Bardo de la Taurina
Máxima del
maestro Raúl García, que más o menos dice ‘El Torero que paga, es porque no
interesa y el que interesa, no tiene que pagar’, esto lo traigo a la palestra
después de venir estando siguiendo las
actuaciones en la Feria de San Isidro del alternativado con más méritos que un gladiador en el Coliseo Romano, el peruano Andrés Roca Rey, ¿alguien
por más fantasioso que sea puede, pensar que este joven diecinueve añero, ha
tenido que pagar un duro pa’ que se hable de él? bueno ni en la calle de La
Montera donde las gachis se capitalizan.
Doy fe, que de vez
en cuando el aficionado de moda en México, Don Jorge Anciola Echavarría,
permite que me siente a su vera entorno a una mesa de viandas, este señorón el
que no requiere de panegíricos pues de él sobra decir que atesora títulos como mecenas de toreros, editor, coleccionista de arte,
bibliófilo, aficionado práctico, trotamundos taurino, sibarita y como aguja en un pajar ¡Gente decente!, pues bien,
en nuestro más reciente encuentro (Queso de
la Mancha asado, Bife de lomo, patata horneada, chimichurri de las
Pampas) Don Jorge hacía referencia a algo que salió de mi pluma, lo cual mucho
agradezco y que tenía que ver con que en
‘Mexicalpan de las Tunas’ se requeriría de un coctel de varios coletas para así
lograr un clon que despeinara a los españoles y también al conquistador Andrés Roca Rey.
Mi menda le preguntaba
a Don Jorge Anciola ¿Cómo el peruano ha
logrado estar dónde está?, pues éste escribano piensa que siendo sinceros, se le ve más a futuro que lo que muestra en el
presente, pues deja ver que lo suyo no es el preciosismo, no templa como en
luna de miel, abusa del atracón, valentón
sin cuartel, no privilegia el toreo fundamental
como debiera y es recurrente a echarse al toro por arriba de las nalgas y
revolotear con las astas a un suspiro de sus carnes, dicho sea que además las
tiene muy simétricas para la profesión.
Don Jorge y Bardo coincidimos en que, su
ábrete sésamo, radica en su enjundia y a partir de ella el hambre de ser, la
honradez, la verdad, el corazón por escapulario y la cantidad de toros que le
caben en la cabeza.
Madrid lo recibió en
la confirmación como al novio que embarazo a la hija, adusto, guardando su distancia y hasta frillón, y
aquí permítaseme decir que si esa
primera faena la hubiera realizado en la Monumental de México, le habrían dado cuando
menos dos peludas, en el segundo Roca Rey les mostro la dote completa y la
familia madrileña se abrió de capa extendiéndole, ahora sí, los brazos con las
orejas.
Pero aún faltaba más
y eso vendría ayer domingo donde ya escuchó los consejos de la almohada y sin
esfuerzo en la manufactura, toreó por debajo de la mesa, con más verdad que un
te amo de quinceañera, luego le aventaron un toro más y otro después y no sé en
cual, pero hizo algo inverosímil que por mi ceguera o por mi corta memoria no
recuerdo haber visto y es el recibir al
toro entero sin ser corrido en los medios de la plaza, con el capote a la
espalda y más aún, este ‘traga fuego’ se
puso de hinojos y se pasó al burel al nivel de las retinas, seguidamente le
echaron otro toro con unas ajugas que de tan grandotas eran puñales, se le puso
al tú por tú y pactaron un duelo a
muerte, el torazo le aventó un sablazo que buscaba partirlo, a lo que Roca
Rey le respondió con un espadazo mortal, esto después de haber
sido vapuleado anteriormente en otro en el que una vez que se rodó catedráticamente,
se levantó sin aspa vientos.
Y solo decir que
Roca Rey anda tan holgado y se siente tan a sus anchas en la tierra del Oso y el Madroño, que de
puro gusto invitó al emérito Rey, Don Juan Carlos, a celebrar los 250 años de
la Plaza de Acho, en Lima Perú y de ahí a Machupichu, luego a pistear unos
pistos, un ceviche de caracol y una bohemia al compás de ‘La flor de la canela’
y seguramente su majestad cruzara el charco pues en estos momentos no hay quien
no quiera estar cerca del Inca.
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