Hoy las palabras torean en el ruedo
de la obscuridad, dónde hasta la ciencia médica pincha en hueso, no por falta
de destreza y recursos sino porque los milagros son escasos.
En una fiesta en que lo único cierto, es que
nadie es eterno, llegas la toreas como se pueda y te vas, sin más
que dejando no el tiempo sino la huella, la que en criatura de ocho primaveras, no fue
solo la de la lucha sino la de recordarnos por siempre, el que los anti
taurinos no respetan, ni crianza, ni edad, ni ‘naita de na’a’ y ese sí es un cáncer
de lesa humanidad.
Te vas Adrián, te fuiste ya, muerte nueva precedida también de
una vida que era nueva, llena de tormenta que los innombrables te enseñaron y
de ella sufriste la carencia de valores morales, que aquí se quedan, que sangran y que abren el
alma, no porque la daga fue contra un infante sino contra un inocente, el que
nunca dio lástima, ni la da aún en ausencia y que hoy es vigencia pa' encender
la antorcha por la lucha de la libertad de pensamiento, educación, gustos y
cultura.
Hoy no sólo muere Adrián, muere
también el alma de quiénes le tasajearon el alma, (si es que tienen) hasta
debilitarla no por una causa válida, sino por una guadaña falsa que no mira a
la libertad y si a la esclavitud y a la imposición de la intolerancia.
Semana Santa, ¿será por aquello de amaos los unos a los
otros?, perdón, no entiendo. Y de ribete me salto a la torera eso de
'Perdónalos, no saben lo que hacen’. ¡Porque sí saben!, lo que pasa es que son
sicarios que por unas monedas traicionan, hieren y matan, ¡mal paridos!!!
Y en estas horas de luto y dolor, una
reflexión o un cuestionamiento; Si esos despreciables que mancillaron en vida
con sus lenguas de fuego y letras de azufre al aguerrido Adrián, son los
enemigos que están afuera de la fiesta, ¿Cómo estarán los que están adentro?,
malandros, bordadores, usurpadores, vividores, cómplices, engañadores, depredadores y
perdedores porque a pesar de sus arremetidas… la fiesta, aquí está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario