domingo, 10 de enero de 2016

LETRAS EN PUNTAS

Alejandro Talavante jugueteo en tarde de reyes.

El Toro en México

Por Bardo de la Taurina

 

Nunca mejor aplicado a este país, eso del ‘Cuerno de la abundancia’, que en estas últimas fechas, en donde verdaderamente nos vimos inmersos, en una  orgia de pretextos pa´l abrazo de toda índole, que ya pedíamos a gritos se terminará. Y es que la abundancia es bien recibida, pero cuando transgrede los límites, pues ‘chole’, como sucedió con la inercia que las redes sociales le inyectaron a cuanto mensajillo cursiliento salió una y otra y otra vez, con la misma cantaleta alusiva y genérica pa’ el nuevo año, con lo hermoso que es la sencillez de un ¡Qué Haya Suerte! y ¡ya!, sin andar con bendiciones y deseos de que   consiga un ticket pa’ ver de cerca a Papa Pancho, o que su Ferrari no vaya a salir en las foto multas, o que no se le vayan a encarecer los dólares, o que no lo liguen con el Chapo ahora que va a salir la cloaca, ¿pa’ que tanto? si el destino no lo cambian, ni los héroes de Star Wars.

 Luego nos sorprendimos con eso de que se usó a los toreros, pa’ disfrazarlos de unos legendarios personajes que obsequian regalos y estos por dos líneas de publicidad,  se prestaron al convite, así que no nos extrañemos si el 14 de febrero, día de San Valentín, por ahí aparecen algunos coletudos medios encuerados y con unas alas empanizadas de plumas y es de suponerse que para cuando llegue la Navidad, pues ahora los vistan de renos, eso sí, con su cuernos en puntas,  ¡Ah¡ ¿Y se imagina usted lector a Juan ‘El Meco’ Silveti, a Rodolfo ‘El Petronio’ Gaona, a Luis ‘Don Valor’ Freg, haciendo el numerito?

Ante eso de los disfraces y como por acá dicen que ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’ pues ahora hasta van a disfrazar a ciertos coletudos, que disque de Insurgentes y los van a poner a torear como los hacía Ignacio Allende, lo cual no me parece tan mal, siempre y cuando, anuncien quien va a encarnar a ‘La Güera’ Rodríguez, la que era más ligera de cascos que una Coca - Cola Zero y la que tan cerca estuviera de ese Nacho que tenía apellido de calle y hasta de estación del metro Allende, ¿hágame usted el favor? a lo que se tiene que prestar la torería para interesar a que la gente regrese a los alberos, cuando sería más clásico, tradicional, serio, sobrio, que a los toreros les echaran las empresas y los ganaderos toros cinqueños y que los señores que se visten de focos led, se los pasaran por la barriga, les bordaran el toreo y les partieran la cruz de zendo estoconazo y con eso voy doble contra sencillo, a que la fiesta estaría más recurrida que nunca, pero como los toros de cuatro años y medio pa’ arriba andan jugando a las escondidillas y los de cinco años ya se disfrazaron de ‘Gasparín’ y desparecieron, pues hay que inventar otras fórmulas.

Y hablando de esas cosas de la edad, que le cuento respetable y tolerante lector, que el domingo que creo fue ayer día 10 alguien le paso el pitazo al matador Alejandro Talavante de que los reyecitos, esos de los regalitos, le habían dejado en la Plaza México, como botana, o pa’ calentar un juguetito vacuno, que seguramente lo habían rechazado en una de esas plazas, donde se dan novilladas serias y ante eso, el torero nacido en Badajoz se vistió de novillero, gris suela de zapato y plata y se fue a torear su novillo, bueno eso de torear es un mero formulismo, pues como sería de juguetón el chiquitín que el matador español de tan divertido que estaba, aventó el estoque por allá y le empezó a dar de franelazos naturales por ambos lados y luego le subió el volumen mandando a la arena la muleta, retando o envalentonándose con el cudrupedito, ‘Me cachis en la mar salá’ con lo extraordinario torero que es éste y negándonos el verlo con un toro y a plenitud.

Arturo Macías un día antes, en la misma plaza, a la que por cierto dicen le cabe más gente que a ninguna, también se disfrazó, pero de maestro y se puso a dar clases de toreo a un montón choncho de niños, a los que les enseñó las buenas maneras en forma práctica de interpretar el toreo y las malas maneras sobre todo a la hora de ejecutar la ‘matarile’ las dejo para el día siguiente en donde salió con las espadas chatas y algo pa’ el olvido,  lo fue más, que los avisos (creo que fueron 4 ) fue el desagrado del público a la hora de ser testigo de cómo barrenó en la descabellada,  y a su favor decir que vendió muy bien los momentos previos a la Porta Gayola, haciendo que todas las miradas lo siguieran por su  histrionismo y además hay que decir que contó con la suerte de que el bobalicón de Campo Real, no tuviera ni la menor idea de lo que es la bravura y de para qué traía esos plátanos rematados en forma de pezones amalbabiscados, que de no ser así, a estas horas el torero de Aguascalientes ya estaría anunciado en otro cartel, pero de una funeraria.

Y ya por último, decir la mala suerte que tiene este torero Juan Pablo Sánchez, el que es un bendito en eso del temple, que sin mucho esfuerzo, decir que es el número uno en ese renglón,  además de tener muy medidos los tiempos que hay que imprimirle a los muletazos  y a ello sumarle la percha, la seriedad, la holgura, la academia, la sobriedad, la que solo echa a perder cuando manda a volar las zapatillas como si fueran chancletas, ¡ah! pero que mala suerte tiene al no haber nacido en Sevilla, porque entonces sería una figura del toreo y no un paisano que cortó una oreja ante poca gente y que no le va a servir pa’ mayor cosa, pues éste, como tiene solucionado su futuro taurino, sigo pensando que le falta ese arrebato, esa inyección de hambre para que en cuanto se decida, se coloque como el torero de mayor calibre de este país.

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