México y anexas… las Bardianas
Arte de Literatura Taurina (facebook)
Con motivo de que la empresa de La Misericordia pescó en
Pamplona a un torero afortunado que se llama Luis David pa’ que saliera en reposición
de otro al que le habían echado talacha, pues
resultó que en tropel desordenado empezaron
a toro pasado, es decir cuando ya se le había esfumado al coleta la posibilidad
de oro de columpiarse en rueda de la fortuna. Con dos toros de La Palmosilla.
En el primero donde el torero dio todo
lo que tiene dentro, que es muy poco y el otro burel que se movía sin quedarse quieto como si
tuviera diarrea, Adame enseñó que tiene menos técnica y conocimiento que un “Ganso” pa’ gobernar un país y ya que
menciono lo nacional que poco favor le hicieron a la patria quienes dijeron que
el matador había representado orgullosamente a México, ¡No la jodan!, ¡quien le
dio esa representación o encomienda al soldadito,
¿Ana Guevara? y su jodida administración y luego nos quejamos y lamentamos
que al G-20 y a Washington mandan a los
subordinados.
Y aquí cabría muy bien recordar con dedicatoria a Luis David
Adame aquella anécdota cuando un
apoderado le preguntó a un coletilla -¿Tú
quieres torear o ser torero?-, el valiente contestó, -pues es lo mismo-, a lo
que el apoderado le reviró -cuando tengas clara la respuesta vienes, me cuentas y ya
hablamos-.
El acelerador a fondo
Me pregunto ¿qué
sucedería si la fiesta se aleja un poco de lo tan actual?, ¿no sería ese el
camino pa’ tener toreros que volvieran a ser junto con el toro, ejes de la
Fiesta? y es que parecería como si hoy el protagonismo de tipos disímbolos y circunstancias los tuviese relegados y no
solo eso sino que hasta son usados, ¿o no se han dado cuenta?, ¿o es que
realmente andan desorbitados?, no sé pero de que algo les está pasando ¡está
pasando!, y les pregunto toreros, ¿se
sienten ustedes a gusto cuando los atornillan en un tablón más largo que el de
la cimbra de una obra en construcción?, el que lo disfrazan de pomadoso
con un paño de mesa de billar sobre el cual los actores se disputan los micrófonos que siempre son raquíticos en
cantidad, sin dejar de soslayar la forma en que los protagonistas le echan habilidad por un lugar, lo más al centro posible.
Otra cosa que
confieso penosamente lo sufrí en carne propia cuando se presentó alguno de mis libros,
lo fue el que me sentaran en la tabla de cuatro patas al encargado en turno del
lugar del evento, ¿con qué mérito? o ¿a honras de qué?, ¿un señor ajeno al tema tiene que estar ahí?,
yo nunca he visto que en la Plaza México al Sr. Cosió que es el dueño del coso,
se le siente arriba del burladero de
matadores y todavía se le anuncie, ¿Cómo por qué?, muestras rápidas y sencillas
de que los toreros son usados pa’ hacerle el caldo gordo a los que guisan
guango.
Hoy la Fiesta está
en infierno de incertidumbre, entre varias razones porque ha venido cediendo
terreno a lo que no se juegan la vida, porque sinceramente si hubiese un torero
o varios que tomara el sartén por el mango, todo caminaría de diferente manera, y es
aquí donde los toreros en activo deben de dejarse ya de alfombras fiusha, flashazos
que no funcionan, entrevistas mudas, publicidad melcochera, comparsas de presidiums,
víctimas de seudos comunicadores, redes pandas, instructores de Montessori y hacerse muchas preguntan
tendientes a despertarles la conciencia y la primera sería; ¿No es tiempo ya de
que metan el acelerador a fondo?
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