El Toro en México
Por Bardo de la Taurina
El arte en su expresión pictórica y la música
parecerían
ser unas de las pocas aristas que no se
subieron al tobogán en el que en caída libre va la Fiesta Brava, la que quién sabe,
si va a llegar a los dos y cinco próximos años donde se recordara en el
2019 los quinientos años de que un joven
aventurero pa’ su causa metió las
narices en un territorio que no era el de su bandera, en lo que en aquel
entonces se conoció como conquista y tres años después ya chupaba a sus anchas tlachicotón,
comía tlacoyos y por las calles veía ir y venir unos perros que se conocían como
xoloitzcuintles, el hombre blanco y barbado con su cuadrilla, trajo a la Gran
Tenochtitlan, luego Nueva España y después México entre muchas otras cosas, la fiesta
de toros.
Los tiempos son variantes y con ellos todo varia comenzando
por las personas y sus costumbres, algunas no desaparecen del todo, otras se
modifican y algunas brotan y se estacionan en algo que se llama moda y luego desaparecen,
afortunadamente todavía existe el amalgamamiento de lo azteca y lo español dicho así
recordando a ese compositor nacido hace tres siglos en la Ciudad de México Agustín
Lara el que le compuso letras y musicalizó temas que hoy son verdaderos himnos
en España, como por citar el chotis
Madrid, las alegorías a Granada, Murcia, Navarra, Sevilla, Toledo, Valencia,
Bilbao en el renglón de los pasodobles
pasan lista los que le dedicó al propio Madrid, (obra que es diferente al chotis
ya citado), Domingo Ortega, ‘Gitanillo’, ‘El Cordobés’, uno más que aparecerá
dedicado a ‘Manolete’ estos por citar los referidos a España, en lo geográfico
y en lo taurino subrayando que en los mexicano de su inspiración surgieron
obras cumbres como las que refirió a esos dos maestros inconmensurables que
torearon mano a mano en la Plaza de Toros de Madrid, Lorenzo Garza y Luis
Castro ‘El Soldado’, que decir de las letras que les escribió al maestro de Coahuila
‘Fermín’ y por supuesto ‘Silverio’ donde
menciona lo de azteca y español.
Y aquí cabría una pregunta que seguramente no tenga
respuesta, ¿Qué torero mexicano inspiraría hoy al maestro Agustín Lara, (claro
si viviera) a escribirle un pasodoble? Me cachi la mar sala, que rapidez de
respuesta y que unificación de criterios a ¡ninguno!… no seamos tan drásticos y demos tiempo a
pensar ¿Quién es ese torero?
En la pintura la cosa es diferente por el hecho de que la
destreza, la inventiva, la técnica, el sentimiento, la imaginación, el colorido
de un pincel pueden llevar a una obra hasta la cumbre de la excelsitud y es que la pintura bien cabría calificarla, como la
piel sobre la piel del arte mismo, los pintores son esos seres capaces de hacer brotar los sentimientos de admiración más
explosivos porque sus obras cuando son de la línea de las figuras, se vuelven
inconmensurables y siempre las puertas están abiertas a quienes tienen que
expresar algo, cuya variante son los diferentes estilos en sus también
diferentes etapas de maduración de los artistas, lo que no se da con los
toreros, pues un ojo clínico muy afinado con unos cuantos lances puede predecir
que torero va a evolucionar y cual jamás lo hará, y es que, ¿cómo se le va a desarrollar a un novillero,
el valor, la personalidad, la trasmisión, la enjundia, el carácter, la inspiración, la trasmisión, la
dedicación, la talla física, la expresión, el hambre de ser alguien, la viveza,
el temple?
En la pintura es diferente se nace con aptitudes y la
academia aunada a la capacidad de asimilar la técnica puede lograr que un
hombre se transforme en artista sumándole
el factor suerte, suerte de estar junto a los muy grandes como lo es el caso
del maestro Ramón Reveles quien a través de su obra y de los años, ha logrado
escalar e instalarse en los altares de la pictórica mundial, otra de las
enormes virtudes del maestro Reveles es que, ha hecho escuela y que se ha
despojado de los celos pa’ forjar, pulir
y apoyar, a quienes en su momento le demostraron que tienen talento como para
también desbordarlo, tal es el caso por orden de antigüedad de los inspirados y
fructíferos artistas de los pinceles Alfredo Flórez y Humberto Flores, hombres
que no necesitan de flores pues el roció
de su arte les alcanza pa’ hacer seda de los lienzos y luz boreal de los pinceles, los que
esta semana en alternancia con los expresivos Nazario Vergara, Emilio Armas, José Antonio
González y Diegoló formaran parte del
homenaje exhibición al maestro Ramón Reveles, inauguración de gala con
invitación personal trajeados y perfumados, próximo jueves 3 de agosto a las
19.30 hrs. En la Casa de Coahuila y los días del cuatro al seis entrada
comunitaria con la oportunidad de
invertir adquiriendo obras de arte, que a final de cuentas, va a ser de lo poco
que nos quede de la Fiesta Brava.
No hay comentarios:
Publicar un comentario