Con mucha frecuencia
se escucha que la mejor manera de defender a la Fiesta Brava, es asistiendo a la plaza, lo cual es
incongruente y para sostener esto permítaseme citar un caso práctico, todos
nosotros tenemos nuestro Súper Mercado favorito al que acudimos por el arroz, los frijoles etc., ¿más que sucede
que cuando lo que se supone que vamos a encontrar ahí, ya no está? Una tarde y
la otra tampoco, pues que dejamos de acudir, pero pa’ que eso haya sucedido alguien
o algunos lo provocaron y entonces ¿no sería lo correcto que quienes causaron
el desastre sean los que lo deben de enmendar? y como hasta el momento la
hambruna taurina no está ordenada, ¿entonces cómo se quiere que
la gente regrese a los tendidos?, mas antes de seguir soltando la hebra, no
está por demás y aunque sea repetido por enésima ocasión, asentar que los
culpables en la capital de esa desgracia lo fue la empresa que permitió por motivos de ahorro o por imposición,
principalmente de los apoderados españoles que se disminuyera hasta el omega el trapío y la bravura, con otras carencias
presumibles que no se pueden probar por dos razones, de que aquí a los toros no se les hierra el guarismo del
año en que nacen o en su defecto se debiera de dar a conocer
simultáneamente con el anuncio de los toros a lidiarse, los registros de
nacencia de cada burel, y otro aspecto que es imperante se implante o se saque
del olvido, es la aplicación de los exámenes post mortem y desde luego se den a
conocer los resultados, esto sumado a que a la hora de armar las combinaciones
para los carteles, a la empresa se le hace
bolas el engrudo. No le busquemos
chichis a la víbora, estas razones son
los porqués de las grandes ausencias en los tendidos.
Y de eso se
desprende que la fiesta se haya debilitado hasta la anorexia dando como
resultado que los vándalos anti taurinos la humillen, la ataquen y ya casi la tengan
frente al paredón, con la agravante que este homicidio y/o asesinato tiene cómplices,
pues la marmaja pa’ sostenerlo y darles
ganancias a los vándalos profesionales de alguna bolsa sale ¿y a cambio de qué? de que los agresores de la
fiesta les den sus votos?, no hay que
tener más de un dedo de cabeza para suponer y saber que la ecuación que se
hacen los partidos políticos es muy simple, si promediamos cuanta gente asiste
a los festejos de toros, el número por más alegre que resulte, es inmensamente
inferior al de los no aficionados sobre los que además ejercen proselitismo en
contra y esto les da a los partidos su alimento
que lo son los votos, los que se convierten en subsidios.
Ahora se está
haciendo o cuando menos tratando de hacer mucho ruido, para buscar que quienes van a constituirse,
pa’ constituir la constitución, que va a regir en la Ciudad de México , le den oídos
a la Fiesta de Toros, para que quienes
tienen en su voto el destino de la misma, estén conscientes que la tauromaquia
es la convergencia de todas las artes, es espectáculo, es esparcimiento, es
ingresos hacendarios vía impuestos, es turismo, es imagen ante el mundo, es
sustento familiar y es una tradición popular arraigada en este país desde en‘denantes
que apareciera la Charrería y la Virgen
de Guadalupe, si estos argumentos no les son suficientes aunados a que dentro
de la fiesta existen apellidos muy poderosos, que de alguna manera se
benefician de la tauromaquia, habrá que ir no aceptando, pero sí concientizando
de que no es de hoy la pérdida de la Fiesta de Toros, sino desde que no se le
supo mantener dignamente.
Hoy solo esperar que
en la Casona de Xicoténcatl, donde se decidirá todo, no acontezca lo que
aconteció ahí cerquita, que ardió la
hoguera de la Santa Inquisición.
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