viernes, 27 de junio de 2014

LA SEMANA DE LOS JUANES


Primero fue el barrio de Moyotlán y hace quinientos años arañados, paso a ser rebautizado como de San Juan, que dizque en honor de un santito apellidado Bautista, al que Herodes le mocho la cabeza y se la obsequio en charola de plata a una gachi precursora del  Table Dance llamada Salomé (‘Espero que te pongas más barata, Sé que algún día bajaras de precio, Oye Salomé, perdónala, perdónala’) el caso es que el nombre y el condado con el paso de los siglos se han vuelto rete famosos, en lo personal, pues nunca olvidare ese juego de niños conocido como de  ‘Juan Pirulero en donde  que cada quien atiende su juego’ y es que la neta me refiere tanto, o lo asocio con la fiesta de los cuernos donde cada quien va a su aire o cuando menos no se baila al son que se debería y es que eso de la mentada cursilienta ‘Familia Taurina’ francamente es un camelo y por eso en gran parte es que la Fiesta de Toros y Toreros anda como el Robalo, a media agua.
 
Pero volviendo a este barrio de San Juan, que se sitúa entre cuatro de las más importantes avenidas de la capital del ‘Tri-Piojo’ como lo son las anchísimas de Juárez, Eje Central, Izazaga y Balderas solo como remembranza hay que decir que entre ellas nació ni más ni menos que el torero más carismático que ha dado la fiesta azteca a decir del pintor Reynaldo Torres, que lo fue Luis Procuna ‘El Berrendito de San Juan’, también ahí se avecino el novillero de escándalo  José Laurentino ‘Joselillo’, ese al que un burel de nombre ‘Ovaciones’ de la dehesa de Santín en 1947 en la Plaza México, le pegó un ‘tabaco’ que días después se lo fumo en el Sanatorio de Toreros, pasando así a mejor vida, por cierto sobre esta muerte torera existen dos versiones del desenlace, una muy naturalita como de un resfriado o algo así y la otra que es la que más me gusta y  va en el sentido   de que el mortuorio se debió al esfuerzo realizado por un follón en plena lidia de recuperación ¡Olei!, otro distinguido habitante de San Juan que vivía en la calle de Ayuntamiento frente a la XEW lo fue el compositor  Juan S. Garrido, quien lego al folclore popular y muy destacadamente a la Fiesta Brava aguascalentense del famoso himno  ‘Pelea de Gallos’, por cierto este genial chileno apadrino, vestida de blanco, a la excelsa escritora taurina la maestra Doña Gabriela Garcia Padilla, autora del libro ‘Piedras Negras, bravura con aroma’.
Y entre a quienes homenajeamos en faena de santoral esta semana pues se destaca el exponente de la Escuela Mexicana del Toreo, el matador Juan Luis Silis, el también coletudo y poseedor del mayor caudal del temple del territorio patrio que lo es Juan Pablo Sánchez, otro que merece abrazo lo es quien está llamado a ser el torero de mayor carisma de los tiempos actuales y futuros el chaval  de oro  Juan Pedro Llaguno.
 

Y no debo dejar de referirme en esta semana San Juanera al C. P. Juan Castañeda, hombre que engrana los eslabones de la plaza más grande del mundo, La Plaza México y las que con ella tienen relación, en cuyos cosos es innegable que este señor educado y diligente pone su sello en el trabajo nada fácil que es ser empresario, me queda claro que hay quienes discrepan de la forma en que opera la empresa mayor y eso es válido, cuando no es producto de la ignorancia y de la pátina rutinaria del exhibicionismo y en esto  hay que eximir al contador de la culpa  de que hace años no salga un ídolo que retaque el embudo de concreto, ¡vamos! ni una terna tricolor que meta más de cuarenta mil almas al graderío y si en cambio es justo reconocer que sin la presencia del C. P. Castañeda, no  habrían cristalizado  aciertos  como la solvencia al diálogo  lo que habla de la madurez de este ejecutivo taurino a quien  felicito en esta semana de San Juan ¡En Hora Buena!  



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