Bardo de la Taurina
Apenas hace unas
horas cuando parecería que el ambiente
estaría solamente como pa’ hablar de los aros olímpicos, la antorcha y el
pebetero carioca, que esperemos brille
aún más que en la inauguración, en donde se pretendió que con la presencia
estilizada de una Garota de Ipanema se calentaran los corazones, pero le faltó
lo bronceadito de la piel, lo cachondo del bamboleo, ese transpirar
sensualidad, luego un venerable octogenario
de las escuelas de Samba trato hacer
bailar a un niñito flaquito que más que un danzarín parecía uno de esos
mosquitos Sika que también tienen representación en estos primeros juegos
Olímpicos sudamericanos, los baluartes de la cantada Gilberto Gil y Caetano Veloso acompañados de Anita gustaron a
algunos y a otros les parecieron más fríos que un Caipiriña… cuestión de
gustos.
Luego en las redes
sociales el taurinazo Don Fernando Barragán, dio a conocer una noticia que parecía festiva ‘Mexicano se
lleva la primera medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro… la
policía de Rio ya está detrás de él’ (Facebook viernes 13.18 horas) y bueno esto
aunado a que previo a la inauguración, los mexicanos pamboleros no supieron
meter la pata ante los germanos y por ende paradójicamente terminaron
metiéndola, total que el ánimo andaba
como los gobernantes en Brasil sin aceptación plena, bueno como sería la cosa
que cuando vistieron al Corcovado con la
verde amárela a sus pies apareció un
regordete ensotanado de luto con una
cachucha roja que parecía más cardenalicio que atlético, ¿qué andaría haciendo
ahí?, ¿iría a pasar la charola?, ¿o no sabía que esto no es de agua bendita sino
de albercas olímpicas?, mas como en esta
justa lo que rifa es lo rapidito, pues al son de ‘en sus marcas listos… llego el sabadito’.
Y como ya lo
habíamos apuntado con antelación en alguna de nuestras columnas la Plaza de
Toros Cinco Villas la que así fue bautizada en recuerdo del terruño de donde es
originaria la familia ancestral de su
propietario, Zinco Billas como se escribe en aragonés, la que está situada en
la provincia de Zaragoza, se ha convirtiendo en la plaza de la novillería
nacional y también de la internacional pues ahí se le abre la puerta a los
buscadores de gloria y en ese tenor anunciaron el quinto festejo de esta
temporada.
En el cual se
registró un hecho o más bien una cuarteta de ellos, que en sí constituyeron el
caleidoscopio de los triunfadores de la tarde los que curiosamente no vistieron
de luces, como sí lo hicieron los novilleros, así como lo está usted leyendo,
es más ninguno de los cuatro personajes relumbrantes piso el ruedo, ¿Qué cómo está eso? pues vera usted: El primer triunfo
se lo llevo el empresario Luis Marco Sirvent quien desde que se subió a la
locomotora que jala el tren de los empresarios no hay quien lo baje de ahí y
así lo volvió a demostrar la tarde referida.
En la que aunque no
me han pedido mi opinión, pero tampoco me han dicho que no la de, pues ahí les
va y es en el sentido de que se evite que los novillos que no son muertos por
espadazo o por descabello en el tiempo reglamentario sean devueltos a las corraletas, pero de
ninguna manera apuntillados arteramente por un subalterno resguardado dentro
del callejón.
El triunfo más lucidor
hay que adjudicárselo a Doña Lucero Domínguez Cobián co-empresaria y artífice
del despliegue promocional y publicitario, gracias al cual se logró que la más
hermosa de las plazas tricolores se repletara de bote en bote, lo cual tuvo más
mérito pues por acá en México los huracanes andan recluyendo a la gente en sus
casa y solo decir pa’ que nuestros lectores en España se den una idea, los aficionados que entraron
a la Plaza de Toros de Cinco Villas fueron más que los que normalmente asisten
a una novillada a la misteriosa Plaza México.
El ganadero del
Batan matador en retiro Gabino Aguilar
del que hay que decir tomo la alternativa en el año de 1964, ni más ni menos
que en la Monumental de Madrid, el que además fue un gallo de la
novillera, junto con su familia mando un
encierro muy armónico con la edad y con las puntas puntiagudas, solventando la
bravura que daba como pa’ un guisado, de orejas y cola de toro, lo cual no ocurrió,
aunque si hubo una degustadita acelerada por ahí yaquí algo en el sentido de que los
principiantes son como los avioncitos de control remoto, sino les marcan las
coordenadas pues no levantan el vuelo y parte de la academia es mentalizar a
los chavales a que tiene que saber escuchar y acatar las instrucciones, salvo
casos fuera de serie de quienes nacieron
sabiendo o con el don natural de la torería como los de los matadores Paco
Camino, Manolo Martínez, Julián López ‘El Juli’
y el prodigioso Cristóbal Arenas ‘El
Maletilla’ y aún él pa’ incrementar su sapiencia se deja guiar por
su maestro y apoderado Luis Gallardo.
Luego el matador Jorge de Jesús ‘El Glison’ en
la trasmisión televisiva brindo una narrativa, que más bien fue una catedra,
primero de cómo hay que hablar frente a un micrófono con ritmo, con son, con
cadencia y con un timbre entendible,
después demostró el saber de lo
que se está chanelando, dio opiniones sensatas sin mácula de presunción y pa’
rematar se soltó el pelambre al declamar
una poesía de su autoría, que bien valía una vuelta al ruedo.
Es más que sabido
que en esta columna la coba no cabe ni en el cuarto de los trebejos, ni tampoco
un halago se cambia por una jama, ni se avientan flores y cohetes por amistad,
así que sin más, ya no hay más.
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