El
Toro en México
Por
Bardo de la Taurina
Nunca mejor aplicado a este país, eso del ‘Cuerno de la
abundancia’, que en estas últimas fechas, en donde verdaderamente nos vimos
inmersos, en una orgia de pretextos pa´l
abrazo de toda índole, que ya pedíamos a gritos se terminará. Y es que la
abundancia es bien recibida, pero cuando transgrede los límites, pues ‘chole’,
como sucedió con la inercia que las redes sociales le inyectaron a cuanto
mensajillo cursiliento salió una y otra y otra vez, con la misma cantaleta
alusiva y genérica pa’ el nuevo año, con lo hermoso que es la sencillez de un ¡Qué
Haya Suerte! y ¡ya!, sin andar con bendiciones y deseos de que consiga
un ticket pa’ ver de cerca a Papa Pancho, o que su Ferrari no vaya a salir en
las foto multas, o que no se le vayan a encarecer los dólares, o que no lo
liguen con el Chapo ahora que va a salir la cloaca, ¿pa’ que tanto? si el
destino no lo cambian, ni los héroes de Star Wars.
Luego nos sorprendimos
con eso de que se usó a los toreros, pa’ disfrazarlos de unos legendarios
personajes que obsequian regalos y estos por dos líneas de publicidad, se prestaron al convite, así que no nos
extrañemos si el 14 de febrero, día de San Valentín, por ahí aparecen algunos
coletudos medios encuerados y con unas alas empanizadas de plumas y es de
suponerse que para cuando llegue la Navidad, pues ahora los vistan de renos,
eso sí, con su cuernos en puntas, ¡Ah¡
¿Y se imagina usted lector a Juan ‘El Meco’ Silveti, a Rodolfo ‘El Petronio’
Gaona, a Luis ‘Don Valor’ Freg, haciendo el numerito?
Ante eso de los disfraces y como por acá dicen que ‘A río
revuelto, ganancia de pescadores’ pues ahora hasta van a disfrazar a ciertos
coletudos, que disque de Insurgentes y los van a poner a torear como los hacía
Ignacio Allende, lo cual no me parece tan mal, siempre y cuando, anuncien quien
va a encarnar a ‘La Güera’ Rodríguez, la que era más ligera de cascos que una
Coca - Cola Zero y la que tan cerca estuviera de ese Nacho que tenía apellido
de calle y hasta de estación del metro Allende, ¿hágame usted el favor? a lo
que se tiene que prestar la torería para interesar a que la gente regrese a los
alberos, cuando sería más clásico, tradicional, serio, sobrio, que a los
toreros les echaran las empresas y los ganaderos toros cinqueños y que los
señores que se visten de focos led, se los pasaran por la barriga, les bordaran
el toreo y les partieran la cruz de zendo estoconazo y con eso voy doble contra
sencillo, a que la fiesta estaría más recurrida que nunca, pero como los toros
de cuatro años y medio pa’ arriba andan jugando a las escondidillas y los de
cinco años ya se disfrazaron de ‘Gasparín’ y desparecieron, pues hay que
inventar otras fórmulas.
Y hablando de esas cosas de la edad, que le cuento respetable
y tolerante lector, que el domingo que creo fue ayer día 10 alguien le paso el
pitazo al matador Alejandro Talavante de
que los reyecitos, esos de los
regalitos, le habían dejado en la Plaza México, como botana, o pa’ calentar un juguetito
vacuno, que seguramente lo habían rechazado en una de esas plazas, donde se dan
novilladas serias y ante eso, el torero nacido en Badajoz se vistió de
novillero, gris suela de zapato y plata y se fue a torear su novillo, bueno eso
de torear es un mero formulismo, pues como sería de juguetón el chiquitín que
el matador español de tan divertido que estaba, aventó el estoque por allá y le
empezó a dar de franelazos naturales por ambos lados y luego le subió el
volumen mandando a la arena la muleta, retando o envalentonándose con el
cudrupedito, ‘Me cachis en la mar salá’ con lo extraordinario torero que es éste
y negándonos el verlo con un toro y a plenitud.
Arturo Macías un día antes, en la misma plaza, a la que por cierto dicen le cabe más gente que
a ninguna, también se disfrazó, pero de maestro y se puso a dar clases de toreo
a un montón choncho de niños, a los que les enseñó las buenas maneras en forma práctica
de interpretar el toreo y las malas maneras sobre todo a la hora de ejecutar la
‘matarile’ las dejo para el día siguiente en donde salió con las espadas chatas
y algo pa’ el olvido, lo fue más, que
los avisos (creo que fueron 4 ) fue el desagrado del público a la hora de ser
testigo de cómo barrenó en la descabellada, y a su favor decir que vendió muy bien los momentos
previos a la Porta Gayola, haciendo que todas las miradas lo siguieran por su histrionismo y además hay que decir que contó
con la suerte de que el bobalicón de Campo Real, no tuviera ni la menor idea de
lo que es la bravura y de para qué traía esos plátanos rematados en forma de pezones
amalbabiscados, que de no ser así, a estas horas el torero de Aguascalientes ya
estaría anunciado en otro cartel, pero de una funeraria.
Y ya por último, decir la mala suerte que tiene este torero Juan Pablo Sánchez, el que es un
bendito en eso del temple, que sin mucho esfuerzo, decir que es el número uno
en ese renglón, además de tener muy
medidos los tiempos que hay que imprimirle a los muletazos y a ello sumarle la percha, la seriedad, la holgura,
la academia, la sobriedad, la que solo echa a perder cuando manda a volar las
zapatillas como si fueran chancletas, ¡ah! pero que mala suerte tiene al no
haber nacido en Sevilla, porque entonces sería una figura del toreo y no un paisano
que cortó una oreja ante poca gente y que no le va a servir pa’ mayor cosa,
pues éste, como tiene solucionado su futuro taurino, sigo pensando que le falta
ese arrebato, esa inyección de hambre para que en cuanto se decida, se coloque
como el torero de mayor calibre de este país.
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