Mucho se ha dicho o
más bien especulado sobre el por qué la fiesta está como está ¿y cómo está? sumergida en burbujas de silicón, esas que
moldean artificialmente lo que lo natural ya no alcanza ni pa’ sostenerse en su lugar, hoy en la fiesta, muchas cosas se han caído,
aunque tal vez todavía no se derrumban del todo, mas no todo es así aunque así
lo parezca, pues hay tradiciones con
olor a nostalgia que siguen siendo vigentes, una de esas rarezas a veces se salva que es la
de lo bien hecho, lo cual sea dicho no tiene mucha ciencia; conocimiento, orden
y respeto por lo que se haga y esto viene porque hoy precisamente se recorrerá el telón de uno de los
acontecimientos más esperados, la Feria Toro 2017 a celebrarse en la coqueta
plaza de toros La Florecita en Cd.
Satélite en donde la gente de
allá y de la CDMX está caliente por
tener una feria que tenga sabor a torería, que la sintamos nuestra nos dicen
los aficionados y puede ser que esa sea precisamente la configuración de los
festejos que ya huelen a realidad y que se espera sean banquete durante el mes
patrio, el cual deberemos de celebrar no obstante nos tengan secuestrados en el
amplio concepto de la libertad y la independencia.
Un mes atrás un símbolo gráfico de alta
creatividad del artista Mario Llano, empezó a jalar el interés por saber que
había atrás de él, primero se descubrió que se trataba de una nueva empresa
apuntalada por Don José Luis Alatorre y el matador Jorge Benavides, lo cual
implica de pronto encontrarse con la luz de la esperanza, la de que las cosas
se hagan bien como indican los previos a la Feria Toro 2017, la que constará de
tres corridas en dupla que no son lo mismo que mano a mano y de esas tardes
saldrán quienes irán a la marquesina de triunfadores, la que puede ofrecer
múltiples combinaciones, el hermetismo sobre los actuantes de zapatillas y los
de cuatro patas se ha mantenido y así será hasta esta noche, durante estas
últimas semanas el verbo a conjugar lo
ha sido la especulación sobre como quedaran conjugados los carteles, desde esta
columna solo deseamos que los
empresarios hayan dejado en el olvido a los toreros que nunca han tenido nadita de’ na; arte, valor,
enjundia, técnica, percha, incluyendo a los que pagan sus toros pa’ torear, porque de ellos es imposible que surja una
cereza pa’l pastel, así mismo en el olvido debieron quedar los toreadores
a quienes hace rato se les fue el tren y ya no están pa’ carteles que
requieren de imán en las taquillas, que son los que le pueden meter interés y oxígeno a la fiesta.
Ante la presencia de
una nueva oferta empresarial no está demás volver a retomar el tema de la
responsabilidad que implica ser taurino en el amplio concepto y es que si
queremos mantener la tradición, los que se embuchacan el parné son los primeros
que deben de cuidar el florecimiento, ¿Quiénes ganan? Los empresarios, los
ganaderos, los toreros y es que no olvidemos que esto es un negocio llamado
Fiesta Brava y como tal hay que invertirle y si no es así cualquier empresa va
a terminar como muchas manipulando y explotando hasta la anorexia, que es a donde
lleva el ahorro mal entendido ese que se da cuando en lugar de adquirir toros
de cuatro a cinco años, les bajan el
listón con el aplauso de los toreros de allá y de aquí, carne barata, carente
de bravura y peluqueada, igual a menos riesgo, nada más que la ecuación les falló pues sin edad y kilos la gente no
se va a retratar en las taquillas, no habrá que esperar hasta la celebración de
las corridas en septiembre hoy mismo al anuncio de los carteles se sabrá si el
león es como lo pintan o si nada más le van a pintar una raya más al felino.
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