mano artificial porque además ¿con quién?,  lo otro que tendría que venir con toros rebosantes de trapío y  solvencia en la garantía de la bravura hasta donde esto es predecible, y para quienes no lo vieron decirles que en el ejercicio meramente torerístico tendrá que mejorar muchísimo en aspectos tan fundamentales como lo son descifrar el tipo de lidia que hay que darle a cada animal, aplicarse en materia de temple, pues como nunca lo ha tenido ya se le olvido que esto no es de trompicones a la sarga y si de la belleza natural del arte, esa que brota una vez que se ha dominado a un espécimen, para él casi desconocido, que es el toro con trapío, edad y bravura.

 

                                                       SE VA EL BRECO
Oscar Mir
Se llama Miguel Cepeda y sin duda es uno de los sobrevivientes a ese clasicismo casi en extinción llamado ‘Toreros de la legua’, los que por escapulario traen tatuado aquello de que ‘La vida no vale nada’ y por eso se la ha jugado hasta muralearse en carne propia el mapa de la verdad torera, que es el de las cornadas, las que en este hombre han de haber comenzado hace unos cincuenta años y que a decir de su propia voz terminara en todo lo alto en unos meses, mas durante la Feria Texcocana del Caballo en la que insiste El Breco en informar a usted que una tarde se medirá en mano a mano con ‘El Pana’ y cuando la concluya hará sonar ‘Las Golondrinas’ para serrucharse la coleta y echar el cerrojo a una vida que sin duda ira a parar en las letras de algún libro que es donde merece concluir su torería, esta leyenda irrepetible, que como legado dejara a la fiesta un hijo torero que desde ahora tiene el valor de saber nítidamente que se llama Rodrigo y se apellida Cepeda, pero que en el ruedo tendrá la misión de respetar el apellido y de escribir su propia historia, en tiempo real y por eso se le aplaude no montarse en la despedida de su padre para alternativarse.
   


 EL GALLO CANTO RECIO

El más mexicano de los rejoneadores,  que por ende lo hace el más espectacular, Joaquín Gallo, llegó hasta las tierras del Mayab donde se asienta el paraíso de Valladolid, con ese su espectáculo de monta a la alta escuela  de palmas y oles, que siempre son el marco que acompaña a éste temerario prototipo del charro tricolor  que anda rebosante de bravura y con esa, a tope se montó  en silla charra y luego a pelo rematando con la vestimenta de gala que arrancó envidias y suspiros al son de la emoción que produjo el ser testigo de cómo le dio el pecho de sus caballos a dos impresionantes bureles de Campo Hermoso y Valparaíso, el que con imponente trapío cubierto de pelos castaños se brindó al corte de una peluda, la que en breve será refrendada en el sureste, por este Joaquín Gallo, al que no hay que perderle la huella, porque está dejando huella.
 

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