Innovaciones ¡boitelas!

BARDO DE LA TAURINA

                  Arte Escamillo IH

En esta época  dónde ni los de parvulitos de las escuelas taurinas se impresionan con datos intrascendentes, menos lo van hacer, cuando un toro sale hecho la mocha, o haciendo el borrachito,  o como gato lampareado, si sale de frente, por la izquierda o por la derecha, si el toro se arrancó en primera o en segunda a tomar el  puyazo, ¿Qué carajos importa?, si al menor movimiento de olas sedosas acudió al capote, ¡por dios! El Matador “Mandón” (Manolo Martínez)  esperaba  hasta cinco minutos y al contacto la plaza se venía abajo, sin importar el acelerón o el trotecito con el que acudía el toro, lo que contaba era la belleza,  el temple, el ritmo, la cadencia, por cierto un abuelito que por aquí anda me pide que notifique a los innovadores que ya desde los tiempos del zurdo Valenzuela le median la velocidad al “Toro”, igual que hace años se la miden a los autos y caballos  de carreras, a los esquiadores, a los giros ecuestres ¡Que son Deportes! pero medirle el spring  a un toro francamente es una mafufada.

 Ya se sabe que esta columna es la voz del tendido (presentes y ausentes) al que eso de querer apantallarlos con datos plus y distractores, resultó una raya más al tigre de las que los tiene  de uñas contra la empresa y sus voceros,  que tampoco tienen gran culpa pues son instrucciones laborales  que les dan pa’ papear. ¡Y ya! amigos reclamemos inconformémonos  cuando los anti taurinos, (los de adentro) dañen  lo esencial y si en cambio reconozcamos que hayan puesto los precios del chínguere a  costo de cualquier bebedero.

 Me piden informe  que porcentaje (%) del graderío  de la Plaza México fue ocupado este domingo, no lo sé, más le paso los datos que me paso el primo de un amigo referentes a el número de asientos con que cuenta la plaza más grande del mundo, que son 41, 274, y sí, se veía vacía,  ¿Qué usted nunca ha cantado solo en la regadera?, ¿a quién se está rechazando con no ir a la plaza?, ¿a los novillos? no pues en términos generales han cumplido, ¿a los novilleros? Tampoco, pues han estado  de acuerdo a sus capacidades, voy a obviar por reiterativo a quien se la está cobrando la gente, incluso a costa de privarse de un gusto.

La cosa está como está y ni modo de pedirle al tiempo que vuelva, porque ni siquiera el enojo o repudio es porque las novilladas no se hubiesen dado en los tiempos óptimos que a los aficionados les hubieran parecido lógicos, no, la mecha que prendió el caos fue la indiferencia, convertida en desprecio, que los operadores tuvieron  con la gente durante todo un semestre, ¿y eso como se va a remediar? si no tiene remedio, lo que debería de serles preocupante a los industriales del dinero de este negocio llamado Fiesta Brava, sería adivinar o prever ¿si la afición  va a extender el veto de la no asistencia  a la Temporada Invernal?, veto que no fue convocado u organizado grupalmente sino que cada aficionado herido en sus sentimientos ha reaccionado por sí mismo.

A como sea, una forma de aminorar el riesgo sería  que quien lo tenga que hacer le meta un giro de timón al asunto  sobre todo en materia de comunicación, porque una cosa es estar cumpliendo con un trámite burocrático llamado novilladas y otra es  ordenarle a la afición mediante un twitter, faltando cinco minutos que pague por anticipado un altísimo porcentaje de los boletos de la temporada en lo que se llama Derecho de Apartado, y luego vendrá cada domingo, el desojar la margarita sobre presentarse o no en los tendidos. ¡Ah! y si en algo les interesa lo taurino, ya saben que la salvación está en los nombres frescos de Andrés Roca Rey,  Pablo Aguado, Paco Ureña, Emilio de Justo, Manuel Escribano, Antonio Ferrera, Curro Díaz, Octavio Chacón, Diego Urdiales y en los de los infaltables Enrique Ponce, Morante de la Puebla, “Juli”, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Sebastián Castella y Alejandro Talavante, que siempre será bienvenido.

Por una Prensa que no esté presa y una fiesta sin grilletes, donde los carteles emanen por parte de los toreros nacionales de los méritos conseguidos en provincia y de los triunfos de los toreros en el mismo coso, como lo manda la tradición popular (a sabiendas que las figuras españolas traen fechas fijas, pero es un solo nombre en determinados domingos, recordar que México no es Madrid), ¡Digamos NO! a los carteles prefabricados totalmente.