Desde hace unos
ayeres, quienes gustan de diversiones (¡sic!) se están aficionando a esa moda que llaman retro o
vintage y de la que creen forman parte
el Frontón México y la Plaza México, en
donde por el pago de un cover (boleto) le pueden dar ‘vuelo a la hilacha’, cuando antes que nada deberían de saber que
estamos ante expresiones de arte milenario, donde la vida está en juego, ¡no la
jodan! les pido respeto ya que en ambos templos se ha escrito parte de la
crónica cultural y social, sin la cual no se entendería completa la historia de
la CDMX y hablando de ello recuerdo de viva voz de sendos personajes como lo
fueron, el primero o si no uno de los primeros gerentes o administradores del
Frontón México Don Rodolfo Gaona, ¡sí! leyó usted bien, el mismísimo ‘Califa de
León’, quien en la lujosa barra del lugar tenía en funciones de cantinero a
Pedrito Yllana, ese otro señorón que
llegaría a ser ‘El Rey del pollo’ en su legendario ‘Tío Luis’ que se convirtió en la catedral de encuentro
de los taurinos, ambos personajes en la
convergencia del dominó decían; -Lo que hay que decir, hay que decirlo
predicando con el ejemplo.- Esto nos viene porque ahora que el Frontón México, como la Plaza México, están
abiertos y de lo que se trata en ellos es de dar el campanazo, pero ojo, la campana no suena sola,
ni menos por arte de magia, así sea negra, como muchos están creyendo va a
suceder el próximo domingo en la Plaza México, cuando salgan a la arena los
toros de Piedras Negras, que solo son eso, toros, que son legendarios, que pueden gustar,
levantar expectativa y hasta morbo, pero
de ahí a pensar que con su solo nombre o su presencia se va a recuperar el prestigio a
veces abollado de la Fiesta Brava y más aún, que se va a colgar el letrerillo
de ‘Agotado el boletaje’ nomás no, Piedras Negras es una ganadería con un
abolengo en el hierro y una leyenda en la divisa que no admite dudas en torno a
la cual los coberos le han creado una mercadotecnia,
ajena por cierto al ganadero, se dice que Piedras Negras no lidia hace 22 años
en la México, porque las figuras no se sienten cómodas con ella ¿será? también
hay que decir que ante los ojos de los anteriores empresarios, parecería que no
les garantizaba el triunfo global de los toreros y en este negocio como el
triunfo es dinero…pues vaya usted a saber.
Ahora si alguien quiere hacer su crónica desde
¡ya!, diciendo que con Piedras Negras la bravura vuelve a la Plaza México, eso es una falta de respeto a las demás ganaderías
que han lidiado en la monumental, como igual lo es el andar diciendo que los
toreros no van a poder con ella, lo que si hay que decir, que el hecho de que
se vaya a lidiar ese hierro tlaxcalteca, habla de que la empresa está ampliando
su mercado de abastecimiento en materia prima y una buena impresión que pudiera
dejar Piedras Negras, le estaría abriendo a ésta dehesa el camino para que la
historia siguiera su curso y volvamos a ver a esa ganadería en la capital bajo
conceptos interesantes, como pudiera ser ver lidiar un ganado ‘novedoso’ pa’
muchos en esta plaza, referente a los toreros que bajo la modalidad de la suerte
fueron sorteados, habrá que decirles que los toros de esa procedencia traen lo
suyo, más no se comen a los niños vivos, solo que a veces hay que torearlos con
el librito en la mano y no dejarse amedrentar por la fama, que a fuerza de ser
sinceros, en ocasiones los toreros nuevos no están muy enterados de lo que
significa Piedras Negras.
A manera de información
cultural sobre el tema y para quienes deseen adentrarse en el mundo de esa legendaria ganadería,
decirles que existe un espléndido libro de muy fácil lectura titulado ‘Piedras
Negras, Bravura con Abolengo’ de la autoría de la maestra Gabriela García
Padilla a través del cual en 100 págs. usted conocerá una historia que arrancó allá
por el año de 1874, búsquelo con ‘Pepe’ Rodríguez en su puesto de libros afuera
de la plaza frente a la entrada
principal o contáctese con la autora, gabyole33@gmail.com
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