Cuando se es un mala leche, un tozudo, un ventajista, un
agazapado, un interesado, engañador y un doble cara como lo es José Tomás, al
que por sus tretas lo he rebautizado desde siempre como ‘Pepe Tomy’, porque ésa
es casi siempre su conducta en relación a lo que pide o mas bien exige para
montar su carpa e incendiar el morbo y la especulación y aquí una incomprensión
¿qué necesidad tiene de todo ello, siendo tan buen torero?, ¡ninguna!, alguna
vez escuche que ‘Pepe Tomy’, es una versión maligna del ‘Chulo que castiga’ y
esto lo hace porque es obvio que piensa que regateándole sus actuaciones a la
gente, su entrega, valor y bien torear, el que campachanea con el tremendismo y
los parones, pero que esto al fin y al cabo, son cuestiones de gustos, lo
traduce en expectación por verlo y es entonces junto con los empresarios que le
meten la espada al público hasta los gavilanes en la taquilla y a la hora de orquestar la reventa, también es
un zar.
Sus mañas son su constante, como por citar el prohibir bajar
la señal televisiva, esto lo hace para forzar a que los aficionados llenen la
plaza, que es lo que él les vende a las empresas, en segundo lugar para que el público
de otras ciudades a través de las pantallas no vean los chivos que saca pa’ su
puestas en escena, su capelo de protección llega hasta los extremos de tratar
de querer prohibir que la prensa televisiva lo tome por más de míseros tres
minutos, pero como a los trúhanes les llega su merecido, el de galapagar se
ahorco con su propio látigo, ya que nunca albergó la idea de que otro torero y
menos una primerísima figura lo fuera a ventanear y dejara al descubierto su
real tamaño moral, ético y profesional.
Lo cual ocurrió cuando el empresario Antonio Matilla faltó a
su palabra la que había comprometido primeramente con el maestro Enrique Ponce pa’
llevarlo dos fechas a la feria de Valladolid, una que será la benéfica en pro
de la memoria del matador difunto Víctor Barrio, el 4 de septiembre, y la otra
la del 9 del mismo mes, fecha que era la única que tenía cercanamente
disponible quien ha liderado la tauromaquia en calidad y muchas veces en
cantidad los últimos veinte años en España, y fue precisamente la que exigió el
oportunista, sobra decir que la razón por la que no tenía más fechas el
valenciano, obedece a que él, sí es un torero que todas las semanas sale a
defender su sitio donde sea y ante quien sea.
José Tomás quien al
ver que el de Chiva iba a estar junto
con todas las figuras en Valladolid en la que será la corrida más significativa
del año y a la que van a voltear todos los reflectores del mundo taurino, por
lo del homenaje al torero caído, en la que seguramente Ponce por cómo anda en
este momento se constituiría en el triunfador, ante eso ‘Pepe Tomy’ obligó a la
empresa para que echara fuera al maestro valenciano esas tardes pues sino el
divo no se presentaría, lo que llevaba implícitamente a que Tomás no volviera a
torear en sus plazas y por supuesto estaba de por medio la jugosa entrada
económica.
Antonio Matilla le comunicó a Enrique Ponce la imposición del
otro, por torear en la misma fecha que era la del valenciano, cuando el
galapagueño lo podía hacer en cualquier otra pues ya se sabe que trescientos
sesenta días del año y a veces un piquito se la pasa acariciándose el cutis,
pero ya sabemos cuál era el móvil personal y profesional, Ponce le invito a que
compartieran cartel, es decir a que partieran plaza la misma tarde del 9 de
septiembre ya fuese en mano a mano o en tercia, pero como decimos aquí en
nuestro rancho ‘No hay borracho que coma lumbre, ni príncipe loco que ponga la
cabeza para que le aboyen la corona’ aunque ésta la tenga sostenida por
alfileres o como decimos por acá ‘Zacatito pa’ el conejo’, el desenlace ya lo
sabemos el ‘Pepe Tomy’ se salió con la suya no obstante que eso implicaba el
privar a la afición vallisoletana no solo del toreo majestuoso de Enrique Ponce,
sino con ello desbaratar el cartel de la temporada.
Mas el tirano no contaba con que el programa ‘El Toreo’ el
que se trasmite a través de Valencia Radio en el 99.9 del cuadrante, se diera a
la tarea de entrevistar a Enrique Ponce quien declaro <No voy a Valladolid
por un capricho de José Tomás> y citando al escurridizo para rematarlo
agregó <José Tomás podría haber pedido mi fecha de Bilbao pero… no, esa no
la pide> me pregunto mi estimado público ¿por qué será? Ni hablar, ‘En todos
lados, se cuecen habas’.
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