Quisiera comenzar por decir, que en algunas columnas que han
antecedido a ésta, he venido señalando que el que se estén dando festejos en la
capital de la Ciudad de México, no significan más que presente y que el hecho
de que la nueva Constitución de la CDMX la haya cobijado bajo su regazo, no era
garantía absoluta de que indefinidamente se fueran a seguir dando corridas en
las plazas de la capital como este domingo ocurrió, en la nunca mayormente
desolada Plaza México, y tan teníamos razón, que la protección o blindaje de
las corridas estaba prendido con alfileres, lo cual ha quedado confirmado toda
vez que apenas hace unos días, el documento constitucional ya está siendo imputado
por instituciones de gran calado comenzando por la Presidencia de la República, lo cual dará
como resultado que el documento muy probablemente vaya hacer abierto en canal,
donde le van a extirpar partes que parecían ser esenciales, otras las van a
modificar, algunas les serán agregadas y el peligro estará latente con la
posibilidad de que se despierten los demonios y en una de esas, avienten
tarascadas que puedan tocar o intranquilizar lo que se refiere a la continuidad
de las corridas en la Ciudad de México.
Y ya que de baranda nos referimos a la Plaza México, decir
que este domingo les abrieron las puertas a varios toreros pa’ que se midieran
con un encierro de Rancho Seco, en el cual salió un torazo seco en tercer sitio,
que seguramente se había salido de un lienzo de esos que hasta en óleo dan
miedo, el burel pedía retador al más bravo de cuantos toreros hubiera por ahí, sin
aspavientos, sin presunciones, sin dramas, sin venderse al tendido le plantó
cara un torero confirmante que responde
al nombre de Antonio Mendoza, de andar muy lento, lo cual es entendible, pues
los cojones le deben de pesar ya que de otra de manera no se entendería lo
estatuario, lo espartano y sobretodo lo místico que se mostró, este filón de mármol
sólido y estatuario como su toreo, el
que tiene mucho que extraérsele, ¡ah!, y como pa’ eso de las fulminadas es más
inocente que un monaguillo, pues a la hora de sumirla ya se imagina usted con
la que nos salió.
Antes de que sucediera lo impactantemente dramático, un
torero que en sí es un drama Juan Luis Silis, lidió otro de los de la bravura
caña con rojo y le extrajo un tanque de oxígeno pa’ su andar, luego Silis que
tanto sabe de la muerte, le metió un acero de luto y con el mismo le cortó una
oreja que le va saber tan sabrosa, como las que guisan en la pozolería familiar.
Y pa´ que nadie se quede con antojo, es muy probable que esa peluda le alcance
pa’ ver otra tarde que creo va a ser una en donde pongan a los mocha orejas.
Cristian Ortega, muy al estilo de la cuaresma vio pasar la procesión
con un diablo enfrente mientras que
Oliver Godoy, no supo leer el salmo de la enjundia y se fue con las manos más vacías
de como las traía.
Algo que verdaderamente merece relevancia y que se registró
esta semana, fue el hecho de que el programa ‘Taurinísimo’ alcanzara las
primeras cien emisiones a través de la
pantalla, esto no se puede o más bien no debe dejarse pasar sin soslayarlo, ya
que se trata a años luz del programa de análisis, juicio y critica, de más
amplia connotación en este ‘cuerno de la taurina’, sus titulares el
jurisconsulto Eduardo Maya Lora y la Sra. Miriam Cardona de Maya quienes no
necesitan de panegíricos y solo decir que en la cultura enciclopédica
totalitaria del abogado y en la claridad de la dama, se conjugan más que un
sello, que eso ya es mucho, una manera de programa a programa descorrer los
velos de las cortinas de humo e incienso con que se tratan de encubrir, falsear
y deformar las verdades que existen en este galimatías taurino. Por cierto, no me parece que a Miriam Cardona por
arriba de entendida se le encasille como una mujer bravía de los micrófonos,
que si lo es y hasta imperativa a los
oídos y a las conciencias de muchos y el hecho de que no me agrade ese
calificativo, es porque lo primero igual que un torero, que tiene que tener alguien que da la cara
frente a las cámaras, los micrófonos y las plumas, es valor crudo y ética incorruptible,
así que eso no es un mérito, es una condición primaria que ella honra y además jamás
la embarra de mermelada y menos le pone soletas de cajeta. ¡Bien Hecho! Y por
supuesto que en estas cien emisiones debe de pasar lista de presente quien en los primeros pasos y ya entrada la
madurez del programa ahí estuvo y aunque ahora no lo esté José Gonzales ‘Er’ niño’,
hombre que sabe interpretar más a los toros que muchas de las vacas, y solo decir que cuando alguien me
pregunta ¿Cómo aprender de toros? pues una de las repuestas es; Viendo los
viernes por el filo de la siete de la tarde ‘Taurinísimo’, de México para el
mundo.
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