Por: Bardo de la Taurina
Hay fechas que imponen
tema y una de esas es la presente, que invita a embestir a lo que nos va brindar en los próximos meses, la Plaza México, empezando con un cartel ‘telonero’, término éste que se
le da a los eventos abridores, calentadores o simplemente, que se dan por
cumplir un compromiso y que
los conforman con toreadores que
no son los convidados a los banquetes
donde se brindan con champaña como son
los que se avecinan.
Y es que ahora que
se presume hayan pasado los
tragos amargos del anuario anterior en los tendidos, cuya constante fue la
desolación, se espera que se alejen los fantasmas y que regrese el público. Esto
desde luego habrá quienes piensen que se dará en automático, más la cosa no es
así de sencilla, ojalá así fuera de simple y es que para ello se dependería por citar algunas circunstancias, como que la
empresa pueda garantizar que los toreros españoles que están anunciados, efectivamente
se vayan a presentar, pues existen antecedentes esta misma temporada de que a
algunas figuras sus compromisos con la afición de México les valió sorbete.
Luego la empresa se aplicó ya sea por masoquismo, por ahorro,
por falta de taurinismo, porque la obligaron los apoderados, por falta de ética
de algunos ganaderos, por complacencia
de los jueces, por valemadrismo, el ‘San Benito’ de estar lidiando de todo, ¡Menos
TOROS!, en la gran mayoría de los domingos y esto ha sido la pus fétida y
dañina que ya convertida en gangrena
tiene alejada a la gente del moribundo espectáculo.
Amén que no se ha registrado un solo triunfo de esos que se
recuerden, es más ¿dígame usted? aparte de la faena de Diego Urdiales, en la
que influyó la novedad de que no se le conocía, ¿otra de retención en la
memoria?, pero ¿qué creen empresarios? les tengo una buena idea, para
contrarrestar la continuidad del desastre; pídanle ‘chichi’ a los periodistas leídos, aunque pocos son los que
gozan de credibilidad, que externen su opinión una vez que hayan visto los
animales y si esta es positiva, ¡ya la hicieron!, a los medios serios, poderosos, influyentes,
leídos, incluso a la televisión solicítenle les ¡Publiquen y Proyecten! con
antelación las fotografías de los TOROS con edad, peso, puntas, trapío que van
a lidiar el domingo siguiente y esa sería la fórmula para que la gente vuelva a
los tendidos y no lo harán solo por el hecho de admirar al TORO pleno y en plenitud
en la plaza, sino porque de antemano le van a disipar a la gente la posibilidad de que sea engañada, ¿cuál es el
impedimento para hacerlo?, ¿si no hay nada que ocultar?, ¿o existe alguna duda
de que lo que van a lidiar las figuras sean TOROS en toda la extensión del
término?, entonces presuman sus corridas convirtiéndolas en imán de taquilla,
así que, si tienen ustedes la solución, pues aplíquenla.
Y a propósito de dudas vacunas, comentar ese asunto del cual me pusieron al tanto y que
tiene que ver con la exhortación que se está haciendo a través de las redes
sociales, en el sentido de que en el probable caso, que el día 31 de enero o sea la corrida donde
José Tomas y Joselito Adame van a llenar la plaza México, si las reses no cumplen
con los estándares de TOROS la gente boicotee la corrida abandonando la plaza
de inmediato, mi opinión es que taurinamente a la empresa eso le vendría
valiendo un cacahuate y en donde si le podría afectar sería en que les
disminuirían los ingresos en el rubro de las ventas de ‘chelas’ (cervezas) y
eso si les calaría, más lo prudente sería esperar y no ir predispuestos
amargándonos desde ahora por el hecho de que ya muchos invirtieron sus ahorros
en los boletos. Porque además, quien quita y nos sorprenden con TOROS, por otra
parte sigo creyendo que el torero de Aguascalientes va a llevar al de Madrid al
límite del tremendismo y por ello no descartar que veamos harta acción lo mismo
en el ruedo, que en la enfermería y en el quirófano de la colonia San Miguel
Chapultepec.
¡Ah! sobre el desenlace de la que fue la corrida 12 de la
temporada de la Plaza México con ganado de Arroyo Zarco:
Ignacio Garibay: Salió cual emisario moro con su tez
morena y su percha forrada de fresa y oro, con la coleta de la sobriedad, que
también es la del bien torear, mas hay que decir que dio la impresión de que
existió la posibilidad de ponerle la cereza al chantilly, pero por no engolosinarse pareció dejar
una oreja en el de entremés y hasta una ‘raviol’ en el segundo plato.
Pedro Gutiérrez ‘Hijo
del Capea’: En la
Plaza México, tiene menos que hacer que una monja en cabaret y si a eso le
agregamos la efigie de aflicción que proyecta, da como resultado, que la gente se desentienda de él,
pues a la fiesta se viene a gozar, aunque éste trate de hacer el esfuerzo, pero esto es de mucho más que un
aliento… es de convencimiento.
Mario Aguilar: Torero si lo es, pero también es un
lidiador al que en el reparto de la fortuna, la vida no lo miro de frente y por
ello le ha regateado ese pellizco, trasmisión, desborde, sin el cual difícilmente se encuentra el camino asfaltado y menos en
una tarde en que en lugar de colaboradores tuvo enemigos, así que a volver a
formarse a la cola.
De los bureles, uno de bandera y los demás en el estándar de
lo de adentro y en lo de afuera más tirando pa’ bajo.
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