Hace poco y no sé
exactamente donde, aunque debió de haber sido por ahí, leí una convocatoria en el sentido de que en
estas próximas Fiestas Patrias los mexicanos nos abstuviéramos de asistir al
Zócalo en señal de repudio y reclamo al y los gobiernos que nos han desmadrado
esta patria nuestra la que además los políticos creen que les pertenece y por
eso tratan de vernos como sus vasallos, de pisotearnos, denigrarnos y hacer de
nuestro dinero que es el de los impuestos su botín gremial, esta idea no necesita de ser analizada para aterrizarla,
aunque de antemano sabemos que a falta de asistencia libre, el gobierno
entiéndase el PRI va a obligar a sus bases a las que tiene apergolladas con
dadivas que van desde casuchas,
láminas enchapopotadas, ayudas
fantasmas, tortas y chescos a que vayan al Zócalo pa’ no desairar al señor presidente, tomando
esa iniciativa se me ocurre dado que el panorama en la Fiesta de Toros en la
capital está igual de jodido y que la que será la empresa de La Plaza México, nos ha ignorado y faltado al respeto y aún más que eso, pues el
no tomarnos en cuenta a los aficionados
que pagamos un boleto y con ello sostenemos la fiesta, es más que un desaire,
es una afrenta, pues vamos pagándole con la misma majadería, no asistiendo a la
inauguración de la Temporada de Novilladas, pa’ que los poderosos de una vez por todas sepan que nos
tienen hasta la madre.
La idea es no
ignorar la inauguración, sino no entrar a la plaza reuniéndonos todos en
tertulia afuera del coso, en los puestos de antojitos, en los restaurantes
aledaños, en el jardincito, que eso también es hacer fiesta, pero no hacerles
el caldo gordo a los que creen que
pueden jugar con la dignidad de los aficionados, sé que algunas personas dicen y dirán que la mejor manera de defender
la fiesta es asistiendo a las plazas, eso sería si el esfuerzo fuese parejo de
empresarios con toreros, ganaderos y en
general con todos quienes formamos parte de esta fiesta.
La idea tiene su
parte agria y lamentable y es el hecho de que los novilleros y
subalternos que se presenten esa tarde pues no van a ser vistos ni valorados
por nadie, lo que en la realidad sería casi lo mismo, pues para las pocas
docenas de aficionados que van a ir a la aventura de pescarse una pulmonía pues
viene siendo lo mismo que torear al estilo Chabelo en familia, además
novilleros inaugurales por el más elemental de los principios y la educación la empresa les debería de reponer la fecha.
Desde luego cada
quien es libre de alzar la voz en un
grito de; Aquí estamos y no somos de palo. Y ojala el violín que algunos le
vamos a pintar a la empresa se convierta en una orquesta, si no pues todo seguirá como hasta hoy, nos seguirán dando lo que
quieran y cuando quieran, que al cabo de
todas maneras ahí estamos, a la empresa esto le va a andar valiendo un
soberano cacahuate, pero en una de esas
si la empresa efectivamente es nueva en todos sentidos hasta reflexiona y
recuerda que la fiesta la hacemos todos y que sin todos esto solo seguirá
siendo un cachondeo indigno de una fiesta popular que debería de ser la más
digna por el hecho de ser la más antigua del país y en donde sus exponentes se
juegan la vida en aras del arte, muchas
veces sin el truco del toro sin edad, sin bravura, sin trapío, y sí con mutilación de
sus defensas y por ello todos merecemos respeto.
Esto claro con la
salvedad de que la nueva empresa de a conocer en forma convincente algunas
razones de mucho peso del porque no tuvieron la atención de informar como iban
las cosas, ahora que si mandan solo un comunicado a través de las redes
anunciando la inauguración como si nada
hubiese pasado, pues vamos a rebeldía taurina.
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