Sigo pensando que la
mecha que abrió aún más la caverna, en que desde endenates estaba convertido el
‘Embudo de Concreto’, lo ha sido por parte de la empresa, el desconocimiento de
este negocio llamado Plaza México y no la mala leche, ni la terquedad incluso
en algunos rubros, creo que han sangrado
por inocencia, como en otros, lo han hecho tal vez por no saber que este
negocio tiene preferencias y también aborrecimientos por parte del público y
aquí es oportuno decir que a los aficionados lo que más le enoja, es ser
ignorados, más ya es tiempo, en los tiempos a la mexicana, que son cuando el
niño ya está ahogado, se trate cuando menos de aventarle unas bocanadas de aire,
a ver si se produce el milagro. El fin
de semana pasado frente al pórtico de la plazota de cemento, me encontré a Don
Pedro Pérez uno de los baluartes de la Porra Libre quien me decía ‘Yo todavía
tengo esperanzas en que esto se componga’ y pensé, lo que pasa es que el tiempo sigue
pasando y el perdón de la gente a la empresa por los pecados que desde entrada
viene cometiendo no llega, ante eso, lo
procedente sería que la sociedad operadora asuma las equivocaciones se responsabilice de
ellas y se aplique a corregirlas.
Comenzando por decir
a la opinión pública, mediante un boletín oficial público, sin vetos, sin preferencias, sin
discriminaciones a medios y periodistas, que no convengan al
paladar del turrón, pues a la gente que lee un medio u otro recibe distinta
información, que a la postre se convierte en desinformación, ese es un error de
comunicación que se debe de remediar ¿pues sino? ¿por donde va a fluir la
información?; ahora hay que decir, nos fuimos con la mala imitación del incomprensible
error de la empresa anterior de dar carteles armados por adelantado, confundiendo
una temporada con una feria, castrando con ello la posibilidad de ir armando
carteles con los triunfadores como la gente lo quiere y lo está exigiendo a
través de no ir a la plaza, caímos en la negligencia de contratar algunas
ganaderías que no garantizan el mínimo de bravura, incluimos en el elenco a
toreros que no merecen estar, lo sabemos y pa’ lo que sigue ¡Vamos a enmendar! siguiendo con toros y toreros, decir con todas
sus letras el torero fulano o zutano nos está exigiendo toros de determinada
ganadería pa’ hacerle a usted el favor de torear en México y entonces la gente
en lugar de reventar a la empresa, reventara al torero exigente, o no lo traigan
y entonces no pasa nada, el asunto de
los horarios no se puede cambiar porque esta signado en contrato con la televisora
y las radiodifusoras o sí se puede modificar y lo haremos, referente al costo
de las entradas también hay que hablar claramente, decir estamos operando con
pérdidas pues el punto de equilibrio está aún muy lejano y esto es un negocio no una beneficencia, la gente lo entenderá
siempre y cuando salgan toros sin dudas, no justitos como algunos y los toreros
se fajen al 100 % y le reditúen al público por lo que está
pagando, con arte, con entrega, con enjundia. Eso es lo que está dando coraje
que no lleguen los triunfos grandes, bueno ni siquiera los piques en quites
simulados, en esos sus mano a mano, más falsos que una moneda de barro.
¡Ya empresa! a poner remedio antes de que la
virgen en vez de que se les aparezca, les niegue un milagrito como el que
esperan el día 12 de diciembre en donde si el santito José Guadalupe, no retaca
el altar primero y luego lo bendice mochando orejas y rabos a diestra y
siniestra, la gente se puede volver atea y entonces si la deserción va a ser
imposible de retener.
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