El Toro en México
Por Bardo de la Taurina
Por siempre será vigente entre
los dos mundos, entre las dos razas, entre las dos banderas, entre las dos culturas,
entre las dos lenguas, entre las dos historias y entre más todo, hasta fundirse en una sola realidad que
es la Hispanidad.
Sol y horizonte que se unen
por mar, tierra nueva para la corona española que no conocía el maná, que desde
siempre aquí había estado en forma de cuerno de la abundancia, a la que los gambusinos españoles llegaron por agua y la penetraron a caballo los que venían de la
tierra de la piel de toro, esa donde
también a caballo se escribió una de las
páginas más trascendentales de la historia española, la que sobre el lomo de ‘Babieca’
el caballo legendario con Don Rodrigo
Díaz de Vivar ‘El Cid’, incólume siguió cabalgando.
Siempre el caballo sin el
cual la hispanidad no se entendería completa, de ahí la importancia del caballo
en la historia y en la vida de quienes enarbolan la bandera roja y gualda, como
también entre quienes lo hacen con la bandera tricolor, símbolos que hoy siguen
estando igual de unidos a través de los caballos.
Pues bien, todo esto viene porque
hoy un joven de caballos amador de ellos, compañero de
aventuras terrestres y aéreas, catedrático en instrucción de eso, que en buen
castellano se conoce como doma, charro gallardo, intrépido y echao pa’ lante, y por
si algo le faltará rejoneador de toros bravos, ese es, Joaquín Gallo, el que ahora
se monta en lo letrístico y coincidentemente con la hispanidad nos entrega una aportación
cultural en torno al caballo, en un libro titulado ‘Doma, Charrería, Rejoneo y
experiencia con caballos’ el cual testimonia en cinco vertientes que van;
De sus experiencias en una yeguada en Castilla
la Mancha, donde nos compenetra en el mundo libre donde nace el caballo al que nos lo muestra en
su esplendor, con el primario cabalgar que le permite trotar por las praderas, donde el
caballo aprende de la supervivencia, de la convivencia y goza de ese
tener por techo el cielo de España con sus luceros y sus estrellas, que el
caballo hace parte de su vida.
Son tiempos donde las
distancias se surcan a través de los vientos transcontinentales, en los que los
caballos se convierten en verdaderos pegasos que son guiados por el ‘Marco Polo Charro’ que comparte con los
lectores las bitácoras y las peripecias para emigrar de Europa a América.
Llega el momento en que los equinos de altos
registros están listos para el aprendizaje que lo es la doma y es aquí donde el
catedrático Gallo nos comparte el plan de estudios que los caballos deben
cursar, si es que pretenden brillar en sociedad.
La máxima mexicanización de
caballo y jinete, sin duda alguna, se da
en la práctica de la charrería, la que
el autor como charro que es, nos la brinda sin guardarse secreto alguno, yendo
de los aditamentos a las vestimentas y ya galoneado a las suertes charras
ilustradas.
Y desde luego no podían
faltar, los pasajes de arte y valentía que el rejoneador charro ha escrito a
partir de la Plaza México, por toda la rosa de los vientos de la Fiesta Brava, en
un espectáculo que maravilla cuando se ve a Joaquín Gallo torear a pelo sobre los lomos, valiéndose del mexicanísimo sarape o clavar
banderillas a dos manos en una aportación mexicana al mundo del rejoneo, no hay
duda que estamos ante un espectáculo que en España va a gustar tanto como un ‘Caballito
de tequila’.
Un libro como ‘Doma,
Charrería, Rejoneo y experiencia con caballos’ no podía tener mejor punto de venta que la Librería
Tauro la del Centro Histórico, ahí en Justo Sierra # 30, en el mérito corazón
donde nació la hispanidad y ya ahí, aprovechar a unos pasos pa’ conocer el nuevo
corredor del Templo Mayor, admirar la
zona arqueológica con sus descubrimientos que se pueden ver a través de vitrinas subterráneas instaladas a nivel de la calle peatonal, la que concluye frente a la
cantina centenaria por antonomasia que lo es ‘El Salón España’. ¡Salucita!
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