domingo, 1 de octubre de 2017

Los teloneros se vienen pa’ abajo, ¿será un presagio?


El Toro en México
Por Bardo de la Taurina

En el libro de las desgracias de este país, que ya casi hace quinientos años fue invadido por los hombres blancos y barbados que venían de la isla caribeña  de Colba o Cubanacan, que no es más que lo que hoy se conoce como Cuba y que tan ligada ha estado  con México desde siempre y que de alguna manera se puede considerar como una telonera  en lo que a invasiones españolas se registraron, aunque no hace falta subrayar, que en ningún sentido se podría comparar Cuba con México, dicho esto con el más amplio   respeto, partiendo  del comparativo territorial de que México es docenas y docenas de veces más extenso  que la isla de la guantanamera, desde donde  se embarcaron  los primeros toros bravos de nacencia española que llegaron a México entrando por Veracruz, seguidos de los puros o ‘habanos’ que forman parte del ambiente de la fiesta y mucho tiempo después nos mandaron a Ángel Vázquez ‘El Cubano’ que se convirtió en empresario o más propiamente capataz de la Plaza México, al grado que a partir de ella, empezó a prostituir la fiesta a secuestrarla y a tratar de adjudicársela como si fuera de él o de sus patrones.

Vázquez de procedencia gallega entre otras cosas ‘impuso’ contratar a los toreros por mes, entre más acciones denigrantes, siguiendo con lo cubano también allá le adjudicaron al inmenso ‘Compadre’ Silverio eso de ‘chico tu eles la muerte’ en alusión a su  fealdad que acentuaba con su cráneo rapado con navaja del cero con el que llegó a torear a Cuba y esa acción la toma el inmenso Agustín Lara y la incrusta en su famosísimo pasodoble volviéndola anclaje con aquello de Silverio ‘Tormento de las mujeres’.

Bueno vayamos con los teloneros que es como la afición etiquetó a los novilleros que actuaron y están actuando en esta desairada temporada, que por si algo le faltará, era que metafóricamente  le cayeran piedras del cielo  y vaya que le cayeron a la capital mexicana con los sismos recientes  los cuales han sido tan catastróficos en todos sentidos, y sobre ese capotazo de ayuda que muchos esperaban, la torería lo diera de inmediato, decir aunque irrite que hoy no se tiene media docena de toreros mexicanos que sean imán de taquilla pa’ conjuntar un cartel productivo,  que siquiera meta un  tercio, un cuarto de gente al graderío monumental, duele y puede molestar pero así es, además quien va a estar de humor o con ánimo pa’ ir a la plaza de toros, ¿Solidaridad? ¡Sin duda alguna! que ya toda la afición participo y está colaborando con la causa, ¿a poco nos íbamos a esperar a que la torería se decidiera a dar el paso, luego entraran a la rebatinga por un puesto entre seis pa’  así  anunciar un festivalito y luego jugarse el albur de que la gente  comprara un boleto de ayuda?

 Y aquí sí quiero aclarar que lo del matador  Enrique Ponce es muy diferente, él va a venir a torear cumpliendo con un contrato que previamente ya tenía firmado, le van a pagar y como es su voluntad, se va ir a un centro de acopio o a una ventanilla bancaria y  endosara su cheque en pro de los damnificados y solo desear que sus cuates picudos lo orienten pa’ que haga el movimiento a través de la cuenta de TELMEX  que es la que reditúa por cada dólar donado cinco en automático.

Volviendo con los novilleros teloneros nombre este que proviene  del teatro donde artistas de menor jerarquía suben o abren el telón pa’ calentarles el ambiente a los artistas y/o toreros estelares, ¿sería esta la razón por la que la Plaza México dejó pasar el tiempo óptimo pa’ dar la temporada de novilladas? pensando en que los chavales le servirían de edredón al ambiente previo a la temporada de invierno a propósito del serial no es un secreto que  los  Adame quienes en la Plaza México andan en números rojos desde la temporada pasada, hace unos días en Madrid  se convirtieron en incógnita y si no los traen habría que restarle dos nombres al elenco.

 Pero no  seamos pesimistas sino por el contrario, así como España le echó la mano a México con sus rescatistas, ahora bien lo puede hacer con sus toreros consagrados y con los nuevos que serán una atracción interesante.
Así que si la Asociación Nacional de Matadores quiere colaborar a rescatar el ánimo, el entusiasmo  y elevar el interés de la fiesta  a la de ¡ya! debe quitar la limitante castrante en la confección de los carteles, fuera candados, libertad absoluta en todas las plazas y en todos los rangos  pa’ montar festejos con mayoría y aun con totalidad de extranjeros que de todas maneras los actuantes nacionales seguirán siendo mayoría con los banderilleros y picadores ¿o que acaso ellos no son toreros mexicanos?,  ya no son tiempos de proteccionismo y sí, de que los puestos en los carteles se ganen por atracción, no por decreto.

¡Ah! y si no se quitan los candados ¿cómo se va dar la encerrona de la despedida de Enrique Ponce, cuando se tengan que dar?

En fin, ojala estos últimos tiempos  de vida que le quedan  a las Corridas de Toros en la Ciudad de México, sean interesantes.

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